Pensamiento

Te explicamos qué es el pensamiento, cuáles son sus características y sus estructuras fundamentales, y qué tipos existen. Además, su relación con el lenguaje y las emociones.

¿Qué es el pensamiento?

El pensamiento es una actividad mental que permite generar ideas, interpretar la realidad y establecer relaciones entre conceptos. Involucra procesos voluntarios e involuntarios, mediante los cuales las personas construyen representaciones sobre sí mismas, los demás y su entorno.

Se trata de una actividad interna que requiere un esfuerzo cognitivo e implica el funcionamiento coordinado de diversas capacidades como la memoria, la atención, la comprensión, el aprendizaje y el procesamiento de información. 

A través del pensamiento, el individuo puede anticipar consecuencias, resolver problemas, tomar decisiones, imaginar y reflexionar. Todo contenido mental forma parte del pensamiento. Esto incluye tanto ideas y creencias, como recuerdos y emociones, ya que estos elementos se interrelacionan constantemente. La capacidad de pensar depende tanto del desarrollo neuronal de cada individuo como de su experiencia en contextos sociales y culturales. Por ejemplo, el lenguaje es una manifestación elaborada del pensamiento que combina aspectos motores, normas sociales, influencias culturales y situaciones específicas.

Etimología de “pensar”
La palabra “pensar” proviene del latín pensare, que significa “comparar” o “estimar”.

Ver además: Intuición

Características del pensamiento

El pensamiento es una capacidad compleja que puede desarrollarse y enriquecerse a lo largo de la vida. Sus principales características son:

• Es una actividad abstracta de la mente, ya que opera con ideas, conceptos y símbolos.
• Permite crear representaciones mentales a partir de lo que se percibe con los sentidos.
• Depende de múltiples factores, como el desarrollo del sistema nervioso, las habilidades motoras, el crecimiento físico, la maduración neuronal, el lenguaje y el entorno sociocultural.
• Puede mejorarse con la práctica, mediante ejercicios mentales de dificultad progresiva y la incorporación constante de nuevos conocimientos y experiencias.

Ver también: Inteligencia

Estructuras fundamentales del pensamiento

El pensamiento se sostiene sobre cuatro estructuras básicas que permiten representar la realidad, reorganizarla y crear nuevas formas de pensar. Estas son: 

• Imágenes. Son representaciones mentales concretas de hechos u objetos. Se basan en la percepción sensorial almacenada y suelen surgir de forma intuitiva. Por ejemplo, pensar en una bicicleta de la infancia.
  
• Palabras. Son símbolos que representan ideas o hechos, que pueden tener múltiples significados. Permiten representar lo ausente, el pasado, el futuro o lo imposible. Por ejemplo, la palabra “familia” puede tener distintos significados según la cultura, la experiencia personal o el contexto en que se utilice.
  
• Conceptos. Son representaciones mentales universales y abstractas que agrupan objetos o ideas bajo características comunes. Por ejemplo, el concepto de “animal” incluye perros, gatos, caballos, entre otros, porque todos ellos comparten ciertas características esenciales.
  
• Reglas. Son enunciados que relacionan conceptos para formar juicios y razonamientos complejos. Por ejemplo, el enunciado “si llueve, llevo paraguas” es una regla que conecta una condición con una acción consecuente.

Tipos de pensamiento

Según la forma en que se procesa la información, se pueden distinguir distintos tipos de pensamiento. Los principales son:

• Pensamiento analítico. Organiza y descompone la información en partes, conceptos o premisas con el fin de llegar a una conclusión. Se basa en la lógica, el lenguaje y el razonamiento matemático. Por ejemplo, un médico analiza los síntomas de un paciente para encontrar la causa de su enfermedad.
• Pensamiento creativo. Genera ideas nuevas, originales y útiles. Permite ver las situaciones desde otra perspectiva y se puede entrenar. Por ejemplo, una niña inventa un juego con piedras y ramas.
• Pensamiento inductivo. Parte de la observación de casos específicos para obtener una conclusión general. Por ejemplo, una persona observa que varias plantas expuestas al sol crecen más rápido que las que están a la sombra, y concluye que la luz solar favorece el crecimiento de las plantas.
• Pensamiento deductivo. Parte de una idea general para llegar a conclusiones particulares lógicamente válidas. Por ejemplo, una persona parte de la premisa general “todos los peces viven en el agua”, y a partir de ella puede deducir que “el salmón, que es un pez, vive en el agua”.
• Pensamiento crítico. Analiza, compara y evalúa ideas antes de aceptarlas como verdaderas. Es el tipo de pensamiento que se requiere para el desarrollo científico, tecnológico o de investigación. Por ejemplo, antes de compartir una noticia en redes sociales, un joven verifica si la fuente es confiable. 
• Pensamiento convergente. Utiliza la lógica para buscar una única solución correcta a un problema. Por ejemplo, un estudiante resuelve una operación matemática y llega al único resultado posible. 
• Pensamiento divergente. Busca generar múltiples ideas o soluciones posibles para una situación. Por ejemplo, un grupo de estudiantes propone diferentes formas de reutilizar botellas de plástico. 

Puede servirte: Método deductivo

Pensamiento y lenguaje

El pensamiento está vinculado a los conocimientos adquiridos y las capacidades neurológicas, físicas y sociales de cada persona. Por su parte, el lenguaje es un sistema de signos lingüísticos que permite expresar representaciones mentales, compartir ideas y construir significados.

Aunque el lenguaje facilita la expresión del pensamiento, también puede limitarlo. Las diferencias entre idiomas, así como los diferentes significados de una misma palabra, influyen en la forma de pensar y comunicarse. Por eso, se considera que el lenguaje no solo transmite ideas, sino que también condiciona su elaboración.

Para desarrollar la capacidad de pensar, es fundamental mantener la mente activa a través de ejercicios y la incorporación de nuevos conocimientos. La rutina mental puede restringir el pensamiento, mientras que el aprendizaje constante lo estimula y fortalece.

Más en: Lenguaje

Pensamientos y emociones

El pensamiento emocional se refiere a la capacidad de identificar, reconocer y organizar las emociones que surgen en un contexto determinado. Las emociones pueden generar pensamientos, y estos, a su vez, pueden provocar nuevas emociones.

Gestionar adecuadamente las emociones favorece la salud mental, el desarrollo personal y un comportamiento equilibrado. Por el contrario, mantener pensamientos negativos de forma recurrente puede afectar el estado emocional y el bienestar general.

Por eso, para promover una buena salud psicológica, es importante fomentar pensamientos positivos, cuestionar las creencias limitantes y aprender a distinguir si las emociones provienen de estímulos externos o de interpretaciones internas que resultan perjudiciales.

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Referencias

• Garrison, M. (2004). Psicología. McGraw Hill.
• Minici, A., Dahab, J. y Rivadeneira, C. (2017). Influencia del pensamiento comparativo en el malestar emocional. Revista de Terapia Cognitivo Conductual, (30). https://cetecic.com.ar
• Zepeda Herrera, F. (2008). Introducción a la psicología. Pearson.