Te explicamos qué es un mapa mental, para qué sirve y cómo es su estructura. Además, sus características y pasos de elaboración.
¿Qué es un mapa mental?
Un mapa mental es un diagrama que explica un concepto, una idea o un tema. Este diagrama utiliza palabras, colores, imágenes y líneas para representar los diversos aspectos del tema principal y su relación entre sí.
Un mapa mental es jerárquico, es decir que ordena las ideas de la más central y general a las más secundarias y específicas.
Estos diagramas facilitan la comprensión de temas complejos: puede utilizarse para persuadir a un público de una idea, al explicar las razones lógicas que sostienen esa idea.
Un buen mapa mental debe ser visualmente atractivo, ordenado y claro para facilitar la transmisión de la información.
Ver además: Diagrama de flujo
¿Para qué sirve un mapa mental?
Un mapa mental puede estar diseñado con uno o más objetivos:
- Retener gran cantidad de información comprimida en pocas palabras y símbolos.
- Explicar en forma simple y en poco espacio visual un tema complejo.
- Facilitar la expansión de la memoria.
- Estructurar hechos, razonamientos y pensamientos complejos.
- Facilitar el proceso de aprendizaje, memorización e incluso creación.
Estructura de un mapa mental
La estructura de un mapa mental siempre es concéntrica: va de lo más general a lo más particular.
En el centro de un mapa mental se encuentra el concepto que se desarrollará en el mapa. A partir de este centro se extienden ramificaciones hacia las nociones clave o características principales del concepto central.
De cada una de esas ramificaciones pueden extenderse subramificaciones que contengan información más específica.
Imágenes
Las imágenes son una forma rápida y eficiente de fijar información en la memoria y asociarla a otros conceptos.
Un mapa mental siempre tiene al menos una imagen central que ilustra o representa el concepto principal. Además, cada una de las ramificaciones principales puede tener una imagen específica.
Líneas
Las líneas deben mostrar claramente las relaciones lógicas entre el concepto principal, las ideas secundarias y las ideas terciarias.
Es importante evitar que las líneas se crucen para mantener la claridad del mapa mental. La importancia de un tema puede ilustrarse con el grosor o color de la línea que lo une al concepto principal.
Colores
Los colores tienen tres funciones. Por un lado, pueden utilizarse para que el mapa mental se vuelva más atractivo visualmente.
Por otro lado, en un mapa mental donde no se utilice mucha variedad de colores, pueden utilizarse únicamente para resaltar palabras o frases específicas y marcar su importancia.
Por último, se pueden utilizar colores como código: todas las frases o palabras que presenten un mismo color se relacionan entre sí conceptualmente.
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Palabras clave
En los mapas mentales son preferibles las palabras específicas antes de las frases completas. Un mapa mental puede ser explicado oralmente, pero la información allí presente debe ser resumida y concisa.
Las palabras clave deben elegirse por su claridad y exactitud con respecto al concepto o característica que representan: no deben dar lugar a confusión.
Evita la redundancia
En un texto extenso puede explicarse la misma idea de diferentes formas. Por el contrario, la estructura de un mapa mental permite seleccionar conceptos o palabras clave y ninguna puede ser sinónimo de otra.
De esta forma, al momento de estudiar o explicar un tema, se evita perder el tiempo con diversas versiones del mismo concepto.
Pasos para elaborarlo
- Elegir un tema concreto para desarrollar, que sea amplio pero con límites precisos.
- Ubicar el tema en el centro del papel o pantalla y elegir una imagen o símbolo que lo represente.
- Elegir un número limitado de aspectos o características del tema principal. Ordenarlas por importancia. Anotar cada uno de los aspectos o características alrededor del centro, comenzando por la más importante, siguiendo el movimiento de las agujas del reloj. Cada una de estas características debe estar identificada por una palabra clave y/o imagen.
- Unir cada una de ellas a la palabra central con una línea.
- En caso de que sea necesario, anotar datos más específicos de las ideas secundarias a través de ramificaciones.
Estilo y creatividad
Además del orden lógico de los elementos de un mapa mental, cada mapa puede tener su propio estilo. El uso de colores y diversos tipos de líneas será elegido dependiendo de la seriedad del tema y la personalidad del presentador.
Las palabras clave secundarias pueden escribirse en diversos tipos de letra, rodearse con círculos o cuadrados para destacarlas, etc. El estilo elegido debe tener en cuenta la impresión que quiere darse en un receptor y el uso específico que se dará al mapa.
Usos de un mapa mental
Los mapas mentales pueden utilizarse en diversos contextos:
- Estudio. Los estudiantes utilizan mapas mentales para resumir un tema y facilitar su estudio y memorización. Dado que en este caso el mapa mental es utilizado por la misma persona que lo diseña, tendrá en cuenta los elementos que favorecen su propio aprendizaje, como las imágenes, el color o las reglas mnemotécnicas.
- Presentaciones laborales. En ámbitos laborales los mapas mentales deben transmitir ideas claras a los receptores. El estilo debe ser formal pero atractivo, para atraer la atención de los colegas.
- Pedagogía. Los docentes también pueden utilizar mapas mentales para explicar un tema a sus alumnos. En estos casos es recomendable recurrir al humor y las imágenes atractivas para retener la atención de los alumnos y, al mismo tiempo, la selección de palabras fáciles de memorizar para facilitar el aprendizaje.
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