Te contamos qué es la belleza y su significado filosófico. Además, su relación con la estética y el arte.
¿Qué es la belleza?
La belleza es la cualidad de lo que es bello. La rama de la filosofía que estudia la belleza es la estética. Si bien esta es una disciplina joven, fundada durante los siglos XIX y XX, la belleza ha sido objeto de debate filosófico en todas las etapas de la historia del pensamiento.
A menudo se asocia la belleza con aquellos aspectos de las cosas que, al ser percibidos por los sentidos, producen una sensación de placer. Según la definición de lo bello que Platón pone en boca de Sócrates: “Lo bello es el placer obtenido por el oído y la vista”.
Existen numerosas discusiones sobre la naturaleza de la belleza. Quienes consideran que la belleza es objetiva creen que esta es una propiedad de los objetos. Por su parte, quienes consideran que la belleza es subjetiva sostienen que depende de la respuesta emocional de los observadores a distintos estímulos.
La palabra “belleza” viene del latín bellum, que significa “hermoso”, y es el equivalente del griego kalós. Este término también se traduce por “excelencia”, de lo que se desprende una idea de belleza como aquello que demuestra perfección en un determinado ámbito.
Preguntas frecuentes
¿Qué es la belleza?
La belleza es una cualidad de las cosas que se percibe a través de los sentidos y genera placer.
¿Cuál es la rama de la filosofía que estudia la belleza?
La estética es la rama de la filosofía que estudia la belleza.
¿Con qué conceptos se relaciona la belleza?
La belleza se relaciona con el concepto de “excelencia”, ya que las dos palabras provienen del griego kalós.
Ver además: Arte
La belleza en la antigua Grecia
La noción de belleza ha sido un tema recurrente en la filosofía a lo largo de la historia, en particular en la antigua Grecia. Tanto Platón (427-347 a. C.) como Aristóteles (384-322 a. C.), dos de los filósofos más influyentes de aquella época, abordaron el tema de la belleza en sus obras.
La belleza según Platón
En la filosofía de Platón, la noción de belleza aparece en relación con la teoría de las ideas, que afirma que se podrían distinguir dos planos de la realidad: el de los entes sensibles y el inteligible. En este último habitan las ideas, que son entidades a las que solo se puede acceder por medio del intelecto y que funcionan como modelo para todas las cosas.
Platón presenta la belleza como la idea de lo bello en sí (en griego: auto to kaló). Lo bello en sí es una cualidad a la que aspiran todas las cosas, pero que solo alcanzan de manera imperfecta. Ningún ente sensible posee la perfección de una idea. Por eso, para Platón, la belleza absoluta no existe en el plano de lo sensible.
La belleza según Aristóteles
Para Aristóteles, existen tres indicios constitutivos de la belleza: el orden, la simetría y la precisión. Estos indicios, tomados de la matemática, deben moldear de manera externa las cosas que expresa el arte, que suelen ser una imitación de la naturaleza. Esto se debe a que la naturaleza, según la concepción aristotélica, es una fuente de simetría, orden, equilibrio y proporción.
De esta manera, Aristóteles establece una relación entre la belleza, el arte y la naturaleza. Desde su perspectiva, el arte realmente bello es aquel que consigue expresar la verdad de las cosas, es decir, aquel que imita con fidelidad la naturaleza que intenta emular.
La belleza en la filosofía moderna
A principios de la modernidad, la idea de lo bello se vinculó al sentido del gusto estético y al arte. Las reflexiones sobre la belleza y las prácticas artísticas, que habían estado separadas hasta ese momento, se unificaron en una misma búsqueda.
La belleza según Burke
Para Edmund Burke, las ideas de lo bello y lo sublime se fundamentan en la pasión de la autoconservación, asociada a la idea de dolor, y en la pasión de la sociedad, asociada a la idea de placer. Cuando lo experimentado es placer, se está frente a un fenómeno bello o sublime.
Lo bello y lo sublime son dos aspectos diferentes pero complementarios de la experiencia estética. Lo bello produce una sensación de placer suave, agradable y sereno; por su parte, lo sublime provoca asombro, grandeza y, en los casos más extremos, terror.
La belleza según Kant
Immanuel Kant (1724-1804), filósofo alemán y uno de los más destacados pensadores de la modernidad, fue quien desarrolló con mayor profundidad las ideas de lo bello y lo sublime.
Kant presentó sus ideas al respecto en Crítica del juicio, una de sus obras más importantes. Allí asocia la idea de lo bello a la facultad del juicio, que opera entre el entendimiento y la razón.
La facultad de juzgar lo bello consiste en una forma de conocer que no opera por conceptos, sino por la percepción de lo agradable que produce lo bello. Esto es lo que Kant caracteriza como “imaginación en libertad”.
Desde su perspectiva, la belleza es lo que gusta de forma desinteresada, universal y necesaria, lo que se da solo en objetos que no tienen un fin en sí mismos.
Otras concepciones de la belleza
Distintos pensadores desarrollaron diversas concepciones de lo bello no solo en el campo de la filosofía, sino también en el del arte y la cultura. Algunos ejemplos son:
- El romanticismo de Friedrich Schelling (1775-1854), Friedrich Hölderlin (1770-1843) y Novalis (1772-1801) se enfocó en la subjetividad del individuo y en la experiencia emocional. Lo bello se asoció con lo sublime, lo misterioso y lo intenso.
- El idealismo alemán de Georg Wilhelm Friedrich Hegel (1770-1831) consideraba que lo bello era la manifestación sensible del espíritu absoluto en el arte.
- El movimiento esteticista de finales del siglo XIX, con Oscar Wilde (1854-1900) como uno de sus principales exponentes, valoraba la belleza por sí misma y abogaba por el arte por el arte.
- Los movimientos vanguardistas del siglo XX, como el cubismo y el surrealismo, ampliaron y desafiaron las convenciones tradicionales tanto del arte como de la belleza. El énfasis se trasladó hacia la expresión individual y la experimentación artística.
Sigue con:
Referencias
- Aristóteles. (2022). Retórica (Trad. Q. Racionero). Gredos.
- Bowie, A. (1999). Estética y subjetividad. La filosofía alemana de Kant a Nietzsche y la teoría estética actual. Visor.
- Bozal, V. (Ed.). (1996). Historia de las ideas estéticas y de las teorías artísticas contemporáneas. Visor.
- Farré, L. (1949). Los valores estéticos en la filosofía aristotélica. Actas del Primer Congreso Nacional de Filosofía (vol. 3), pp. 1445-1452.
- García Yebra, V. (1990). Poética de Aristóteles. Gredos.
- Kant, I. (1984). Crítica del juicio (Trad. M. García Morente). Espasa Calpe.
- Nápoli, J. T. (2001). El concepto de belleza en Platón: Análisis filológico literario de pasajes de “Hipias Mayor”, “Fedro” y “Simposio” [seminario]. https://www.memoria.fahce.unlp.edu.ar/
- Platón. (1981). Hipias Mayor (Trad. J. Calonge Ruiz). En Platón, Diálogos I. Gredos.
- Schaeffer, J.-M. (1999). El arte de la edad moderna. La estética y la filosofía del arte desde el siglo XVIII hasta nuestros días. Monte Ávila.
¿Te fue útil esta información?
Sí No¡Genial! Muchas gracias por visitarnos :)