Te contamos qué es el hedonismo y sus características. Además, su relación con los cirenaicos y los epicúreos.
¿Qué es el hedonismo?
El hedonismo es una corriente filosófica que identifica al bien con el placer y sostiene que este es el fin de la vida feliz, es decir, para los hedonistas la felicidad está en el placer.
La corriente hedonista tiene su origen en las teorías desarrolladas por los filósofos griegos Aristipo de Cirene (435-350 a. C.) y Epicuro de Samos (341-270 a. C.).
Como filosofía del placer, el hedonismo no es un escape de la realidad, sino un pensamiento de la moderación y la tranquilidad del alma. La búsqueda de la felicidad a través de la persecución del placer y la ausencia del dolor son sus dos puntos claves.
Un pensamiento filosófico que se identifica con la búsqueda de un fin último es una concepción teleológica. El hedonismo es una concepción teleológica de la felicidad. Esto permitió que se retomara el pensamiento hedonista en distintos momentos de la historia, por lo que se lo suele dividir en:
- El hedonismo antiguo (siglos IV y III a. C.). Corresponde al pensamiento de Aristipo y Epicuro.
- El hedonismo moderno (siglo XVIII). Corresponde al pensamiento de Jeremy Bentham (1748-1832) y John Stuart Mill (1806-1873).
Puntos clave
- El hedonismo es una corriente filosófica surgida en la antigüedad griega.
- El hedonismo identifica al bien con el placer.
- La palabra “hedonismo” viene de hēdonḗ, que en griego quiere decir “placer”.
- Las dos escuelas más representativas fueron la escuela cirenaica, fundada por Aristipo de Cirene, y la escuela epicúrea, fundada por Epicuro de Samos.
- Ver además: Felicidad
Características del hedonismo
En general, todas las variantes del hedonismo comparten algunos rasgos comunes:
- Lo único bueno por sí mismo (que tiene valor intrínseco) es lo que agrada al espíritu.
- El hedonismo no fomenta el placer sensorial o corporal en sí mismo, sino el placer del bien.
- El placer y el deleite se identifican con el bien.
- El placer es ausencia de dolor y es bueno en sí.
- Un acto es bueno acorde al placer que conlleva.
Historia del hedonismo
El hedonismo como búsqueda del placer y de la felicidad tiene su origen en el mundo griego de la Antigüedad. Para los griegos existían tres concepciones del placer:
- El placer como fin de la vida.
- El placer como estado neutro del estoicismo.
- El placer como génesis del hombre.
Las tres nociones de placer se entrecruzan en las distintas escuelas hedonistas. Las dos más importantes fueron la escuela cirenaica, fundada por Aristipo de Cirene, y la escuela epicúrea, fundada por Epicuro de Samos.
Los cirenaicos y los epicúreos desarrollaron sus ideas a partir del siglo IV a. C. y hasta la llegada del cristianismo al mundo occidental durante la Edad Media. Si bien durante el siglo III existieron algunas comunidades cristianas que se establecieron lejos de las ciudades y adoptaron estilos de vida semejantes a los epicúreos, ya con la llegada de filósofos como San Agustín (354-430) y Santo Tomás de Aquino (1225-1274) la noción de placer cambió.
Las ideas de goce y de exceso viraron, y erradicaron las costumbres hedonistas. La búsqueda de Dios y la búsqueda del placer se diferenciaron al punto de resultar contradictorias, privilegiando el cuidado del alma por sobre el cuidado del cuerpo.
Recién en el siglo XVIII, gracias a Jeremy Bentham y John Stuart Mill, padres del utilitarismo, el hedonismo recuperó cierto protagonismo. Estos filósofos propusieron al placer como un bien en sí mismo.
El hedonismo griego
El hedonismo según Aristipo
Aristipo de Cirene fue un filósofo griego, discípulo de Sócrates, que fundó la escuela cirenaica. Es considerado uno de los antecedentes de la doctrina hedonista.
Para Aristipo, existían dos pasiones: el dolor y el deleite. El dolor era un movimiento causado por una privación de algún tipo y el deleite era la consumación de una necesidad o alegría de un deseo realizado.
Aristipo y los cirenaicos creían que las pasiones venían de un organismo animado. Esto implicaba que los sentidos eran la medida del dolor y del placer. El fin último del ser humano era el deleite corporal, ya que el cuerpo era más receptivo al placer que el ánimo al dolor. A eso se agregaba la idea de la vida feliz como la suma de deleites particulares pasados y futuros.
Sin embargo, para Aristipo la vida feliz radicaba en la prudencia. El placer estaba en satisfacer las necesidades corporales pero no como una inclinación total al deleite, sino como la elección de un deleite sobre otro. Esta elección, además, debía regirse por la virtud de la moderación, tan necesaria para la vida feliz como la prudencia.
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El hedonismo según la doctrina cirenaica se relacionaba con el deleite, las pasiones y el ánimo, atravesados por la prudencia y la moderación.
El hedonismo según Epicuro
Epicuro de Samos fue un filósofo griego que fundó la escuela epicúrea.
Para Epicuro, la felicidad dependía de la carencia de dolor y de perturbación. Lograr esto implicaba alcanzar el estado de ataraxia, que Epicuro definió como “imperturbabilidad”. El placer, por su parte, era una forma de alcanzar la salud del cuerpo y la ataraxia del alma. Epicuro lo definía como el principio y el fin de la vida feliz.
Sin embargo, la felicidad no se lograba solo con satisfacer las necesidades del alma y del cuerpo, sino que había que aprender a lidiar con la razón, que era la facultad que ayuda a rechazar a aquello que priva al ser humano de la tranquilidad. Para ello, el ser humano se bastaba a sí mismo: no le hacían falta las ciudades ni sus instituciones, riquezas u honores.
Así, los principios epicúreos se podían resumir en la idea de que el ser humano solo tenía necesidad de ausencia de dolor en el cuerpo y presencia de placer en el alma. Alcanzar estos dos aspectos implicaba una vida feliz como hombres y mujeres sabios.
El hedonismo según la doctrina epicúrea se relacionaba con la felicidad y con el placer.
Otras formas de hedonismo
Además del hedonismo de Aristipo y el de Epicuro, existieron otras formas:
- El eudemonismo. Aristóteles también creía que el placer, entendido como “bien”, era el medio para la felicidad. Los eudemonistas afirmaban que para ser feliz había que actuar mediando entre la parte animal y la parte mental.
- El libertinismo. El poeta John Wilmot (1647-1680) y el marqués de Sade (1740-1814) creían que cualquier tipo de restricción moral del individuo era innecesaria e iba en contra de la naturaleza del ser humano.
- El utilitarismo. Jeremy Bentham y John Stuart Mill cambiaron la idea de placer y la llevaron al bienestar social de la mayoría de las personas a partir de la idea del placer como algo útil.
- El hedonismo contemporáneo. El filósofo francés Michel Onfray (1959-) es el hedonista actual, que cree que las pasiones del cuerpo tienen que pensarse como herramientas aliadas al desarrollo de las personas.
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Referencias
- Laercio, Diógenes. Vidas de los filósofos más ilustres. Vida de los sofistas. México, D.F.: Editorial Porrúa., 2013.
- Larráyoz, Alejandro Apesteguía. «La lógica de la existencia en los pensadores clásicos: Permanencia y actualidad de Epicuro y de Lucrecio.» Carolina: Humanismo y Tecnología (2007): 74-80.
- Sala, Jorge Francisco Aguilera. «El placer en la filosofía clásica.» Revista de filosofía UNAM (1992): 54-66.
- Epicuro. Obras completas. Edición y traducción de José Vara. Cátedra Letras Universales (2014).
- Onfray, Michel. Las sabidurías de la antigüedad, Contrahistoria de la filosofía I. Editorial Anagrama (2013).
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