Revolución de Mayo

Te explicamos qué fue la Revolución de Mayo, los principales acontecimientos y personajes, sus causas y sus consecuencias.

Revolución de Mayo
La Revolución de Mayo se produjo en el marco de la deposición del rey Fernando VII.

¿Qué fue la Revolución de Mayo?

La Revolución de Mayo fue un conjunto de eventos históricos producidos durante el mes de mayo de 1810 en la ciudad de Buenos Aires, capital del virreinato del Río de la Plata. Estos sucesos dieron inicio al proceso revolucionario que llevó a la disolución del virreinato, la declaración de la independencia de las Provincias Unidas del Río de la Plata (1816) y la conformación de la Nación Argentina.  

Los eventos de la Revolución de Mayo se produjeron en el marco de la deposición del rey de España Fernando VII por el ejército francés de Napoleón Bonaparte. La crisis del Imperio español generó condiciones de inestabilidad política en las colonias, que los habitantes criollos (españoles nacidos en América) aprovecharon para obtener mayor autonomía.

En Buenos Aires, las invasiones inglesas (1806 y 1807) habían llevado a la militarización de la ciudad y la rivalidad entre criollos y españoles peninsulares por el control de las milicias. A su vez, la corta experiencia de libertad de comercio bajo el dominio inglés motivó a los criollos a obtener cada vez más autonomía.

Con el avance del ejército francés en España y la supresión de la Junta Central de Sevilla (que ostentaba el gobierno de las colonias en ausencia de Fernando VII), los criollos de Buenos Aires se reunieron en un Cabildo Abierto y definieron la creación del primer gobierno patrio el 25 de mayo de 1810.

Preguntas frecuentes

¿Qué fue la Revolución de Mayo?

La Revolución de Mayo fue el proceso revolucionario por el cual los criollos del virreinato del Río de la Plata proclamaron el primer gobierno patrio. Es un acontecimiento fundamental de la historia argentina y se lo considera el primer paso del camino a la independencia de España.

¿Quiénes fueron los principales líderes y actores de la Revolución de Mayo?

Entre los líderes y actores principales se encontraban figuras como Cornelio Saavedra, Mariano Moreno, Juan José Castelli y Manuel Belgrano, quienes desempeñaron roles clave en la organización y dirección del movimiento revolucionario.

¿Cuáles fueron las principales causas socioeconómicas que condujeron a la Revolución de Mayo?

Las principales causas incluyeron la militarización de Buenos Aires debido a las invasiones inglesas, el descontento de las clases altas por el monopolio comercial impuesto por la Corona española, y la crisis y disolución del Imperio español tras la deposición de Fernando VII.

¿Cuáles fueron las principales consecuencias de la Revolución de Mayo?

La Revolución de Mayo llevó a la formación de la Primera Junta, el primer gobierno patrio de Argentina, que marcó el inicio del proceso de independencia de España y la búsqueda de mayor autonomía política y económica para las colonias americanas.

Ver además: Unitarios y federales

Causas de la Revolución de Mayo

Entre las principales causas que llevaron a la Revolución de Mayo se encuentran:

  • La militarización de Buenos Aires. Los intentos de ocupación inglesa habían provocado que la ciudad de Buenos Aires quedara armada y organizada con milicias urbanas, lideradas por las familias destacadas. Los sucesos de 1808 y 1809 llevaron a la preponderancia de las milicias criollas por sobre las milicias españolas. 
  • La fragilidad del orden colonial español. Las invasiones inglesas demostraron la incapacidad de la Corona española para actuar en situaciones de crisis y defender a sus colonias. Además, el virrey y las instituciones españolas perdieron autoridad y creció el prestigio de las instituciones criollas, como el Cabildo y los oficiales de las milicias. 
  • El descontento de las clases altas de Buenos Aires. La Corona española monopolizaba el comercio y les prohibía a los comerciantes americanos hacer negocios con empresas inglesas. Además, las reformas borbónicas habían dejado fuera de los altos cargos de gobierno a los miembros de las familias criollas más importantes, lo que provocó disgusto entre las clases altas.
  • La crisis y disolución del Imperio español. La deposición de Fernando VII generó una crisis en el gobierno del imperio colonial. Las colonias americanas formaron juntas de gobierno, que fueron reprimidas por los ejércitos virreinales. La disolución de la Junta Central de Sevilla en España, último bastión de la resistencia española frente al ejército francés, fue el desencadenante que llevó a la revolución.

Contexto histórico de la Revolución de Mayo

En 1776, la Corona española creó el virreinato del Río de la Plata, con la ciudad de Buenos Aires como capital. Estableció el monopolio del comercio entre las colonias y España, lo que generó descontento entre los comerciantes de Buenos Aires, porque se les prohibía el libre comercio con otros reinos, especialmente con Gran Bretaña. 

Además, durante el siglo XVIII, los reyes españoles establecieron las reformas borbónicas, que buscaban reforzar el control español sobre las colonias frente a la creciente autonomía de las familias y autoridades criollas. De esta manera, las familias más importantes de Buenos Aires y otras ciudades americanas fueron apartadas de los altos cargos de la administración colonial. 

En este contexto, a comienzos del siglo XIX hubo una serie de eventos que cambiaron la situación política, económica y social del virreinato del Río de la Plata:

  • 1806 y 1807: Invasiones inglesas. El Imperio británico intentó en dos ocasiones ocupar la ciudad de Buenos Aires. Durante el primer ataque, el virrey Rafael de Sobremonte se fue a la ciudad de Córdoba con las tropas virreinales, y las autoridades porteñas tuvieron que defenderse por sus propios medios. Las principales familias organizaron milicias urbanas y derrotaron a los ingleses. En consecuencia, los vecinos porteños se hicieron conscientes de su poder y de la incapacidad de la Corona española para actuar en defensa de sus colonias.
  • 1808: Invasión francesa de España. El ejército francés de Napoleón Bonaparte invadió el Imperio español, derrocó al rey Fernando VII y designó a José Bonaparte como nuevo monarca de España. Las principales ciudades españolas desconocieron al nuevo rey, organizaron la resistencia y formaron juntas de gobierno autónomas. En Sevilla se creó la Junta Suprema Central, que se declaró soberana de los territorios que no estaban controlados por el ejército francés, entre ellos, las colonias americanas.

En América, esta crisis política fue interpretada como un vacío de poder en el Imperio español. En las ciudades más importantes se proclamaron Juntas de Gobierno locales, pero la Junta Suprema Central española no reconoció su legitimidad.

La situación política de Buenos Aires

En Buenos Aires, luego de las invasiones inglesas de 1806 y 1807, el virrey Liniers comenzó a competir con el Cabildo por el control de las milicias urbanas. Con estas tensiones, se formaron dos grupos políticos principales. 

  • Criollos. Eran los hijos de españoles nacidos en América, que se agruparon bajo el Partido de la Independencia. Ellos querían ganar autonomía respecto de España y para eso buscaban la ayuda de otras potencias europeas, como Inglaterra. A este grupo pertenecían Juan Jose Castelli, Manuel Belgrano, Antonio Berutti y Joaquín Vieytes, entre otros. 
  • Peninsulares. Eran los españoles nacidos en España y otros criollos que se beneficiaban del sistema colonial. Querían formar una junta de gobierno local bajo el control de los españoles. Este grupo estaba liderado por Martín de Álzaga, y entre sus miembros se encontraban Juan Larrea, Antonio de Santa Coloma, Domingo Matheu y Julian de Leyva. 

La asonada de Álzaga

Martín de Álzaga, un comerciante español que había sido héroe en la resistencia contra las invasiones inglesas, dirigió a un grupo de españoles que intentaron deponer al virrey Liniers, con el objetivo de crear una junta de gobierno controlada por los españoles. El 1° de enero de 1809, una delegación de milicias españolas sublevadas rodeó la Plaza Mayor y reclamó la renuncia del virrey. 

Sin embargo, Cornelio Saavedra, comerciante criollo y miembro del Cabildo, se opuso a la destitución del virrey y envió a las milicias criollas contra el grupo de Álzaga, que fue derrotado. De este modo, las milicias de los españoles que participaron en la asonada (protesta violenta) fueron disueltas, y las milicias criollas ganaron poder y autoridad.

Por otro lado, la Junta Central de Sevilla vio con preocupación el apoyo de los criollos al virrey Liniers y decidió sustituirlo por Baltasar Hidalgo de Cisneros. El nuevo virrey llegó a Buenos Aires con el objetivo de reafirmar el predominio español, y para eso disolvió algunas milicias criollas y restituyó aquellas españolas que habían sido disueltas luego de la asonada de Álzaga. Sin embargo, debió ocuparse de los levantamientos que se produjeron en Chuquisaca y La Paz, ciudades del Alto Perú, que intentaron formar juntas de gobierno autónomas. 

Para evitar que los criollos de Buenos Aires tomaran el mismo camino, Cisneros autorizó una mayor libertad comercial: permitió el comercio exterior al por mayor con los ingleses, pero mantuvo el monopolio español sobre el comercio interior y la venta al por menor de mercancías.

La Semana de Mayo

Revolución de Mayo - Cabildo
El Cabildo del día 22 de mayo buscó designar una nueva autoridad política.

El 13 de mayo de 1810, llegó a Montevideo una fragata inglesa con la noticia de que la Junta Central había sido disuelta. En pocos días, la información también llegó a Buenos Aires.

Frente a esto, el virrey Cisneros difundió el 18 de mayo una proclama (un documento oficial en el que se notificaba a la población de situaciones relevantes) en la que pedía a los porteños que se mantuvieran leales a las autoridades virreinales y al rey Fernando VII. También resaltaba la importancia de no llevar a cabo acciones sin acordar con el resto de las provincias del virreinato. 

Sin embargo, Cornelio Saavedra y los criollos que integraban el Partido de la Independencia declinaron la petición del virrey y reclamaron la convocatoria a un Cabildo Abierto. Se pedía una reunión en el Cabildo con la participación de todos los vecinos de la ciudad. El descontento popular y el apoyo de las milicias urbanas a los criollos hizo que el virrey Cisneros y el Cabildo aceptaran el pedido y convocaran al Cabildo Abierto para el 22 de mayo.

Los vecinos de Buenos Aires eran aquellas personas que residían en la ciudad y tenían un alto nivel socioeconómico. La categoría de vecino solo se aplicaba a adultos varones blancos y propietarios de casa, armas y caballos. Esto venía acompañado de prestigio social y pertenencia a la comunidad de las familias más ricas e importantes de la ciudad.

El Cabildo Abierto

El 22 de mayo de 1810 se celebró en Buenos Aires un Cabildo Abierto, con la participación de más de 250 vecinos. Allí, se inició un debate general sobre la continuidad del virrey en su cargo, en el que hubo dos posiciones encontradas:

  • Posición conservadora. El obispo Benito Lué defendía la idea de que, sin importar lo que sucediera en España, mientras hubiera un representante del rey Fernando VII en América, la autoridad recaía en él y tenía derecho a ejercer el gobierno por sobre cualquier criollo. 
  • Posición revolucionaria. Juan José Castelli reclamaba que, desde que el rey Fernando VII había sido capturado por el ejército francés, la soberanía había vuelto al pueblo. Por eso, el pueblo de Buenos Aires tenía derecho de decidir y ejercer el gobierno que considerara apropiado, tal como lo habían hecho los españoles con la formación de juntas de gobierno para resistir a los franceses.

Algunos conservadores aceptaron la idea de que la soberanía recaía en el pueblo, pero sostenían que había que mantener al virrey Cisneros en su cargo y llamar a representantes de las diferentes provincias del virreinato, ya que Buenos Aires no tenía potestad sobre ellas. Sin embargo, el revolucionario Juan José Paso objetó que ante una situación de emergencia como esa, la capital del virreinato podía tomar decisiones hasta que los representantes de otras provincias pudieran reunirse.

Al finalizar el debate, los participantes del Cabildo Abierto hicieron una votación. Como resultado, se eligió la destitución del virrey Cisneros, la delegación de la soberanía en el Cabildo y la formación de una junta de gobierno.

La formación de la Primera Junta

En este contexto, las tensiones entre peninsulares y criollos llevaron a una discordia sobre quiénes debían conformar la junta de gobierno. El 24 de mayo, el Cabildo formó una junta de gobierno bajo la presidencia de Cisneros, integrada por cuatro vocales, dos peninsulares y dos criollos. Las autoridades españolas la aceptaron, ya que restituía el mando de las milicias y el poder político a Cisneros como presidente de la nueva junta.

Sin embargo, los revolucionarios presionaron a los dos vocales criollos para renunciar a la junta y lograr la creación de un gobierno que no estuviera controlado por los peninsulares. La noche del 24 de mayo, ante la presión popular, el Cabildo aceptó las renuncias.

El 25 de mayo, los criollos revolucionarios se juntaron en la Plaza Mayor y exigieron la formación de un gobierno que excluyera al virrey Cisneros. El Cabildo y Cisneros intentaron resistir estas demandas, pero la agitación popular y la presencia de las milicias criollas los llevaron a aceptar los reclamos. 

Finalmente, el virrey Cisneros renunció y se conformó una junta provisional de gobierno, que posteriormente se conoció como Primera Junta. La Primera Junta estaba conformada por:

  • Presidente: Cornelio Saavedra.
  • Secretarios: Mariano Moreno y Juan José Paso.
  • Vocales: Manuel Belgrano, Juan José Castelli, Manuel Alberti, Miguel de Azcuénaga, Juan Larrea y Domingo Matheu (comerciantes librecambistas de origen español).

La “máscara de Fernando”. La Primera Junta se proclamó autónoma respecto del Consejo de Regencia, el órgano de gobierno español que sustituyó a la Junta Central de Sevilla, pero, a su vez, juró fidelidad a Fernando VII. De esta manera, los criollos buscaban demorar la reacción española, porque no se proclamaba la independencia. Esta estrategia fue utilizada en rebeliones de las colonias americanas y los historiadores la llaman la “máscara de Fernando”.

El gobierno de la Primera Junta

Al asumir el gobierno, la junta debía enfrentar dos problemas principales. Por un lado, tenía que lograr que el resto de las provincias que conformaban el virreinato se integraran al proceso revolucionario, reconocieran la nueva autoridad y enviaran representantes para formar el nuevo gobierno. Por otro lado, debía preparar a las milicias para enfrentarse a la reacción española, que buscaría recuperar el control del virreinato. 

Las provincias de Jujuy, Salta, Tucumán, Catamarca, La Rioja, San Juan, Santiago del Estero, Santa Fe, Misiones, Corrientes y Entre Ríos reconocieron de inmediato a la nueva junta de gobierno. Mendoza lo hizo unos meses más tarde, luego de que Buenos Aires enviara tropas para asegurar su adhesión al proceso revolucionario. 

En Córdoba, el antiguo virrey Santiago de Liniers inició un movimiento contrarrevolucionario que resistió militarmente a las tropas de la Primera Junta. Sin embargo, esta contrarrevolución duró poco y culminó con el fusilamiento de Liniers.

De las provincias del Alto Perú, solo Cochabamba reconoció a la junta de gobierno, mientras que La Paz, Chuquisaca, Potosí y Charcas negaron su adhesión, al igual que Paraguay y Montevideo. 

Ante esta situación, la junta de gobierno decidió enviar dos expediciones militares: una en dirección al Alto Perú y otra en dirección a Paraguay. De esta manera, comenzó la guerra de independencia.

Importante: la Primera Junta es considerada en Argentina como el primer gobierno patrio, porque fue la primera institución de gobierno que estuvo conformada por criollos. Este hito marca el comienzo del proceso que llevó a la independencia de España y la creación de la Nación Argentina.

Los ideales de la Revolución de Mayo

Muchos de los actores revolucionarios de la Revolución de Mayo defendían los ideales políticos y sociales de la Ilustración. La Revolución francesa de 1789, que condujo al derrocamiento de la monarquía y la declaración de los derechos universales del hombre bajo los ideales de Libertad, Igualdad y Fraternidad, fue un antecedente clave para las ideas revolucionarias en la América colonial.

Uno de los defensores de este pensamiento revolucionario fue Mariano Moreno, que sostenía que era necesario sustituir los viejos ideales de monarquía española por conceptos más modernos, como el de soberanía popular que había inspirado la Revolución francesa y la independencia de Estados Unidos. 

El papel de la Iglesia católica

Revolución de Mayo
Los curas y frailes se mostraban en su mayoría favorables al nuevo orden.

El rol del clero en este conflicto fue ambiguo. Por un lado, la postura oficial de la Iglesia americana fue de condena a los revolucionarios y lealtad al orden monárquico. En Buenos Aires, en el Cabildo Abierto, el obispo Benito Lué tomó una postura realista y defendió la permanencia del virrey Cisneros en las juntas de gobierno. 

Por otro lado, muchos curas y frailes se mostraron a favor del nuevo orden, y los revolucionarios continuamente insistieron en políticas conciliatorias en materia religiosa, al reconocer el influjo de la Iglesia en la cultura de la América colonial como un factor humano decisivo.

Consecuencias de la Revolución de Mayo

Entre las principales consecuencias de la Revolución de Mayo se encuentran: 

  • La disolución del orden colonial en los territorios del virreinato del Río de la Plata y su fragmentación en circunscripciones pequeñas ligadas a la ciudad principal de cada provincia. 
  • El inicio de las guerras de independencia, que llevaron a la creación de cuatro Estados nacionales diferentes: Argentina, Uruguay, Bolivia y Paraguay.
  • La formación de un nuevo orden político, económico y social, basado en el predominio de la oligarquía, el libre comercio, la libre expresión y la exportación agropecuaria. 

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Referencias

  • Chiaramonte, J. C. (2008). Autonomía e independencia en el Río de la Plata, 1808-1810. Historia Mexicana, vol. LVIII, núm. 1, julio-septiembre, 2008, pp. 325-368.
  • Herrero, F. (Comp.). (2004). Revolución. Política e ideas en el Río de la Plata durante la década de 1810. Ediciones Cooperativas.
  • Lynch, J. (1976). Las revoluciones hispanoamericanas, 1808-1826. Ariel.

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Kiss, Teresa (24 de octubre de 2024). Revolución de Mayo. Enciclopedia Humanidades. Recuperado el 5 de noviembre de 2024 de https://humanidades.com/revolucion-de-mayo/.

Sobre el autor

Autor: Teresa Kiss

Profesorado de Enseñanza Media y Superior en Historia (Universidad de Buenos Aires)

Fecha de actualización: 24 de octubre de 2024
Fecha de publicación: 16 de marzo de 2017

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