Te explicamos qué fue el despotismo ilustrado y cuáles fueron sus características generales. Además, sus consecuencias y los principales monarcas ilustrados.
¿Qué fue el despotismo ilustrado?
El despotismo ilustrado (también llamado despotismo benevolente o absolutismo ilustrado) fue un modelo de gobierno que surgió en Europa en la segunda mitad del siglo XVIII. Su particularidad fue que combinaba el absolutismo del Antiguo Régimen con las ideas filosóficas de la Ilustración, como la fe en la razón.
El pensamiento político del despotismo ilustrado se resumía en la frase “Todo para el pueblo, pero sin el pueblo”. Esto implicaba la aplicación de reformas pensadas para el bienestar de la población pero conducidas por el monarca y sus ministros. Por lo tanto, se trataba de un modelo de gobierno paternalista. Algunos de los principales monarcas ilustrados fueron Federico II de Prusia, Carlos III de España, Catalina II de Rusia, Gustavo III de Suecia y María Teresa y José II de Austria.
Los monarcas ilustrados y sus ministros de confianza promovieron reformas sociales y administrativas, impulsaron la modernización de las ciudades, patrocinaron el arte y la ciencia y fomentaron la educación de sus súbditos y la tolerancia religiosa. Sin embargo, esto no significó una renuncia a los privilegios aristocráticos ni una disminución de la división social. Tampoco contribuyeron a la conformación de un orden republicano, pues los representantes del despotismo ilustrado se oponían a la idea de que el pueblo debía gobernarse por sí mismo, como proponían otros filósofos ilustrados.
Puntos clave
- El despotismo ilustrado fue un modelo de gobierno que combinó el absolutismo monárquico con las ideas filosóficas de la Ilustración.
- El despotismo ilustrado predominó en varias monarquías europeas durante la segunda mitad del siglo XVIII.
- Los monarcas ilustrados impulsaron reformas modernizadoras guiadas por la razón y promovieron la ciencia, el arte y la educación sin abandonar los privilegios aristocráticos.
- Los principales monarcas ilustrados fueron Federico II de Prusia, Carlos III de España, Catalina II de Rusia, Gustavo III de Suecia y María Teresa y José II de Austria.
Ver además: Neoclasicismo
Origen del despotismo ilustrado
El despotismo ilustrado tuvo su inicio en Europa a mediados del siglo XVIII, como consecuencia de la difusión de las ideas de la Ilustración. Las ideas ilustradas, surgidas a finales del siglo XVII y consolidadas en el siglo XVIII, se basaban en la fe en la razón humana para alcanzar el conocimiento y en el progreso como vía para superar las dificultades de la sociedad.
Uno de los fundamentos de la Ilustración era la crítica del absolutismo, es decir, el régimen monárquico vigente en varios países europeos (como Francia) en los que el rey concentraba el poder y gobernaba “por derecho divino”. Muchos filósofos ilustrados rechazaban los privilegios aristocráticos, defendían la existencia de derechos naturales comunes a todos los seres humanos y afirmaban la centralidad de la razón para tomar decisiones que promovieran la felicidad de los individuos.
Sin embargo, estas críticas al régimen absolutista no proponían un cambio violento y revolucionario, sino que apuntaban a un cambio paulatino de las estructuras sociales y administrativas con el objetivo de construir una sociedad más moderna y racional.
Algunos pensadores ilustrados adoptaron posturas constitucionales o liberales, y las ideas ilustradas ejercieron influencia en procesos de cambio político como la independencia de Estados Unidos en 1776 y la Revolución francesa en 1789. Sin embargo, prevaleció la idea de un progreso gradual que influyó a algunos monarcas y altos dignatarios europeos, interesados en promover reformas guiadas por el uso de la razón.
De este modo, surgieron durante la segunda mitad del siglo XVIII una serie de regímenes que hoy se consideran representativos del despotismo ilustrado. La combinación entre el absolutismo y el carácter ilustrado de los monarcas o los ministros que los asesoraban fue lo que motivó a unos historiadores alemanes del siglo XIX a acuñar el término “despotismo ilustrado”.
Ver además: Ilustración
Características del despotismo ilustrado
Si bien la Ilustración fue especialmente influyente en la burguesía, el despotismo ilustrado fue el resultado de la adopción de las ideas ilustradas por parte de algunos aristócratas y monarcas. Los principios del despotismo ilustrado fueron implementados a partir de mediados del siglo XVIII en varias monarquías europeas, como Prusia, Rusia, España, Portugal y Austria.
En Francia, donde las ideas ilustradas eran particularmente fuertes, la debilidad de los monarcas de la época impidió que se aplicaran medidas ilustradas. La pervivencia del absolutismo del Antiguo Régimen llevó en 1789 al estallido de la Revolución francesa, fuertemente influida por el pensamiento ilustrado.
El despotismo ilustrado consistió en una política de reformas y modernización orientada a garantizar el bienestar del pueblo, lo que era considerado una obligación de los monarcas y aristócratas. Se trataba de una visión paternalista del orden político, en la que el rey y sus ministros debían tomar las decisiones para mejorar las condiciones de existencia de los súbditos.
Sin embargo, las reformas ilustradas también apuntaban a mejorar la administración estatal para ampliar la disponibilidad de recursos, engrandecer al Estado y convertirlo en una gran potencia. Tampoco se eliminaron los privilegios de la nobleza y el clero, aun cuando en ocasiones se les impusieron limitaciones.
En términos generales, la modernización implementada por el despotismo ilustrado en la segunda mitad del siglo XVIII consistió en:
- Promoción de las artes y las ciencias.
- Fortalecimiento de la educación de los súbditos.
- Tolerancia religiosa.
- Mayor respeto a algunas libertades civiles, como la libertad de prensa.
- Creación de sociedades económicas (para aplicar el conocimiento al desarrollo económico).
- Reformas en la administración pública.
- Limitación de privilegios de la nobleza y el clero (especialmente en materia de impuestos).
- Creación de academias y sociedades científicas.
- Modernización de las ciudades.
Consecuencias del despotismo ilustrado
El despotismo ilustrado ayudó a modernizar y consolidar el poder de algunas monarquías y brindó un empuje importante a las ciencias y las artes en Europa. Además, contribuyó a esparcir las ideas ilustradas que habían comenzado a ser enunciadas a fines del siglo XVII.
Las ideas ilustradas fueron difundidas por los filósofos y los representantes del despotismo ilustrado. Esto promovió la adhesión de sectores aristocráticos y, sobre todo, burgueses a conceptos derivados de la Ilustración y cercanos al pensamiento liberal y democrático, como la soberanía del pueblo, el orden constitucional y el fin de los privilegios, y la desigualdad social.
El despotismo ilustrado mostró sus limitaciones cuando algunos de los sectores menos favorecidos por el orden monárquico tradicional hicieron uso de los métodos y fundamentos intelectuales de la Ilustración para promover cambios políticos e ideas afines al constitucionalismo, el republicanismo y el liberalismo. De este modo, se fue imponiendo un rechazo a toda clase de absolutismo o despotismo.
El ejemplo más claro fue la Revolución francesa de 1789, que se dirigió contra el régimen absolutista de Luis XVI (si bien sus causas fueron múltiples) y llevó a la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, inspirada en los principios ilustrados.
Por otro lado, el proyecto de algunos monarcas ilustrados se vio interrumpido por los diferentes intereses o personalidades de sus sucesores y por las guerras que siguieron a la Revolución francesa, que enfrentaron a las tropas revolucionarias y al ejército de Napoleón Bonaparte con una serie de coaliciones de monarquías europeas.
Principales monarcas ilustrados
Los principales monarcas ilustrados fueron:
- Federico II de Prusia (1740-1786)
- José I de Portugal (1750-1777)
- Carlos III de España (1759-1788)
- Catalina II de Rusia (1762-1796)
- Gustavo III de Suecia (1771-1792)
- María Teresa (1740-1780) y José II de Austria (1780-1790)
En general, estos monarcas contaban con ministros que también profesaban las ideas ilustradas. Entre estos, se destacaron el marqués de Esquilache, el marqués de la Ensenada, el conde de Campomanes y el conde de Floridablanca en España, y el marqués de Pombal en Portugal.
Sigue con:
Referencias
- Beales, D. (2005). Enlightenment and Reform in 18th-Century Europe. Tauris.
- Domínguez Ortiz, A. (2005). Carlos III y la España de la Ilustración. Alianza.
- Duignan, B. (2023). Enlightenment. Encyclopedia Britannica. https://www.britannica.com/
- Hunt, L., Martin, T. R., Rosenwein, B. H. & Smith, B. G. (2016). The Making of the West. Peoples and Cultures. 5th edition. Bedford/St. Martin’s.
¿Te fue útil esta información?
Sí No¡Genial! Muchas gracias por visitarnos :)