País democrático

Te explicamos qué es un país democrático, cuáles son sus características y qué derechos y libertades garantiza. Además, algunos ejemplos.

Sala del Senado de México
En un país democrático las decisiones son tomadas por representantes del pueblo. [Imagen: Octavio Hoyos].

¿Qué es un país democrático?

Un país democrático es aquel que se organiza políticamente según el principio del “gobierno del pueblo”. La palabra democracia tiene un origen griego y está formada por los vocablos demos (pueblo) y kratos (poder), que hacen referencia a un ordenamiento político y social centrado en la toma de decisiones por el conjunto de los ciudadanos.

En un país democrático moderno, las decisiones las toman representantes políticos elegidos por los ciudadanos en elecciones libres, por lo que se trata de un modelo de democracia indirecta o representativa. La participación a través del sufragio confiere legitimidad a los representantes elegidos para la presidencia, la legislatura u otros cargos políticos, y la presencia de distintos partidos políticos en el Parlamento permite que tengan voz y voto las distintas tendencias ideológicas y políticas de la sociedad.

La democracia tuvo su origen en el siglo VI a. C. en la antigua Grecia, en la ciudad de Atenas. Allí se practicaba un tipo de democracia directa, en la que los ciudadanos de la polis (ciudad-Estado) participaban directamente en la asamblea en la que se deliberaba sobre los temas que eran de interés general. Sin embargo, en aquel entonces solo los hombres libres y atenienses tenían derecho a la participación política, lo que dejaba afuera a los esclavos, las mujeres y los metecos (extranjeros que residían en Atenas).

Los gobiernos democráticos de la actualidad distan mucho de la organización política ateniense y apuestan más bien por la democracia representativa, el estado de derecho, la igualdad ante la ley, la división de poderes, el pluripartidismo, la celebración de elecciones libres y la adhesión a los acuerdos internacionales en materia de derechos humanos. Muchos de estos principios son herederos de la consigna “libertad, igualdad, fraternidad” proclamada durante la Revolución francesa (1789) y del pensamiento republicano que llevó a la redacción de la Constitución de Estados Unidos en 1787 y a la formación de las repúblicas hispanoamericanas a lo largo del siglo XIX.

Puntos clave

  • Un país democrático es aquel en el que la soberanía reside en el pueblo, que elige a sus representantes mediante elecciones libres.
  • En un país democrático rigen el estado de derecho, la división de poderes, el pluripartidismo y el respeto a los derechos humanos.
  • Las democracias impulsan la igualdad ante la ley y las libertades de expresión, de prensa y de asociación.
  • Los países democráticos se dividen en repúblicas (como Argentina, Estados Unidos y México) y monarquías parlamentarias (como España, Reino Unido y Suecia).

Características de un país democrático

Algunas de las características de un país democrático son:

  • Estado de derecho. La principal garantía para el funcionamiento de una democracia es la existencia de un régimen legal que garantice la igualdad de los ciudadanos ante la ley, salvaguarde los derechos fundamentales y libertades políticas, e imponga límites al poder del Estado. Esto se logra generalmente mediante la promulgación y el respeto de una Constitución.
  • Elecciones libres. La democracia representativa se basa en el voto popular para los cargos legislativos (integrantes del Parlamento) y para la jefatura del gobierno (presidente o primer ministro), a través de comicios libres y transparentes en un marco de pluripartidismo.
  • Libertades civiles y políticas. Un gobierno democrático debe respetar una serie de derechos y libertades consagrados en la Constitución, como la libertad de expresión, de prensa, de asociación y de culto, o el derecho al sufragio, a presentarse como candidato y a un juicio justo.
  • Deberes cívicos. Los ciudadanos de un país democrático no solo gozan de derechos y libertades, sino que también asumen deberes cívicos inalienables, como el respeto a las instituciones públicas y privadas, el compromiso con la tolerancia y el diálogo, la participación en los procesos políticos y el cumplimiento de la ley.
  • División de poderes. La separación de las ramas del Estado en tres poderes independientes entre sí (ejecutivo, legislativo y judicial) garantiza un equilibrio que se sostiene en la mutua vigilancia y contribuye a evitar los abusos de poder.
  • Legitimidad del poder público. La legitimidad de los dirigentes políticos se basa en su adecuación a las bases legales de la nación, contempladas en su Constitución. En ello radica su capacidad para ser acatados por los ciudadanos sin necesidad de aplicar la coerción de manera sistemática. En una democracia, ningún poder público puede transgredir esta normativa sin hacerse ilegítimo en el proceso.
  • Justicia independiente. Si bien no existe un sistema jurídico infalible, la democracia debe velar por la ecuanimidad y transparencia de los procesos judiciales civiles y penales. Para ello, debe ser garantizada la independencia del poder judicial respecto al poder político y los grupos de interés.
  • Derechos humanos. El respeto a los derechos humanos es un objetivo fundamental de los países democráticos, y debe ser garantizado por el Estado en concordancia con los principios reunidos en documentos internacionales como la Declaración Universal de los Derechos Humanos de la ONU (Organización de las Naciones Unidas). Por ejemplo, el derecho a la vida, a la seguridad, a la libertad, al trabajo y a no padecer discriminación y violencia.

Estado de derecho

País democrático
En un país democrático todos los habitantes están sometidos a la ley.

Para que exista una democracia en sentido pleno es indispensable que esté garantizado el estado de derecho, es decir, que todos los habitantes del país estén sometidos incondicionalmente a lo que dicta la ley. Esto significa que ni el gobernante puede declararse por encima de la ley (como sucede en las monarquías absolutas) ni una mayoría política puede emplear las instituciones del Estado para llevar a cabo una acción ilegal con la justificación de tener una representación predominante en el gobierno.

El estado de derecho suele estar garantizado por la existencia de una Constitución, que establece las garantías, derechos y libertades de los ciudadanos. De esta forma, se ponen límites al ejercicio del poder político para evitar abusos contra los ciudadanos. En definitiva, sin un estado de derecho la democracia se convertiría en una especie de dictadura.

Elecciones libres

País democrático
Las elecciones deben ser libres, transparentes, universales y secretas.

La celebración de elecciones libres es uno de los requisitos para vivir en una democracia. Si bien no es una condición suficiente, pues debe convivir con otras libertades y derechos, su ausencia es un claro indicador de la inexistencia de un sistema democrático o de la ilegitimidad de los poderes públicos. Un país democrático elige, reelige o cambia periódicamente sus autoridades para asegurarse de que sean siempre representativas de la voluntad popular.

Mediante el sufragio se elige a los miembros del poder legislativo y del poder ejecutivo. Los mecanismos pueden variar según el modelo de cada país. Los más frecuentes son:

  • Democracia parlamentaria, en el que los ciudadanos eligen a los miembros del Parlamento y estos eligen al primer ministro o presidente del gobierno.
  • Democracia presidencialista, en el que los ciudadanos eligen directamente tanto a los miembros del Parlamento como al presidente que ocupará la jefatura del gobierno.

Para ser verdaderamente democráticas, las elecciones deben ser libres, transparentes, universales y secretas, y no estar sujetas a ningún tipo de coerción, amenaza o manipulación por parte del gobierno ni de organizaciones públicas o privadas de ninguna índole.

Libertades y derechos

País democrático
Un gobierno democrático debe promover la libertad de prensa.

La libertad de expresión, la libertad de prensa y la libertad de información son fundamentales para el ejercicio de una democracia. Los ciudadanos deben poder expresar libremente sus ideas y puntos de vista sin temor a represalias o persecución del Estado ni de ninguna fuerza política.

Un gobierno democrático debe promover la libertad de prensa y nunca perseguir o silenciar las voces que le resulten incómodas. Los ciudadanos de una democracia deben poder elegir sus fuentes informativas según su propio criterio o parecer.

Además, en un país democrático, los ciudadanos deben poder asociarse libremente, tanto en asociaciones públicas como privadas, siempre y cuando estas se dediquen a actividades lícitas. Esto incluye asociaciones de carácter político (como partidos políticos) o vinculadas con la lucha por derechos y determinados puntos de vista sobre cualquier materia (como Organizaciones No Gubernamentales u ONG). También puede tratarse de grupos que defienden sus derechos y libertades económicas o se dedican a actividades de índole cultural, recreativa o religiosa.

Otros derechos y libertades incluyen la libertad de culto, el derecho a un juicio justo, el derecho al sufragio y el derecho de cada ciudadano a presentarse como candidato en elecciones o acceder a cargos públicos, siempre y cuando cumpla con los requisitos básicos.

Derechos humanos. En la actualidad, un país democrático debe garantizar el respeto de los derechos humanos para asegurar una convivencia pacífica. Estos derechos abarcan a todas las personas, sin distinción, e incluyen el derecho a la vida, a una educación, a la vivienda, al trabajo y a la alimentación.

Los derechos humanos están recogidos en la Declaración Universal de los Derechos Humanos (1948), entre otros documentos, y su vulneración se considera un crimen imprescriptible.

División de poderes

Los países democráticos modernos mantienen separados los tres poderes del Estado para garantizar que funcionen de manera independiente y se controlen recíprocamente. El objetivo de la división de poderes es evitar las arbitrariedades y poner límites al ejercicio del poder político.

Los tres poderes de un Estado democrático son:

  • Poder ejecutivo. Conduce el gobierno y ejecuta las leyes.
  • Poder legislativo. Crea, aprueba y deroga las leyes.
  • Poder judicial. Administra la justicia y vigila el cumplimiento de las leyes.

Sigue con:

Referencias

  • Bobbio, N., Matteucci, N. y Pasquino, G. (Dirs.). (2015). Diccionario de política. Siglo XXI.
  • Dahl, R. A. (2022). La democracia. Ariel.
  • Dahl, R. A., Froomkin, D. y Shapiro, I. (2024). Democracy. Encyclopedia Britannica. https://www.britannica.com/
  • Lijphart, A. (2012). Modelos de democracia. Formas de gobierno y resultados en 36 países. Ariel.
  • Sartori, G. (2007). ¿Qué es la democracia? Taurus.

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Gayubas, Augusto (25 de octubre de 2024). País democrático. Enciclopedia Humanidades. Recuperado el 5 de noviembre de 2024 de https://humanidades.com/pais-democratico/.

Sobre el autor

Autor: Augusto Gayubas

Doctor en Historia (Universidad de Buenos Aires)

Fecha de actualización: 25 de octubre de 2024
Fecha de publicación: 16 de marzo de 2017

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