Identidad

Te explicamos qué es la teoría de la identidad y qué filósofos la estudiaron. Además, qué son los principios ontológicos y lógicos de identidad.

La identidad es un conjunto de rasgos que hacen a una persona única y diferente a las demás.

¿Qué es la identidad?

La identidad es un concepto filosófico que se utiliza para marcar la relación de pertenencia o de igualdad de una cosa consigo misma. En el caso de la filosofía, al decir que toda cosa que pueda ser igual a sí misma es idéntica a sí, por “cosa” se debe entender tanto a los sujetos como a los objetos en cuanto son “en sí mismos”.

Al igual que sucede con el concepto de contradicción, el concepto de identidad puede ser examinado desde varios puntos de vista. En general, se utiliza para formular distintos principios. Desde un punto de vista ontológico o metafísico, el concepto de identidad se usa para establecer el principio ontológico de identidad. Desde un punto de vista lógico, en cambio, se utiliza para establecer el principio lógico de identidad

Tanto el principio ontológico de identidad como el principio lógico de identidad parecen tener su origen en la teoría de la identidad surgida en el mundo griego. Esta se relaciona con la idea de la permanencia de un sujeto que siempre es sí mismo, así como con una búsqueda de la propia interioridad (identidad cuyo fundamento, por su parte, puede trazarse a principios lógicos y ontológicos). Por esta razón, muchas veces resulta difícil establecer qué se dio primero, si los principios ontológico y lógico o la teoría de la identidad.

Más allá de estos principios, en general puede hablarse de identidad, tal como señala Aristóteles, en varios sentidos: identidad real, identidad racional o formal, identidad numérica, identidad específica, identidad genérica, intrínseca o extrínseca, identidad causal, identidad primaria o secundaria, etc. Sin embargo, se puede observar que todas ellas terminan por reducirse a dos formas de identidad: la identidad lógica o formal y la identidad ontológica o real

Puntos clave

  • La identidad para la filosofía es la relación de pertenencia de una cosa o entidad consigo misma.
  • Los principios de la identidad son el principio ontológico (metafísico), que afirma que toda cosa es igual a ella misma, y el principio lógico (real), que afirma que para toda entidad lo real y lo concreto son aspectos de una misma concepción.
  • Según Platón, la identidad debe entenderse como la idea de un ser propio que siempre es igual y no cambiante. La identidad de algo es dada por la misma entidad y su esencia, sin que cambie, como sí sucede con las cosas sensibles y temporales

Etimología del término “identidad”

El término “identidad” se expresaba en griego clásico mediante el adjetivo autó (αὐτό), que significa “mismo” o “lo mismo”, y el pronombre to autó (το αυτό), que se traduce como “este”. Ambos equivalen, en latín, a ipse, “él mismo”, o idem, “este”. En todos estos casos, el demostrativo se utiliza para indicar que un sujeto o un objeto son el mismo. 

De esta forma, se señala que un objeto o un sujeto:

  • Es el que está allí y se lo recuerda de la misma manera que en su presencia anterior.
  • Es en sí, siendo por sí mismo o causa de sí, tal como indica Platón al decir que existe “el hombre en sí o de por sí” como idea, ser propio, siempre igual y no cambiante.

Esta concepción etimológica, de origen platónico, utiliza la “autentidad” como forma de identidad para indicar que la identidad de algo es dada por la misma entidad en cuanto es ella misma quien se da su autenticidad y su esencia, sin que su esencia cambie, como sí sucede con las cosas sensibles y temporales.

En cuanto a su etimología latina, la identidad como ipse o idem aparece como un adjetivo o pronombre demostrativo por el que se insiste en indicar que algo es una cosa precisa y diferenciada de otra cosa. “Identidad” se asume como una forma latina tardía de identitas, “la misma entidad”: idem entitas.

Teoría de la identidad

La teoría de la identidad se utiliza para referir a sujetos y a objetos que son “en sí mismos”. Hablar de la identidad del sujeto significa que el sujeto, como subjicere (“yacer” o “poner debajo”), es lo que permanece por debajo, más allá de sus accidentes (que son aquellos atributos que pueden cambiar), y además, permanece siempre igual. 

Esto último implica que lo que era antes es lo que es ahora y lo que será después, más allá de sus atributos accidentales. Que haya “autentidad”, como sostiene Platón, o identidad o “autenticidad”, significa que un sujeto es y es permanentemente en su sustancia o esencia. 

Estos primeros indicios griegos de la identidad, dados en el ámbito de lo cotidiano, tomaron su idea del orden de lo jurídico en relación a causa. La identidad nace por el hecho de ser responsable y, por lo tanto, deber responder por lo que se hace y lo que se dice. 

Esto supone admitir que el sujeto es permanente, siempre es él mismo y, además, es causa de la acción por la que se lo juzga y por la que debe responder. Si el sujeto no fuera el mismo y, por ejemplo, el acusado de un juicio no fuera el mismo de ayer, no se lo podría responsabilizar por los actos cometidos y condenados en el orden de lo jurídico.

El acto de responder por un hecho del que se es causa se origina en el principio lógico de identidad, tal como lo formula Parménides y luego reafirma Aristóteles: “lo que es, es”. Esto significa que el ser debe pensarse como siendo el mismo durante todo el tiempo sin ser lo contrario (de lo que se desprende el principio de no contradicción). 

De este modo, la identidad, como identidad personal u objetual, está fundada en la identidad del ser, aun cuando en el mundo griego todavía no hubiera aparecido la idea de identidad “personal”.

Principios de identidad

La identidad como concepto filosófico puede pensarse desde distintos y variados puntos de vista. Sin embargo, los dos más utilizados y discutidos son el punto de vista ontológico y el punto de vista lógico. De ellos se desprenden el principio ontológico de identidad y el principio lógico de identidad.

  • Principio ontológico de identidad. Afirma que toda cosa es igual a ella misma, en latín: ens est ens.
  • Principio lógico de identidad. Afirma que para toda entidad x, x es igual a sí misma.

La separación de un principio y otro no es sencilla. En general, la historia de la filosofía ha entremezclado e incluso confundido ambos sentidos. Algunos autores sostienen que el fundamento del principio lógico de identidad está en el principio ontológico o que ambos son dos aspectos de una misma concepción que sostiene que lo real es lo idéntico, ya que lo concreto, como un objeto, puede distinguirse de “otro” concreto: no es lo mismo este árbol que aquel

Principio ontológico de identidad

El principio ontológico de identidad dice que toda cosa es igual a ella misma. En latín esto se escribe ens est ens. Algunos autores sostienen que esto se da al aplicar el principio lógico al tiempo. Decir que un objeto es idéntico a sí mismo no es afirmar que una proposición es igual a sí misma, sino que es una afirmación relativa a la naturaleza de un objeto real. De este modo, que una cosa sea igual a sí misma en el tiempo implica que todo el tiempo permanezca como sí misma

Para Kant, la cuestión de la identidad es un postulado trascendental de la razón. En la Crítica de la razón pura, Kant sostiene que la identidad es la actividad de un sujeto que permite identificar distintas representaciones como manifestándose, como siendo dadas, a una unidad que es siempre la misma (idea similar a la noción de un “yo”). 

También Schelling y Hegel continuaron ideas parecidas. Incluso Heidegger sostuvo una idea de la identidad por la cual determinó que esta refiere a una entidad considerada igual a sí misma, que presenta unidad consigo misma. 

Principio lógico de identidad

El principio lógico de identidad dice que para toda entidad x, x es igual a sí misma. Esto se presenta como una tautología lógica que afirma “si p, entonces p”; y también: “p si y solo si p”. Ambas afirmaciones contienen una constante (“si… entonces ....” y ''... si y solo si….”) y una variable proposicional “p”.

La lógica de la identidad se basa no en términos proposicionales sino en equivalencias de pertenencia. Por ejemplo, en lugar de decir “si la luna, entonces la luna”, donde el término “luna” está reemplazando a la variable proposicional p y se refiere a una autoidentificación, la lógica de la identidad puede decir “la luna es el satélite de la Tierra”, estableciendo una identificación o equivalencia entre “la luna” y ser “el satélite de la Tierra”. 

Esto se da porque la lógica de la identidad opera con distintas leyes, como la ley de substituitividad de la identidad (que afirma que dos entidades son idénticas si lo que se afirma de una es verdad de la otra) y la ley de transitividad (que afirma que si dos entidades son iguales a una tercera, son iguales entre sí).

Principio de identidad de los indiscernibles

Un caso particular de los principios de identidad es el formulado por el filósofo alemán Gottfried Wilhelm Leibniz (1646-1716), el principio de identidad de los indiscernibles. También conocida como la ley de Leibniz, el principio de los indiscernibles es uno de los grandes postulados metafísicos del filósofo alemán. 

A grandes rasgos, este principio consiste en negar que dos cosas puedan tener iguales características y al mismo tiempo ser numéricamente distintas. Así, dos cosas absolutamente iguales e indiscernibles son idénticas y son la misma cosa.

El fundamento del principio de los indiscernibles se da en los siguientes principios ontológicos:

  • Si dos objetos comparten todas sus propiedades, entonces son idénticos y, en consecuencia, son el mismo objeto.
  • Si dos objetos comparten todas sus propiedades cualitativas, entonces son idénticos.
  • Si dos objetos comparten todas sus propiedades cualitativas no relacionales, entonces son idénticos.

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Referencias

  • Astacio, M. (2001). La Identidad en la esencia metafísica. Revista A Parte Rei.
  • Rivano, J. (1957). Sobre el principio de identidad. Revista de Filosofía, 4(1), 34-48.
  • Renero, A. (2007). Identidad y entendimiento: Schelling o una instancia intermedia entre Kant y Hegel. En-claves del pensamiento, 1(2), 23-45.
  • Augusto Míguez, R. (2009). La filosofía de la identidad de Schelling: lo Absoluto como perfecta unidad.
  • Del Rosal, F. I. (2014). Hegel y la identidad como proceso. Eikasia Revista de Filosofía, 58(58).
  • Heidegger, M. (1988). Identidad y diferencia (Vol. 16). Anthropos Editorial.
  • Fernández Pereiro, A. (1966). La triple identidad del Ser, Pensar y Hacer en Platón.

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Espínola, Juan Pablo (24 de octubre de 2024). Identidad. Enciclopedia Humanidades. Recuperado el 5 de noviembre de 2024 de https://humanidades.com/identidad/.

Sobre el autor

Autor: Juan Pablo Espínola

Licenciado en Filosofía (Universidad de Buenos Aires)

Fecha de actualización: 24 de octubre de 2024
Fecha de publicación: 31 de enero de 2023

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