Literatura Medieval

Te explicamos qué es la literatura medieval, cuáles son sus características y cómo se la clasifica. Además, sus principales temas, obras y autores.

¿Qué es la literatura medieval?

La literatura medieval es la producción literaria de los pueblos europeos que fue escrita durante la Edad Media, es decir, durante el período histórico comprendido entre los siglos V y XV, aproximadamente. Se trata, por lo tanto, de una tradición literaria diversa, en la que jugó un papel central el imaginario religioso cristiano.

De hecho, durante mucho tiempo se pensó que el medioevo solo había sido una época de oscurantismo y casi desprovista de manifestaciones artísticas, excepto por aquellas producidas por el pensamiento religioso dominante. En aquel momento, la Iglesia era la institución administradora del saber y el poder en Europa: controlaba el acceso del pueblo al arte, los libros y la lectura, perseguía a las culturas populares y castigaba las libertades creadoras.

Sin embargo, estudios posteriores han demostrado que, además de la literatura religiosa, la literatura medieval abarca los destacados ciclos profanos (cantares de gesta, novelas de caballería y poemas de amor cortés, por ejemplo), escritos en distintos lugares de la Europa de la época. Por otro lado, la literatura cristiana es también una fuente importante de obras literarias, que van desde la poesía mística y confesional, hasta el drama religioso y la reflexión teológica.

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Características de la literatura medieval

Las características de la literatura medieval son reflejo de su época, en la que imperaba el orden económico feudal, la cultura religiosa cristiana y una sociedad de castas dividida entre aristocracia, clero y pueblo llano.

Estos rasgos fundamentales de la literatura medieval son los siguientes:

• La anonimia. Un número significativo de las obras producidas durante la Edad Media pertenecen a autores anónimos. Esto puede deberse a que eran producciones colectivas, a que eran rescatadas de la tradición popular o en algunos casos simplemente a que sus autores no tuvieron a bien firmarlas, ya sea por falta de costumbre o por miedo a las represalias de la Iglesia.
• La oralidad. Muchas de las obras medievales fueron creadas para la representación o recitación en vivo, y no para su difusión como textos escritos. Este carácter oral se hace evidente en el predominio general del verso por encima de la prosa.
• El espíritu moralizante. Buena parte de las obras literarias medievales tienen un evidente carácter didáctico o moralizante, es decir, el propósito de instruir a los lectores o a los espectadores sobre las buenas costumbres, el buen comportamiento o los valores religiosos del cristianismo.
• La variedad de géneros. Durante la Edad Media, no hubo un predominio evidente entre los géneros literarios. En sus distintos momentos, florecieron la poesía épica, la poesía lírica, el drama medieval y la poesía mística, entre otras formas literarias.
• La jerarquización estamental. Al igual que la sociedad medieval, la literatura de la Edad Media respondía a tres estratos sociales bien diferenciados: la producción literaria plebeya se conocía como “mester de juglaría”; la eclesiástica, como “mester de clerecía”; y la de las cortes, como “mester de cortesía”.
• El predominio y el ocaso del latín. Inicialmente, las obras medievales se escribieron en latín, lengua en que se dictaba la misa cristiana. Sin embargo, hacia la Baja Edad Media, se inició la escritura literaria en lenguas vernáculas, o sea, en las variantes nacionales del latín que se hablaban en las distintas regiones europeas.

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Clasificación de la literatura medieval

Desde un punto de vista temporal, la literatura de la Edad Media abarca dos etapas distintas:

• La etapa medieval. En esta etapa, predominan el romance y las coplas juglarescas, con influencia marcada de lo popular y lo rural; y su contrapartida religiosa, como los actos sacramentales y los tratados teológicos.
• La etapa prerrenacentista. Como su nombre lo indica, es la etapa tardía de la Edad Media, justo antes del Renacimiento. Esta etapa se caracteriza por el afianzamiento de la burguesía y sus nuevas formas de concebir la sociedad y el mundo. En la literatura, esto se reflejó a través de la recuperación del legado grecorromano, las novelas de caballerías y la valorización de las lenguas vulgares nacionales.

Al mismo tiempo, desde el punto de vista de su temática, la literatura medieval se puede clasificar en dos tradiciones:

Literatura religiosa medieval

La literatura religiosa de la Edad Media provino de la Iglesia y del mundo de la cultura cristiana, por lo que reflejaba en buena medida su visión de mundo y sus valores. Durante la Alta Edad Media (s. V-X, aproximadamente), esta literatura cristiana tuvo a algunos de sus más importantes pensadores tempranos, como San Agustín de Hipona (354-430), San Isidoro de Sevilla (560-636) y Anselmo de Canterbury (1033-1109), entre otros.

Más tarde, en la Baja Edad Media (s. XI-XV, aproximadamente), florecieron la teología y la poesía mística cristiana, con autores como Santo Tomás de Aquino (1225 - 1274) y Santa Catalina de Siena (1347-1380).

Entre estas obras de carácter religioso, destacan las reflexiones bíblicas y los bestiarios cristianos, en los que se describe a los animales (reales e imaginarios) con base en los pecados y las virtudes del dogma cristiano. Esta tradición se alimentó en buena medida de la cultura profana, pues muchos de sus demonios y seres malignos eran simplemente versiones cristianas de deidades y leyendas de origen pagano.

Literatura profana medieval

La literatura profana provino del pueblo europeo medieval, es decir, de sus leyendas, mitos, tradiciones e inventiva. En ese sentido, es bastante diversa, ya que abarca desde la poesía amorosa hasta las novelas de caballería, y en general es anónima. Además, posee firmes vínculos con el mundo precristiano (al menos durante la Alta Edad Media), pues heredó en mayor o menor medida el imaginario mitológico de los pueblos paganos.

Así, por ejemplo, el ciclo del Úlster irlandés, con su héroe épico Cú Chulainn, heredó el imaginario celta de la región. Por su parte, la llamada “Materia de Bretaña”, que narra la fundación de los reinos anglosajones y la leyenda del rey Arturo, se creó en algún momento cercano al siglo IX, a partir de las leyendas locales.

Sin embargo, conforme los siglos pasaron, la visión cristiana acabó imponiéndose a esta tradición literaria. En los famosos libros de caballería y cantares de gesta que florecieron durante la Baja Edad Media, los caballeros andantes encarnan la lucha de la cristiandad contra sus enemigos religiosos, como los moros y sarracenos, o incluso contra los propios pueblos paganos, considerados heréticos por la Iglesia.

Principales temas de la literatura medieval

La diversidad de la literatura medieval hace complicado abarcar todos sus temas, ya que se trata de diez siglos de producción literaria proveniente de pueblos y tradiciones muy distintos. Aun así, es posible identificar sus tendencias principales:

• Poesía mística. Se trata de poemas en torno a la experiencia religiosa o el amor a Dios, así como intentos de definirlo o de describirlo en términos metafóricos.
• Hagiografías. Se trata de relatos sobre la vida de los santos de la Iglesia Católica, contados de manera didáctica y moral, como un ejemplo a seguir para la feligresía.
• Bestiarios cristianos. Se trata de compendios de animales y criaturas fantásticas, en los que se los describe moralmente. Algunas criaturas se toman como emblema del pecado, mientras que otras aparecen como emisarios divinos.
• Cantares de gesta. Se trata de poemas épicos de largo aliento, compuestos en verso para ser recitados. Se describen las hazañas de los héroes medievales en contra de enemigos humanos o sobrenaturales, de modo tal que sirvan de modelo para el pueblo y que encarnen los valores tradicionales.
• Novelas de caballería. Se trata de narraciones en prosa en las que se describe la lucha de los caballeros cristianos contra el Islam o los restos de la Europa pagana. Fueron compuestas en su mayoría en la Baja Edad Media y en la etapa prerrenacentista.
• Poemas de amor cortés. Se trata de poesía amorosa que describe los amores de los ciudadanos del vulgo, especialmente de pastorcillos enamorados.
• Dramas medievales. Se trata de obras teatrales con una clara intención moralizante. Eran creadas para el entretenimiento del pueblo y se representaban generalmente en la calle o en el descampado, al aire libre.

Ejemplos de autores y obras medievales

Algunos ejemplos representativos de autores y obras medievales son los siguientes:

• Etimologías (625), de San Isidoro de Sevilla (c. 560-636).
• La canción de Rolando (c. 1060), anónimo.
• Scivias (c. 1141 y 1152), de Hildegarda de Bingen (1098-1179).
• El Caballero de la Carreta (1190), de Chrétien de Troyes (c. 1130- c. 1183).
• Beowulf (c. s. VIII o s. XII), anónimo.
• El cantar de los Nibelungos (c. s. XIII), anónimo.
• El cantar de Mio Cid (c. 1200), anónimo.
• Tristán e Isolda (c. 1210), de Godofredo de Estrasburgo (1180-1215).
• Suma teológica (c. 1265 o 1274), de Santo Tomás de Aquino.
• Libro de buen amor (1330), de Juan Ruiz, arcipreste de Hita (c. 1283-c. 1350).
• Los cuentos de Canterbury (c. 1387-1400), de Geoffrey Chaucer (c. 1343-1400).
• Cancionero (1470), de Francesco Petrarca (1304-1374).
• Diálogo de la Divina Providencia (c. 1475), de Santa Catalina de Siena (1347-1380).
• Los cuatro libros del virtuoso caballero Amadís de Gaula (1508), de Garci Rodríguez de Montalvo (c. 1450-1505).

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Referencias

• Carmona Fernández, F. (2001). La mentalidad literaria medieval. Siglos XII y XIII. Editum.
• Lewis, C. S. (2022). La imagen descartada. Introducción a la literatura medieval y renacentista. Antoni Bosch Editor.
• The Editors of Encyclopaedia Britannica. (2023). Medieval Literature. Encyclopedia Britannica. https://www.britannica.com/