Te explicamos cómo fue la segunda etapa del gobierno dictatorial de Francisco Franco, sus fundamentos ideológicos y cómo fue creciendo la oposición.
Se conoce como “segundo franquismo” a la segunda etapa del gobierno dictatorial de Francisco Franco en España. Este periodo se inició con la implementación del “Plan de estabilización económica” de 1959 y finalizó con la muerte del general Franco, en 1975.
El primer franquismo (1939-1959) estuvo caracterizado por la devastación económica luego de la guerra civil española, la represión de la oposición, la institucionalización del régimen dictatorial, la autarquía económica y el aislamiento internacional.
Sin embargo, durante la década de 1950, la situación internacional se vio marcada por el comienzo de la Guerra Fría, que cambió la posición política de las principales potencias mundiales respecto a la dictadura franquista.
En ese contexto, España comenzó a ser vista como una aliada frente al avance del comunismo. Esto permitió a Franco abandonar el aislacionismo y la autarquía económica. De esta manera, desde el gobierno se diseñó un nuevo plan económico que dio inicio a lo que se conoce como el segundo franquismo.
Esta segunda etapa del gobierno franquista estuvo caracterizada por la apertura internacional, el crecimiento económico y la consolidación de la oposición. Además, en este periodo la Iglesia católica dejó de apoyar al gobierno. En los últimos años, las diferentes crisis llevaron a la ruptura interna del partido y, finalmente, a la caída del régimen en 1975.
- Ver además: Franquismo
Política interior durante el segundo franquismo
El inmovilismo político de los sesenta
Pese a los profundos cambios económicos y sociales de la década de los sesenta, el inmovilismo (la ausencia de cambios importantes), caracterizó a la política del segundo franquismo.
En 1963, el gobierno creó el Tribunal de Orden Público (TOP): un organismo estatal dedicado específicamente a la represión de los llamados “delitos políticos”. La policía secreta, conocida como Brigada Político-Social (BPS), hacía las detenciones en manifestaciones, huelgas o de manera individual a objetivos precisos, y luego el Tribunal de Orden Público procesaba y condenaba a los acusados. Los delitos imputados más comunes eran por asociación ilícita y por propaganda ilegal.
Algunos ejemplos de la represión de los sesenta fueron:
- En 1963, un militante clandestino del Partido Comunista, Julián Grimau, fue ejecutado por delitos cometidos en la guerra civil. Las protestas internacionales fueron generalizadas.
- En 1962, tras pedir España la adhesión a la CEE, un grupo de representantes de la derecha liberal que vivían en el exilio se reunieron en Munich y pidieron que no se admitiera a España hasta que no se estableciera en el país un régimen democrático basado en las libertades políticas. La prensa franquista organizó un enorme escándalo contra lo que se vino a denominar el Contubernio de Munich.
Por otro lado, el régimen aplicó pequeños cambios legislativos. Sin embargo, estos no modificaron la esencia dictatorial del régimen:
- La Ley de Prensa (1966). Fue aprobada por el entonces ministro de Información, Manuel Fraga. Aunque levantó algo la presión de la censura, no significó ningún avance significativo para la libertad de opinión ni expresión de la oposición.
- La Ley Orgánica del Estado (1966). Fue la última de las Leyes Fundamentales del Movimiento. En ella se consolidó la organización estatal del régimen que ya existía de facto y se crea la figura de Presidente de Gobierno (nombrado por el Jefe de Estado). Sin embargo, esto no se implementó hasta 1972, cuando Franco tuvo la necesidad de nombrar un sucesor.
Algunos cambios en el escenario político
Algunos elementos nuevos que luego tuvieron trascendencia fueron:
- La renovación de la Iglesia católica en el Concilio Vaticano II llevó al alejamiento entre la Iglesia y el régimen franquista. Las tensiones fueron creciendo entre los que habían sido estrechos aliados.
- En 1959, un grupo de jóvenes abandonaron el PNV y crearon ETA, Euskadi Ta Askatasuna, (Patria Vasca y Libertad). Esta nueva organización nacionalista radical optó unos años después por aplicar tácticas terroristas.
- Las reivindicaciones de las huelgas fueron pasando poco a poco de cuestiones laborales (se pedían mejoras en los salarios y las jornadas de trabajo) a la denuncia política (se exigían libertades sindicales y políticas).
Una creciente oposición
Los últimos años de los sesenta y los primeros de los setenta vinieron marcados por un fuerte crecimiento de la oposición en en las universidades y en las fábricas, donde había renacido un sindicalismo clandestino.
En ese contexto tuvo lugar el primer atentado de ETA (Euskadi Ta Askatasuna), una organización terrorista que peleaba por la autonomía de la nación vasca en España. La respuesta fue una represión indiscriminada que, de hecho, provocó el aumento del apoyo social a la banda.
Un momento clave fue la celebración en 1970 del denominado “juicio de Burgos” ante una corte militar. Seis miembros de la ETA fueron condenados a muerte. Esto desencadenó manifestaciones populares y protestas internacionales. La presión internacional llevó a que finalmente las condenas fueran reducidas.
- Puede servirte: Oposición al franquismo
La división del franquismo
La avanzada edad del dictador y la creciente presión de la oposición llevaron a la formación de dos tendencias dentro del régimen.
- Los "aperturistas" o “continuistas” no cuestionaban la figura de Franco. Defendían la necesidad de aplicar pequeñas reformas en un sentido democrático y parlamentario, con el objetivo de neutralizar algunas de las demandas de la oposición y mantener, a su vez, el poder de los sectores que se beneficiaban del régimen dictatorial. La idea era mantener el control en una situación que estaba marcada por las crecientes tensiones internas, la intensificación de la violencia en las calles y el aumento de la condena internacional.
- Los “inmovilistas”, cuyo núcleo duro era conocido como el "bunker", creían que el régimen no debía ser modificado en absoluto. Creían, además, que a través de las políticas represivas podían mantener el control de la situación. Aquí se agruparon los sectores más extremistas y violentos, contrarios a cualquier cambio.
Economía durante el segundo franquismo
El Plan de Estabilización de 1959
Diseñado por los tecnócratas del Opus Dei, que habían accedido al gobierno en 1957, el Plan de Estabilización fue elaborado siguiendo las indicaciones del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Se trataba, ante todo, de liberalizar la economía y acabar con el período autárquico e intervencionista. Se recortó el gasto público y disminuyó el intervencionismo del Estado, a la vez que se abría la economía exterior, lo que provocó la devaluación de la peseta y la liberalización de inversiones extranjeras.
Las consecuencias se apreciaron en poco tiempo. A partir de 1961, tras reducirse el déficit del Estado y recibir abundantes inversiones del exterior, España inició un acelerado crecimiento económico.
El desarrollo económico de los años sesenta
El período 1961-1973 estuvo marcado por un rápido crecimiento industrial y del sector servicios. La apertura económica al exterior provocó un verdadero aluvión de inversiones extranjeras que llegaron atraídas por los bajos salarios.
El desarrollo industrial desencadenó una intensa migración de mano de obra campesina hacia las ciudades españolas y hacia otras ciudades europeas. A la vez, la agricultura se modernizaba, amplias zonas del interior quedaban desertizadas.
En el terreno comercial, España alcanzó un superávit en su balanza de pagos. El tradicional déficit de la balanza comercial se vio compensado por los ingresos procedentes del espectacular desarrollo del turismo, de las inversiones extranjeras y del dinero que enviaban los emigrantes españoles que ahora trabajaban en otras ciudades europeas.
Para tratar de encauzar el crecimiento económico, el gobierno aprobó a partir de 1963 varios planes de desarrollo. Basados en los incentivos fiscales y en las ayudas estatales, tuvieron un resultado bastante inferior al previsto. La economía siguió creciendo pero la planificación no funcionó. El mejor ejemplo fue el creciente desequilibrio entre las diferentes regiones del país.
En definitiva, el período 1961-1973 estuvo marcado por un gran desarrollo económico, en un marco general de crecimiento de la economía europea y de la economía mundial. Ese contexto exterior favorable permitió abundantes inversiones extranjeras, una masiva llegada de turistas y la eliminación del paro mediante la emigración a Europa.
Sociedad durante el segundo franquismo
Los grandes cambios sociales de los años sesenta
Tras los duros años de la posguerra, en los que España había quedado anclada a un tipo de sociedad arcaica, los años sesenta presenciaron un acelerado cambio social. El crecimiento económico fomentó el incremento de la población que, a su vez, se concentró en las ciudades españolas. Los principales cambios de la sociedad española en esta época fueron:
- Incremento poblacional. Se redujo la tasa de mortalidad y aumentó la tasa de natalidad. Este incremento demográfico tuvo mayor concentración en las ciudades que, además, recibieron la migración de trabajadores desde las zonas rurales.
- Emigración. Se dio una masiva migración de población rural a las ciudades españolas y a ciudades de Europa occidental. Más de un millón de españoles se desplazaron a Francia, Alemania, Suiza, Bélgica y otros países europeos para desempeñar los trabajos que rechazaban los nativos de esos países.
- Desigualdad social. La emigración trajo consecuencias positivas, como la reducción del desempleo en las ciudades españolas o el ingreso de las abundantes remesas enviadas por los emigrantes. A su vez, trajo consigo el desarraigo humano que implica toda emigración y la agudización de las diferencias de riqueza entre las diversas regiones del país.
- Insuficiencia de servicios públicos. El gobierno no aumentó el gasto público que se necesitaba para atender las necesidades de la creciente población urbana, lo que llevó a que los servicios públicos fueran insuficientes. El número de escuelas y hospitales estaba por detrás de las necesidades de la creciente población infantil y juvenil.
- Déficit de viviendas. El crecimiento demográfico urbano provocó unenorme déficit en vivienda que trató de resolverse mediante grandes operaciones inmobiliarias en las ciudades españolas. Estos nuevos barrios nacieron a menudosin equipamientos sociales y urbanos básicos.
La sociedad de consumo
Pese a sus limitaciones, el desarrollo económico propició la aparición de la sociedad de consumo en España. Se extendió el uso de electrodomésticos, la televisión y el automóvil. Para 1969, dos tercios de los hogares tenían televisión y un cuarto de las familias españolas tenían un automóvil.
La sociedad de consumo —caracterizada por el acceso a más información y por una mayor movilidad— trajo, especialmente entre los más jóvenes, una nueva mentalidad que chocaba con el tradicionalismo del régimen:
- Una progresiva relajación en relación a las prácticas religiosas.
- Nuevos hábitos de relación social y nuevas pautas de relación entre varones y mujeres y entre miembros de diferente origen social.
- Modas, costumbres e indumentarias que llegaron a través del turismo.
Los últimos años del franquismo
El general Franco sufría de Parkinson. Ante el avance de la enfermedad, en 1973, Luis Carrero Blanco, un militar partidario del “bunker” y hombre leal al dictador, fue nombrado presidente del gobierno y Carlos Arias Navarro fue nombrado ministro de gobernación.
El nuevo gobierno organizó un juicio, llamado el Proceso 1001, contra dirigentes del sindicato clandestino Comisiones Obreras. Entre los imputados se encontraba el principal líder del sindicato, el comunista Marcelino Camacho.
Durante el último periodo del franquismo, se agudizó el enfrentamiento entre el gobierno y la Iglesia. Ante la amenaza de expulsar de España a Añoveros, obispo de Bilbao que había publicado una pastoral defendiendo la identidad cultural y lingüística del pueblo vasco, el Vaticano contestó con la advertencia de que tal expulsión significaría la ruptura del Concordato y la excomunión de quien lo llevara a cabo.
En septiembre de 1975, tras un juicio militar, fueron condenados a muerte y ejecutados cinco militantes del FRAP (Frente Revolucionario Antifascista y Patriótico, una organización terrorista creada dos años antes) y de ETA. De nuevo, hubo grandes protestas internacionales.
El rey marroquí Hassan II organizó la Marcha Verde, reclamando el Sahara occidental español. En el momento en que se iniciaba la agonía de Franco, el gobierno cedió y, violando el mandato de la ONU, España cedió su antigua colonia a Marruecos y Mauritania.
Finalmente, por su enfermedad, el general Franco murió el 20 de noviembre de 1975.
A su muerte, el gobierno quedó por dos días en manos de un Consejo de Regencia, hasta que se proclamó formalmente el reinado de Juan Carlos I de Borbón, que había sido designado por Franco como su sucesor, seis años antes.
Sin embargo, en los años siguientes, la dictadura perdió fuerza y el apoyo de sectores claves de la población. Por lo tanto, se considera a la muerte de Franco como el fin del franquismo y el inicio de la llamada “transición democrática”.
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- España democrática
- Política internacional del cambio de milenio (1990-2010)
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Referencias
- Juliá, S., García Delgado, J. L., Jiménez, J. C., y Fusi, J. P. (2007). Dictadura. En La España del siglo XX. Marcial Pons Ediciones Historia.
- Martorell, M. y Juliá, S. (2012). La dictadura del general Franco. En Manual de historia política y social de España (1808-2011). RBA Libros.
- Villacañas Berlanga, J. L. (2014) Franquismo. En Historia del poder político en España. RBA Libros.
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