Walt Disney

Te explicamos quién fue Walt Disney, cómo construyó su famosa empresa de dibujos animados y qué hay de cierto sobre su congelación después de su muerte.

Walt Disney produjo algunas de las películas animadas más populares del siglo XX.

¿Quién fue Walt Disney?

Walt Disney fue un caricaturista, ilustrador y empresario estadounidense, pionero de la industria del cine de animación y creador de personajes muy populares del entretenimiento infantil, como Mickey Mouse y el Pato Donald. 

Disney fue, junto a su hermano Roy, el fundador de The Walt Disney Company, una de las primeras empresas de animación de los Estados Unidos, convertida con el paso del tiempo en el mayor emporio de entretenimiento infantil del mundo. A lo largo de su historia, esta empresa se dedicó a la producción de algunas de las películas infantiles más populares del siglo XX, así como de una cadena de parques temáticos con presencia en Estados Unidos, París, Japón y Hong Kong.

Las producciones de Disney fueron muy exitosas y le merecieron el reconocimiento nacional e internacional, especialmente en los Premios Oscar de la Academia Estadounidense, que recibió en veintidós ocasiones, lo que lo convirtió en la persona más galardonada en la historia del premio. Muchas de sus películas animadas versionaron relatos tradicionales de los hermanos Grimm (Jacob: 1785-1863; Wilhelm: 1786-1859) o de Hans Christian Andersen (1805-1875).

Disney fue además el inventor de la cámara multiplano para el cine de animación, gracias a la cual podía dar a sus dibujos la impresión de tridimensionalidad. En la actualidad se le considera un ícono de la cultura estadounidense.

La juventud errante de Walt Disney

Walter Elias Disney nació el 5 de diciembre de 1901 en Chicago, Estados Unidos, en el seno de una familia trabajadora. Fue el cuarto hijo de Elias Disney, carpintero, granjero y constructor, y su esposa Flora Call, quien era maestra de escuela.  

Walter, apodado “Walt”, creció en una granja en Missouri a la que su familia se mudó cuando era un bebé. Allí comenzó su formación escolar y desde muy temprano demostró talento en el dibujo y el manejo de los colores

Pronto su padre renunció a la agricultura y mudó la familia a Kansas City, donde Walt y sus hermanos Herbert, Raymond y Roy lo asistieron en su trabajo como repartidor del diario matutino. En ese entonces, Walter comenzó a estudiar ilustración por correspondencia, y más adelante se inscribió en el Instituto de Artes y Diseño de la ciudad. Allí, también, conoció el teatro y el cine, y descubrió su pasión por los vodeviles.

En 1917, la familia volvió a Chicago. El joven dibujante comenzó allí sus estudios secundarios e inició su carrera de dibujante, produciendo caricaturas de apoyo a las tropas estadounidenses en la Primera Guerra Mundial (1914-1918). También, comenzó sus estudios nocturnos en la Academia de Bellas Artes de Chicago.

Al año siguiente, se enlistó en el ejército y fue enviado a Francia como conductor de ambulancias de la Cruz Roja. Poco antes de su llegada el conflicto había finalizado, por lo que Walter regresó a su país y se asentó en Kansas City, donde obtuvo su primer empleo como dibujante publicitario, en el Estudio de Arte Comercial Pesmen-Rubin. 

En esta empresa conoció a su primer socio comercial, el también dibujante Ubbe Ert Iwwerks (1901-1971), mejor conocido como Ub Iwerks, con quien entabló una importante amistad. Cuando a finales de 1920 la empresa se declaró en bancarrota, ambos comenzaron a trabajar en la Kansas City Film Ad Company, donde descubrieron el potencial de la animación. 

Los inicios empresariales de Disney

De la asociación de Walter Disney y Ub Iwerks nació el famoso ratón Mickey.

A comienzos de 1922, Disney y su amigo Iwerks fundaron la efímera Iwerks-Disney Commercial Artists. Usando una videocámara de segunda mano, se dedicaron a producir sketches publicitarios animados para negocios locales. También filmaron una serie de cortometrajes animados humorísticos titulados Laugh-O-gram y el piloto de una serie animada sobre cuentos de hadas.   

Laugh-O-gram tuvo cierto éxito y Disney contrató a otros animadores, para fundar el Laugh-O-Gram Studio. Pero el dinero pronto empezó a escasear y, a pesar del empeño que pusieron en la empresa, Iwerks-Disney Commercial Artists tuvo que ser declarada en bancarrota en 1923.

A mediados de ese mismo año, Disney se marchó a California, donde vivía su hermano Roy. Enfermo de tuberculosis, Roy Disney aspiraba a convertirse en director de cine, por lo que convenció a su hermano Walter de probar suerte en Hollywood. Disney, por su parte, contrató a su amigo Iwerks para reemprender su proyecto de cuentos de hadas animados.

El primer proyecto que emprendieron juntos en esta nueva etapa fue una serie de 56 cortometrajes en torno a Alicia en el país de las maravillas de Lewis Carroll (1832-1898). Bajo el título inicial de Alice's Wonderland, este conjunto de relatos breves animados fue distribuido por una empresa nueva, creada por los hermanos Disney: The Disney Brothers Studio.

El éxito inicial les permitió expandir el equipo, y Disney contrató en 1925 a la dibujante Lillian Bounds, con quien se acabó casando en julio de ese mismo año. En 1933 tuvieron una hija, llamada Diane y, tres años después, adoptaron a una recién nacida y la llamaron Sharon.

El nacimiento de Mickey Mouse

El primer cortometraje animado protagonizado por Mickey fue Plane Crazy en 1928.

En 1927 el equipo de Disney produjo su primer personaje animado de éxito, llamado Oswald el conejo afortunado. Se trataba de un personaje alegre y aventurero, que les trajo un contrato de distribución con Universal Studios. Pero al poco tiempo la productora contrató un equipo de animadores e ilustradores propio, con el que acabó arrebatándole a Disney el control del personaje.

Indignado por esta muestra de deslealtad, Disney decidió crear un nuevo personaje con el que competir con Universal. Tomó de base al propio Oswald y, junto a su amigo Iwerks, lo transformó hasta convertirlo en un ratón, al que inicialmente bautizaron como “Mortimer Mouse”. Sin embargo, a sugerencia de la esposa de Disney, optaron luego por un nombre más sencillo: Mickey (“Miguelito”).

El primer cortometraje animado que este nuevo personaje protagonizó fue Plane Crazy (“Locos por los aviones”) en 1928. Y ese mismo año, Disney registró a Mickey Mouse como su primer personaje oficial. Respecto al origen del personaje, Disney lo explicó mucho después de la siguiente manera:

No puedo decir exactamente cómo surgió la idea. Queríamos un animal diferente. Como habíamos tenido un gato, un ratón nos vino de inmediato a la mente. Nos pareció que a la audiencia, y sobre todo a los niños, les gustan los animales pequeños y ‘tiernos’. Creo que a Charlie Chaplin le debemos mucho cómo salió. Queríamos algo atractivo, y pensamos en un pequeño roedor que tuviera algo de la melancolía de Chaplin: un pequeñín tratando de hacer las cosas lo mejor posible”.

Tomado de Disney & His Worlds (2003). Traducción de Etecé.

A Plane Crazy le prosiguió Gallopin’ Gaucho (“El gaucho galopante”), también en 1928, pero ninguno de los cortometrajes tuvo un éxito particular. Fue entonces cuando apareció The Jazz Singer (“El cantante de Jazz”), el primer filme con sonido sincronizado, y Disney comprendió lo que les faltaba a sus trabajos anteriores. Así, en ese mismo año, apareció el primer gran éxito de su empresa: Steamboat Willie (“Willie y el barco de vapor”).

Protagonizado por Mickey Mouse y su novia Minnie, fue el primer corto de Disney con sonido sincronizado y fue un éxito rotundo. El trabajo sonoro fue en conjunto con el compositor y arreglista estadounidense Carl W. Stalling (1981-1972), con quien Disney inauguró en 1929 una serie de dibujos animados sonoros de inmenso éxito: Silly Symphonies (“Sinfonías tontas”).  

La primera entrega de las Silly Symphonies fue The Skeleton Dance (“El baile de los esqueletos”), el cual fue tremendamente popular. Dibujada por Iwerks y musicalizada por Stalling, fue una pieza muy influyente en su género y a la cual se han hecho numerosas referencias a lo largo de la historia de los dibujos animados.

En Silly Symphonies aparecieron también, en los años posteriores, muchos de los personajes clásicos del universo animado de Disney, como Goofy, Pluto y el Pato Donald.

La era dorada de Disney

Con “Árboles y flores” de 1932, Disney ganó su primer Premio Oscar.

La década de 1930 trajo consigo nuevos retos y nuevas oportunidades para Disney. Iwerks abandonó los estudios para fundar su propia empresa: Iwerks Studio, y junto a él se marchó su antiguo productor, Pat Powers. Disney entonces firmó contrato con Columbia Pictures para distribuir las caricaturas de Mickey Mouse, cuyo éxito internacional iba en aumento. 

La empresa de Disney, sin embargo, iba en aumento. Contrató a nuevos artistas locales, muchos de los cuales integraron años después el grupo de los “nueve ancianos de Disney”, su equipo mayor de dibujantes y animadores. Asimismo, contrató a distintas ilustradoras y guionistas, que hicieron aportes significativos a un sector dominado en ese entonces por los trabajadores masculinos

Entre ellas destacan Bianca Majolie (1900-1997) y Sylvia Holland (1900-1974), las primeras mujeres en ocupar el cargo de artista de guion gráfico en la empresa, así como Mary Blair (1911-1978), contratada en 1940 como supervisora de arte y como mano derecha del propio Disney en las décadas posteriores, o la reportera y aviadora Mary Goodrich (1907-2004), contratada en 1938.

En 1932, Disney dio otro paso en materia de innovación, cuando apareció Flowers and trees (“Árboles y flores”), el primero de sus cortometrajes animados en usar la tecnología Technicolor en tres bandas, abandonando el blanco y negro tradicional. 

El éxito del cortometraje fue enorme: no solo fue un récord en taquillas para la época, sino que en 1933 recibió el primer Premio Oscar de la Academia Norteamericana al mejor cortometraje de animación. A partir de entonces, Silly Symphonies apareció también en colores.

Ese mismo año, Disney presentó el que se considera el cortometraje animado más exitoso de todos los tiempos: Three Little Pigs (“Los tres cerditos”), basado en el célebre cuento de hadas. El filme marcó nuevas cifras récord en taquilla y le ganó al estudio de Disney su segundo Premio Oscar. En medio de un éxito sin precedentes, los estudios agrandaron su nómina en casi 200 personas e inauguraron su “departamento de historias” encargado de dar con nuevos proyectos.

En 1934, Disney emprendió la producción de su primer largometraje, inspirado en otro relato tradicional: Blancanieves y los siete enanitos. Hasta entonces ningún otro estudio se había animado a emprender algo así, e incluso hubo quienes hablaron de “el disparate de Disney”. 

El proyecto costó un millón y medio de dólares. Los animadores de Disney tomaron cursos especializados y llevaron animales vivos al estudio, para garantizar el realismo de sus dibujos. Además, los animadores de Disney desarrollaron la cámara multiplano, una técnica innovadora que permitió a los dibujos adquirir tridimensionalidad. 

Para probar este adelanto, Disney produjo en 1937 otro cortometraje: The Old Mill (“El viejo molino”), con el cual ganó un nuevo Premio Oscar. Y en diciembre del mismo año, lanzó su largometraje, que recibió elogios tanto del público como de la crítica especializada. A comienzos de 1939, el filme había recaudado 6,5 millones de dólares, y se convirtió así en el filme sonoro más exitoso de la historia hasta entonces.

Luego de este gran éxito, Disney comenzó en 1938 la producción de dos nuevas obras maestras: Pinocho y Fantasía, ambas estrenadas en 1940. Aunque fueron ampliamente valoradas por la crítica, estos filmes fueron un fracaso de taquilla, pues el año anterior a su aparición había estallado la Segunda Guerra Mundial. Disney, entonces, decidió mudar sus estudios a Burbank, California.

En los Estados Unidos, se conoce como la Edad Dorada de la animación al período que abarca desde 1928 a 1970, aproximadamente, durante el cual se produjo un notorio auge en las productoras de cine de animación en el país. Empresas como Disney, Warner Brothers, Metro-Goldwyn-Mayer y United Productions, entre otras, incursionaron en el rubro y cosecharon un importante éxito internacional, lo cual coincidió, además, con el ascenso de los Estados Unidos como potencia dominante en Occidente tras la Segunda Guerra Mundial.

Disney y la Segunda Guerra Mundial

Durante el conflicto, Disney se dedicó a hacer propaganda contra el nazismo.

Disney fue un importante actor dentro de la cultura estadounidense durante la guerra. Entre 1939 y 1945 estrenó dos largometrajes posteriores a Pinocho y Fantasía: Dumbo en 1941 y Bambi en 1942, ninguna, sin embargo, trajo consigo el éxito financiero de Blancanieves. Además, una importante huelga de animadores tuvo lugar en 1941 y Disney perdió buena parte de su equipo.

El estudio hizo frente a estos retos trabajando para el gobierno federal, a través de la producción de piezas de propaganda. Cortometrajes como Donald Gets Drafted (“Donald es reclutado”) de 1942, Der Fuehrer’s Face (“La cara del Führer”) de 1943 o Education for Death - The Making of a Nazi (“Educación para la muerte - la creación de un nazi”) del mismo año son ejemplos de la producción propagandística de Disney. 

Esto le permitió a Disney continuar con otros proyectos narrativos, en muchos de los cuales se dedicó a explorar la combinación entre imagen real y animación. Así surgieron Saludos Amigos en 1942 y The Three Caballeros (“Los tres caballeros”) en 1945. Esta experiencia le permitió, en 1948, emprender una serie de documentales titulada True-Life Adventures (“Aventuras de la vida real”). 

El fin de la guerra trajo consigo el clima anticomunista del macartismo y Disney expresó su apoyo a los sectores conservadores de la sociedad. En 1947 declaró ante el Comité de Actividades Antiestadounidenses, acusando a varios de sus antiguos colaboradores de ser agitadores comunistas y afirmando que la huelga sufrida por su empresa en 1941 había sido un intento del izquierdismo por adueñarse de Hollywood. 

En 1949, Disney fundó Walt Disney Music Company y comenzó la producción de La cenicienta, otro exitoso largometraje que apareció en cines al año siguiente y se consideró como el retorno al ruedo de Disney. Fue el filme más taquillero de la empresa desde Blancanieves y los siete enanitos.

Durante la posguerra, además, Disney se percató del potencial de la televisión, que recién comenzaba a hacerse masiva. 

La creación de Disneylandia

El primer parque de atracciones de Disney se inauguró en 1955.

A comienzos de la década de 1950, se estrenó la primera película no animada de Disney, La isla del tesoro, inspirada en el libro de Robert Louis Stevenson (1850-1894). Fue la primera de un conjunto de películas de acción real producidas por el estudio, a las que Disney se dedicó personalmente, delegando la mayoría de sus proyectos animados a su equipo de “Nueve ancianos”. 

Así, mientras se estrenaba en 1951 Alicia en el país de las maravillas y, dos años después, Peter Pan, Disney se dedicó a perseguir otro proyecto empresarial más ambicioso: la construcción de su propio parque de atracciones

Este cometido, que llevaba años planificando, pudo materializarse en 1952 cuando recibió los permisos estatales para la construcción del parque en Burbank, no muy lejos de la ubicación de los estudios Disney. Pero el terreno resultó ser muy estrecho, así que compró nuevos terrenos en Anaheim y reclutó un equipo de diseñadores y animadores para crear la WED Enterprises, compañía dedicada a la construcción del parque.

La construcción de lo que fue el primer Disneylandia comenzó a mediados de 1954, luego de que su equipo inspeccionara casi todos los otros parques de atracciones del país. La idea era contar con un espacio en el que niños y adultos pudieran divertirse, y que estaría compuesto por varias zonas temáticas (“Adventureland”, “Frontierland”, “Fantasyland” y “Tomorrowland”) intercomunicadas por un ferrocarril. 

El parque abrió sus puertas en 1955, en una ceremonia transmitida por televisión a unos 70 millones de espectadores. A partir de ese momento, Disneyland pasó a recibir 20.000 visitantes diarios y, al término de su primer año de funcionamiento, lo habían visitado alrededor de 3,6 millones de personas.

En esa misma época, Disney emitió por primera vez el programa televisivo Walt Disney's Disneyland, a través de la cadena ABC. Se trató de un exitoso show de dibujos animados, cuyos márgenes de audiencia oscilaron el 50 % y que les abrió las puertas a otros programas de Disney, como The Mickey Mouse Club. En los años venideros, este tipo de programas se replicaron en la televisión de otros países. 

Además, en 1956, se creó la empresa Walt Disney Records, para comercializar la música de los filmes y programas de televisión de Disney. 

El emporio del entretenimiento creado por Walter alcanzó así sus máximos niveles de popularidad y rentabilidad, y esto le permitió a Disney dedicarse también a otros asuntos, como ser presidente del comité de Espectáculos de los Juegos Olímpicos de Invierno 1960, de los que diseñó el espectáculo inaugural, a la par que supervisaba los exitosos largometrajes animados de La dama y el vagabundo (1955), La bella durmiente (1959), 101 dálmatas (1961) y La espada en la piedra (1963). 

Otros proyectos de éxito fueron Mary Poppins (1964), El libro de la selva (1967) y el cortometraje Winnie the Pooh en el bosque encantado (1967). Esta última película recibió un Premio Oscar al año siguiente, que le fue otorgado a Disney de manera póstuma.

Muerte y legado de Walt Disney

Walt Disney falleció a los 65 años debido a un cáncer pulmonar.

Disney fue un fumador empedernido durante toda su vida y, superados los sesenta años de edad, las secuelas comenzaron a notarse. En 1966 fue diagnosticado con cáncer de pulmón. Ese mismo año, a los 65 años de edad, sufrió una insuficiencia cardíaca y falleció el 30 de noviembre.   

Al contrario de lo que supone la creencia popular, su cuerpo no fue congelado a la espera de una cura para el cáncer, sino incinerado. Sus cenizas reposan en el Forest Lawn Memorial Park de Glendale, California.

Al momento de su muerte, Disney dejó un imperio del entretenimiento con presencia en el mundo entero, tanto en el cine, la radio y la televisión. En ese entonces, una nueva sede de Disneylandia había empezado a construirse en Orlando, Estados Unidos. Otras se le sumaron en las décadas posteriores, en París, Hong Kong, Tokio y Shanghai. 

La mayoría de los personajes icónicos de Disney sobrevivieron a su muerte y gozan todavía de una enorme popularidad internacional.  

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Referencias

  • Bryman, A. (2003). Disney & His Worlds. Routledge.
  • Crowther, B. (2023). “Walt Disney (American film producer)”. The Encyclopaedia Britannica. https://www.britannica.com/ 
  • Hansen, G. (2016). Walt Disney: Animador y fundador. Trad. María Puchol y Pablo Viedma. ABDO.
  • Houston-Crespo, M. (2021). “La verdad de si Walt Disney está congelado y otros datos curiosos del creador de Mickey Mouse y del lugar más feliz de la Tierra”. CNN en Español. https://cnnespanol.cnn.com/ 
  • Kaiser, L. (2023). ¿Quién fue Walt Disney? Trad. Yanitzia Canetti. Penguin.

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Farías, Gilberto (2 de enero de 2024). Walt Disney. Enciclopedia Humanidades. Recuperado el 5 de noviembre de 2024 de https://humanidades.com/walt-disney/.

Sobre el autor

Autor: Gilberto Farías

Licenciado en Letras (Universidad Central de Venezuela)

Fecha de actualización: 2 de enero de 2024
Fecha de publicación: 2 de enero de 2024

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