Antonio Vivaldi

Te explicamos quién fue Antonio Vivaldi, cuáles son sus composiciones más conocidas y cómo, tras siglos de olvido, su obra fue redescubierta en el siglo XX.

Antonio Vivaldi
Vivaldi fue un sacerdote católico y un importante compositor del Barroco europeo.

¿Quién fue Antonio Vivaldi?

Antonio Vivaldi fue un sacerdote, músico, compositor y profesor de música italiano. Es considerado como uno de los más grandes compositores del Barroco europeo. Sus más de setecientas obras musicales, entre las que figuran conciertos, óperas y arias, gozaron de enorme reconocimiento en la Europa del siglo XVII y XVIII, y fueron celebradas por compositores contemporáneos, como Johann Sebastian Bach (1685-1750).

Conocido como il Prete Rosso (“el Cura Rojo”, en italiano), dado su oficio de sacerdote católico, Vivaldi fue también un virtuoso del violín y uno de los responsables de consolidar en Europa el género del concierto, uno de los más importantes en ese entonces. Entre sus obras, ocupa un lugar destacado su serie de conciertos para violín y orquesta titulada Las cuatro estaciones (Le quattro stagioni).

A pesar de su enorme éxito durante el reinado de Carlos VI de Habsburgo (1685-1740), emperador del Sacro Imperio Romano-Germánico, Vivaldi tuvo un destino trágico y murió en la pobreza. Además, su obra fue prácticamente olvidada hasta su redescubrimiento y apreciación en el siglo XX, producto de las investigaciones musicológicas del profesor italiano Alberto Gentili (1873-1954) y otros catedráticos contemporáneos.

Ver también: Estilo barroco

Nacimiento y primeros años de Vivaldi

Antonio Lucio Vivaldi nació el 4 de marzo de 1678 en Venecia, capital de la entonces República de Venecia. Fue el primero de los nueve hijos de Camilla Calicchio y el violinista Giovanni Battista Vivaldi, quien fue también su primer profesor de música. Durante su infancia, padre e hijo recorrieron juntos Venecia, tocando el violín.

Durante aquellos primeros años, Vivaldi dejó en claro su talento. A los 10 años, tocaba junto a la orquesta de la Basílica de San Marcos y poco después tuvo a su primer profesor de composición, Giovanni Legrenzi (1626-1690), uno de los más destacados compositores del Barroco temprano en Italia. Bajo su tutela, Vivaldi compuso, a los 13 años de edad, una primera obra litúrgica coral.

Poco después, con tan solo 15 años, Vivaldi ingresó en un seminario y se ordenó para el sacerdocio. A pesar de que sus intereses estaban más a tono con la música que con la religión, Vivaldi ascendió por los rangos de la orden entre 1693 y 1703, hasta ser ungido sacerdote a la edad de 25 años.

A partir de entonces, se dedicó a la música religiosa y celebró la misa apenas unas pocas veces. Aquejado por el asma, nunca pudo ejecutar instrumentos de viento, así que se dedicó más que nada al violín y a la composición. En esos años, fue apodado il Prete Rosso (en italiano “el Cura Rojo”), aunque no está clara la razón. Algunas versiones lo atribuyen a su cabellera pelirroja, mientras que otras lo explican como herencia del apodo artístico paterno, “Rossi”.

Las primeras composiciones de Vivaldi

Antonio Vivaldi
Vivaldi recibió su orden sacerdotal en 1703 y fue conocido como “el Cura Rojo”.

A partir de 1704, Vivaldi se desempeñó como profesor de violín y canto en el convento, hospicio y orfanato veneciano llamado Ospedale della Pietà. Este tipo de instituciones solían ser no solo refugios para los infantes abandonados, sino también centros de interpretación musical. De ellos surgieron talentos musicales como Anna Bon di Venezia (1739-c.1767) y Agata della Pietà (1712-1769).

Vivaldi trabajó en este hospicio durante treinta años. Ejercía de maestro de música, de director musical y, años más tarde, también de proveedor de composiciones. Durante ese período, compuso buena parte de sus obras más famosas, muchas de ellas destinadas a ser interpretadas por los huérfanos.

A través de la ejecución de conciertos, cantatas y piezas sacras vocales compuestas por Vivaldi, la institución ganó un notable prestigio en Venecia y el resto de Italia. Tanto fue así que en 1705 apareció la primera compilación de sus sonatas para violín y en 1709 una segunda compilación con obras diferentes.

Sin embargo, su consagración como compositor la constituyó la aparición en 1711 de La inspiración armónica (L’estro armonico), una serie de doce conciertos para varios violines e instrumentos de cuerda, dedicada al gran patrón de las artes toscano, Fernando de Médici (1663-1713).

Estos doce conciertos integran la primera de las grandes obras musicales de Vivaldi, y fueron muy apreciados por músicos posteriores, especialmente por Johann Sebastian Bach (1685-1750), quien años después hizo transcripciones de ellos para órgano, clavecín y cuerdas.

Catálogo Ryom
Las numerosas obras de Vivaldi han sido reunidas y clasificadas en varias oportunidades, dando origen a diferentes catálogos. El más reciente, conocido como Catálogo Ryom (Ryom Verzeichnis), fue creado por el musicólogo danés Peter Ryom (1937-) y publicado en 1973. De allí que se suela emplear la sigla RV junto a un número específico para identificar las obras de Vivaldi. Por ejemplo: el Concierto n.º 1 en mi mayor, Op. 8 (conocido como “La primavera”) se identifica en este catálogo con el código “RV 269”.

El éxito de La inspiración armónica fue total y proyectó el nombre de Vivaldi en toda Europa. A raíz de ello, recibió visitas en Venecia de otros músicos del momento, como el compositor alemán y maestro de capilla de Breslau, Gottfried Heinrich Stölzel (1690-1749). Asimismo, fue presentado al rey Federico IV de Dinamarca (1671-1730), a quien dedicó más adelante algunas de sus obras.  

En 1712, Vivaldi y su padre fueron invitados a las fiestas patronales de la iglesia de Santa Maria della Pace, en Brescia, al norte de Italia. Allí el joven compositor presentó la primera de sus grandes obras sacras vocales, Stabat Mater (RV 621), inspirada en un poema religioso del siglo XIII en el que se describe el dolor de la virgen María frente a su hijo crucificado.

Las óperas de Vivaldi

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En 1713, Vivaldi presentó Otón en la villa, la primera de sus numerosas óperas.

En mayo de 1713, un nuevo campo se abrió para Vivaldi: la ópera, con su primera obra del género, Otón en la villa (Ottone in villa, RV 729). Con libreto de Domenico Lalli (1679-1741), esta obra se estrenó en el Teatro delle Grazie de la ciudad de Vicenza, por encargo directo de su gobernador.

Tras su regreso a Venecia, Vivaldi se dedicó a la producción de ópera (impresario) en el Teatro Sant’Angelo. Allí se presentó su segunda composición del género, Orlando loco fingido (Orlando finto pazzo, RV 727), en 1714, año en que también apareció su segundo conjunto de doce conciertos: La extravagancia (La stravaganza).

Al año siguiente, presentó otra ópera, Nerón hizo a César (Nerone fatto Cesare, RV 724), de la cual no sobrevive ningún manuscrito, y luego Arsilda, reina de Ponto (Arsilda, regina di Ponto, RV 700), cuya representación fue censurada, pues contenía una escena en que una mujer se enamoraba de otra que se hacía pasar por un hombre. Tras mucha insistencia de Vivaldi, la ópera pudo ser finalmente presentada con gran éxito en 1716.

Ese mismo año, el Ospedale della Pietàle encargó a Vivaldi un conjunto de obras litúrgicas, conocidas como “oratorios”. La primera fue Moises Deus Pharaonis (RV 643), cuya partitura no ha sobrevivido hasta el presente, así como tampoco lo han hecho las de La victoria naval (La Vittoria navale, RV 782) y La adoración de los tres Reyes Magos al niño Jesús (L’adoraziones delli tre Re magi al bambino Gesú, RV 645), escritas posteriormente. En cambio, sí ha sobrevivido Juditha triumphans devicta Holofernis barbarie (RV 644),subtitulada por Vivaldi como un “oratorio sacro-militar” y estrenada en Venecia en 1716.

Juditha triumphans fue escrita en ocasión de la victoria de la República de Venecia y el Sacro Imperio Romano-Germánico contra el Imperio otomano en la guerra austro-turca de 1716-1718. Su título, traducido del latín como “Judith triunfa sobre la barbarie de Holofernes”, cuenta el episodio bíblico de la muerte del general asirio que sitiaba a Jerusalén, a manos de una joven judía de la cual se enamora.

En 1716, Vivaldi compuso dos óperas más: La coronación de Darío (L’incoronazione di Dario, RV 719) y La constancia triunfante del amor y del odio (La costanza trionfante degl’amori e degl’odii, RV 706). Esta última fue particularmente exitosa y se presentó con otros títulos en el Teatro Sant’Angelo en 1731 y en Praga al año siguiente.

La vida de Vivaldi en Mantua

Entre 1717 y 1718, Vivaldi asumió el cargo de maestro de capilla de la corte de Felipe de Hesse-Darmstadt (1671-1736), gobernador de la ciudad italiana de Mantua, entonces gobernada por la corona austríaca. Durante tres años, Vivaldi residió en esa ciudad del norte de Italia y se dedicó a escribir nuevas óperas, entre ellas Tito Manlio (RV 738), escrita en ocasión del matrimonio del gobernador imperial.

En Mantua, además, Vivaldi conoció a la joven cantante de ópera Anna Girò (c.1710-s.XVIII), con quien tuvo una estrecha relación artística. Girò se convirtió rápidamente en la primma donna de Vivaldi y cantante estelar de sus óperas. Dada su cercanía profesional y personal con “el Cura Rojo”, fue conocida como l’Annina del Prete Rosso, y su relación fue objeto de muchas especulaciones. Vivaldi negó siempre cualquier tipo de relación amorosa entre él y la joven.

En 1721, Vivaldi compuso la más célebre de sus grandes obras musicales, Las cuatro estaciones, un conjunto de cuatro conciertos para violín y orquesta. Publicados en 1725 junto con algunos poemas escritos por el propio Vivaldi, cada uno de estos conciertos está dedicado a una época del año y está a su vez dividido en tres movimientos: rápido (allegro o presto), lento (largo o adagio) y rápido (allegro o presto).

Las cuatro estaciones fue una obra inusual para su época, que procuró traducir al lenguaje musical las sensaciones asociadas a cada una de las cuatro etapas del año: “La primavera” (RV 269), “El verano” (RV 315), “El otoño” (RV 293) y “El invierno” (RV 297). Así, por ejemplo, el invierno se describe con tonadas oscuras y melancólicas, mientras que la primavera con sonidos alegres y esperanzadores.

Ese mismo año, Vivaldi visitó Milán, donde presentó su drama pastoral La Silvia (RV 734) y algunos de sus oratorios, y en 1722 se trasladó a Roma, donde tocó para el papa Benedicto XIII (1649-1730). Tres años después, regresó a Venecia, a tiempo de componer dos piezas para el embajador francés en su país: la cantata Gloria e Himeneo (Gloria e Imeneo, RV 687), en ocasión de la boda del rey Luis XV de Francia (1710-1774), y la serenata El Sena festivo (La Sena festeggiante, RV 694), para celebrar el nacimiento de las princesas francesas.

En 1727 compuso, además, doce nuevos conciertos para violín, titulados La cítara (La cetra) y dedicados al emperador Carlos VI de Habsburgo (1685-1740), a quien conoció durante una visita a Trieste en 1728. De sus manos, Vivaldi recibió el título de caballero, una medalla de oro y una invitación a conocer la capital del Sacro Imperio Romano-Germánico.

Los últimos años de Vivaldi

Antonio Vivaldi
Caricatura de Vivaldi publicada alrededor de 1723, durante su estancia en Roma.

Vivaldi llegó a Viena en 1730, en compañía de su padre. A pesar de su fama internacional, en ese entonces su situación económica era más bien precaria: sus piezas ya no convocaban a las multitudes venecianas, para cuyo gusto Vivaldi era ya bastante anticuado. Tanto era así que, para financiar su viaje a Austria, el músico tuvo que subastar varios de sus manuscritos a precios muy por debajo de lo merecido.

Las esperanzas de Vivaldi estaban puestas en su buena relación con el emperador Carlos VI, pues aspiraba a ser compositor de la corte imperial. Sin embargo, algunos años después de su llegada a la ciudad, el emperador falleció y el músico perdió la protección de la corona. Empobrecido y solitario, Vivaldi enfermó y, a la edad de 63 años, falleció el 28 de julio de 1741.

Ese mismo día fue sepultado en el cementerio público de la ciudad, con los más humildes ritos posibles. Tras su muerte, el conjunto de sus manuscritos y documentos fue subastado y comprado por el conde y diplomático Giacomo Durazzo (1717-1794), en cuyo poder estuvieron hasta su redescubrimiento en el siglo XX.

El redescubrimiento de Vivaldi

Antonio Vivaldi
Monumento a Antonio Vivaldi en la ciudad de Viena, donde pasó sus últimos años.

Sin discípulos ni manuscritos en circulación, tras la muerte de Vivaldi, su obra cayó rápidamente en el olvido. A pesar del entusiasmo de algunos contemporáneos como Johann Sebastian Bach, quienes reconocieron su genio, fue ignorada durante casi dos siglos.

En la segunda década del siglo XX, Vivaldi fue redescubierto por un conjunto de estudiosos musicales italianos, entre los que destacó Alberto Gentili, profesor de Historia Musical en la Universidad de Turín. En 1926, cuando revisaba algunos manuscritos de música clásica en la ciudad de San Marino, Gentili se encontró con catorce obras desconocidas y, al revisar su numeración, comprendió que estaban incompletas. A través de una exhaustiva investigación, recompuso el total de los veintisiete tomos de las obras de Vivaldi y reconoció la armoniosa complejidad de cada una, evidencia de un virtuosismo musical indiscutible.

A partir de la publicación de sus hallazgos y de la interpretación de estas piezas musicales por músicos como el violinista austríaco Fritz Kreisler (1875-1962), Vivaldi fue paulatinamente reconocido como el mayor exponente del Barroco italiano y uno de los más importantes de la Europa del momento.

Las innovaciones de Vivaldi al género operístico, su atrevimiento estilístico y su abundante producción musical son hoy ampliamente reconocidos en el mundo entero, y su música ha sido incorporada a numerosas obras escénicas, teatrales y cinematográficas. Su vida, asimismo, ha inspirado estudios y numerosas biografías, y ha sido llevada en varias ocasiones al cine.

El nombre de Vivaldi, además, fue otorgado al asteroide 4330 descubierto en 1982, así como a un glaciar en la costa oeste de la isla Alejandro I, en la Antártida.

Algunas de las composiciones más conocidas de Vivaldi son:

  • La inspiración armónica (1711)
  • Stabat Mater (1712)
  • Juditha triumphans devicta Holofernis barbarie (1716)
  • Las cuatro estaciones (1721)
  • Orlando furioso (1727)

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    Referencias

    • Kolneder, W. (1970). Antonio Vivaldi. His Life and Work. University of California Press.
    • Ministerio de Cultura de Argentina. (2021). Antonio Vivaldi, la recuperación contemporánea de un genio del Barroco italiano. https://www.cultura.gob.ar/
    • Porter, W., Raymond, K. y Talbot, M. (2023). Antonio Vivaldi. Italian composer. The Encyclopaedia Britannica. https://www.britannica.com/
    • Whiting, J. (2019). The Life and Times of Antonio Lucio Vivaldi. Mitchell Lane.

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    Farías, Gilberto (20 de noviembre de 2024). Antonio Vivaldi. Enciclopedia Humanidades. Recuperado el 20 de noviembre de 2024 de https://humanidades.com/antonio-vivaldi/.

    Sobre el autor

    Autor: Gilberto Farías

    Licenciado en Letras (Universidad Central de Venezuela)

    Fecha de actualización: 20 de noviembre de 2024
    Fecha de publicación: 5 de abril de 2024

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