Frédéric Chopin

Te explicamos quién fue Chopin y por qué se le considera uno de los grandes nombres de la música clásica europea.

Frédéric Chopin
A pesar de su breve vida , Chopin fue autor de una obra singular en la historia de la música.

¿Quién fue Frédéric Chopin?

Frédéric Chopin, conocido simplemente como Chopin, fue un compositor, pianista y profesor de música polaco, y uno de los más importantes representantes del Romanticismo musical. Fue un virtuoso del piano y un compositor de gran imaginación y excepcional sentido del tono musical.

Chopin vivió apenas 39 años, y los últimos de ellos aquejado por una tuberculosis que terminó causándole la muerte. Su vida íntima se conoce, mayormente, gracias a la extensa correspondencia que dejó. Su enorme genio musical fue reconocido por sus contemporáneos y fue el músico de moda en la mayoría de los salones de Europa.

Por otro lado, Chopin llegó a ser un símbolo cultural y nacional de Polonia, en ese entonces dividida e invisibilizada por las potencias políticas y militares de la región. Su obra continúa siendo reproducida y alabada en el presente, y su vida ha inspirado biografías y ficciones históricas tanto en formato impreso como en el cine.

El nacimiento y la infancia de Chopin

Frédéric Franciszek Chopin nació el 1 de marzo de 1810 en la aldea polaca de Żelazowa Wola, a 60 kilómetros de Varsovia, que en ese entonces formaba parte del Ducado de Varsovia. Sus padres fueron Nicolás Chopin, profesor y emigrante francés, y Tekla Justyna Chopin, una descendiente de la arruinada aristocracia polaca. Frédéric fue el único varón de los cuatro hijos del matrimonio.

Seis meses después de su nacimiento, la familia de Chopin se mudó a Varsovia, donde su padre había encontrado empleo como profesor de francés. En su hogar la música estuvo siempre presente: su padre tocaba la flauta y su madre el piano, instrumento que Frédéric aprendió a tocar guiado por una de sus hermanas mayores.

Pronto se hizo evidente el talento excepcional con que el niño tocaba, por lo que fue inscrito en el curso del compositor y músico checo Wojciech Żywny (1756-1842), quien era amigo de la familia. Con tan solo seis años de edad, Chopin podía reproducir de oído alguna melodía y crear fragmentos de su entera inspiración. Y al año siguiente compuso su primera obra para piano, una Polonesa en sol menor.

Pronto se hizo evidente que el talento de Chopin sobrepasaba a su maestro. A los ocho años tuvo su primera presentación pública como concertista. A los once ofreció un concierto al zar Alejandro I de Rusia (1777-1825), durante la inauguración del parlamento de Varsovia. Ese mismo año compuso su Polonesa en la bemol mayor de 1821, que dedicó a su maestro Żywny; este es el más antiguo de los manuscritos de Chopin que se conservan.

La fama de niño prodigio del llamado “pequeño Chopin” le abrió las puertas de la aristocracia y en especial del palacio Belwederski, donde se hizo amigo del hijo del gran duque Constantino Pávlovich de Rusia (1779-1831). Pero, al mismo tiempo, su salud era frágil y a menudo se encontraba bajo el cuidado de los médicos.

El período formativo de Chopin

Frédéric Chopin
Chopin compuso su primera obra a los siete años de edad.

En 1822, Chopin culminó sus estudios con Żywny y comenzó sus estudios en la Escuela Superior de Música de Varsovia, bajo la guiatura del compositor Józef Ksawery Elsner (1769-1854). Allí recibió lecciones de teoría musical y descubrió su interés por la música popular de la campiña polaca.

En esa época, además, Chopin se hallaba en el corazón del mundo cultural de Varsovia. Entabló amistad con muchos jóvenes artistas y políticos hospedados en la pensión para estudiantes que sus padres regentaban en la calle Krakowskie Przedmieście, como  Tytus Woyciechowski (1808-1879), Jan Nepomucen Białobłocki (c. 1806-1828), Jan Matuszyński (1808-1842) y Julian Fontana (1810-1869). Con muchos de ellos sostuvo una larga amistad y una fructífera correspondencia.

Con el fin de que Chopin conociera otros ambientes musicales, sus padres decidieron enviarlo de viaje a Viena, uno de los grandes polos culturales europeos de la época. Luego de una breve estancia en Berlín, el joven compositor llegó a la capital austríaca en 1829. Allí ofreció varios conciertos y conoció a numerosas personalidades del mundo del arte y la cultura.

El estilo artístico de Chopin era percibido como algo muy novedoso en el ambiente musical de la época. Su ejecución de sus Variaciones (op. 2) en el Kärntnertortheater de Viena fue recibida con particular devoción, a punto tal que en 1830 se convirtió en su primera partitura publicada en el extranjero.

Luego de visitar Praga, Dresde y Breslavia, Chopin volvió a Varsovia. Allí conoció a la joven Konstancja Gladkowska (1810-1889), estudiante de música de quien se enamoró y a la que le compuso varias obras memorables, como el Vals (Op. 70, n. 3) o la parte lenta de su Concierto para piano y orquesta en fa menor (Op. 21, n. 2), y muchos de los ejercicios que luego integraron sus Estudios (Op. 10).

En 1830, mientras Konstancja se casaba con otro, el joven compositor emprendió un segundo viaje artístico a Viena, donde permaneció hasta julio del año entrante.

Sin embargo, esta segunda estancia no fue tan feliz como la primera. En Polonia se había producido la insurrección polaca contra el Imperio ruso (conocida como el “Levantamiento de Noviembre”) y su amigo Titus Wojciechowski tuvo que regresar a casa, dejándolo a solas en Austria. Además, no fue recibido como un visitante extranjero, sino como un competidor más en el ambiente cultural vienés, por lo que muchas puertas, antes abiertas, se cerraron.

En su diario personal, que había empezado en Stuttgart en 1829, Chopin dejó constancia de las angustias que la lejanía de su familia le producían, más en un contexto sociopolítico agitado en su Polonia natal, y se quejó de la poca aceptación del público vienés a lo que no fueran “los valses de Lanner y Strauss”.

Fue así que en julio de 1831 Chopin decidió abandonar Viena y se fue a París, ciudad considerada en aquel entonces como la capital cultural de Europa.

Las obras de Chopin, como suele ocurrir con los grandes compositores, se organizan en compendios académicos mediante una nomenclatura específica, que emplea el término latino opus (“obra”) y un número determinado. Por ejemplo, sus tres primeros Nocturnos se clasifican como Opus 9 o, abreviado, Op. 9. y dado que se trata de tres piezas, se distinguen entre sí con números adicionales: Op. 9, n. 1; Op. 9, n. 2 y Op. 9, n. 3.

La vida de Chopin en Francia

Frédéric Chopin
Chopin llegó a París en julio de 1831 y vivió en esta ciudad hasta su muerte.

En París, Chopin encontró el ambiente propicio para que floreciera su talento. Inmersa en su propio movimiento romántico tardío, la ciudad acogía ya a numerosos compositores jóvenes, como Franz Liszt (1811-1886), Hector Berlioz (1803-1869) o Felix Mendelssohn (1809-1847), a quienes Chopin no tardó en frecuentar.

Asimismo, la derrota de la insurrección polaca obligó a emigrar a muchos artistas e intelectuales polacos, como el príncipe Adam Jerzy Czartoryski (1770-1861), el escritor y político Julian Ursyn Niemcewicz (1757-1841) y los poetas románticos Adam Mickiewicz (1798-1855) y Juliusz Słowacki (1809-1849). Junto a estos compañeros en el exilio, Chopin se hizo miembro y colaborador de la Sociedad Literaria Polaca en 1833.

Chopin debutó en París como concertista en febrero de 1832, pero pronto tuvo que enfrentarse a serias dificultades económicas. Los conciertos eran su principal fuente de ingresos, pero no disfrutaba del todo de ellos, además, el público no respondía bien a sus delicadas ejecuciones en el piano.

Esto cambió drásticamente cuando, ese mismo año, conoció a una acaudalada familia de banqueros: los Rothschild, para quienes comenzó a trabajar como profesor y músico particular. Con su apoyo financiero, Chopin pudo dedicarse a componer libremente.

Así, en 1832 Chopin culminó sus famosos Nocturnos (Op. 9), algunos de sus Rondós para piano (Op. 16), Vals (Op. 18), y muchas otras obras que reflejan el espíritu nacionalista polaco, como el Andante Spianato y Gran Polonesa Brillante (Op. 22), las Mazurcas (Op. 24) y Polonesas (Op. 26). En 1835 compuso su Balada n°1 en la menor (Op. 23) y su Fantasía-Impromptu en do sostenido menor (Op. 66).

Ese mismo, además, emprendió un breve viaje por Alemania, donde frecuentó a Robert Schumann (1810-1856) y donde se manifestaron sus primeros síntomas de tuberculosis. Durante ese invierno, de hecho, se sintió tan mal que redactó un prematuro testamento. Eso no le impidió enamorarse de María Wodzińska, pero al percatarse de su enfermedad, la familia de la joven rechazó el compromiso.

De regreso en París, su enfermedad pareció darle un respiro y en 1836 Chopin viajó a Londres, donde estuvo trabajando en sus Estudios (Op. 25), Mazurcas (Op. 30), Scherzo (Op. 31) y Nocturnos (Op. 32). Al volver, conoció a la novelista francesa Aurore Lucile Dupin de Dudevant (1804-1876), mejor conocida como George Sand, con quien inició en 1838 un prolongado romance.

Frédéric Chopin y George Sand

Frédéric Chopin
Chopin y George Sand, retratados en 1838 por Eugéne Delacroix, amigo de la pareja.

El romance de Sand y Chopin duró ocho años, durante los cuales el músico ayudó a criar a los hijos de la escritora, y esta cuido de él durante momentos de extrema fragilidad económica y de salud. Según la correspondencia de Sand, la pasión entre ellos fue efímera y pronto cedió su lugar a una relación fraterna y compasiva.

Durante el otoño de 1836, la pareja se mudó a Mallorca y después a la villa de Valldemossa, en Cataluña, donde la precariedad de sus aposentos empeoró la salud de Chopin. Así, a comienzos de 1839 regresaron a Francia.

El estado de debilidad del músico, que le había interrumpido su producción artística, mejoró considerablemente en Marsella y luego en el sur de París, adonde Sand lo llevó por órdenes del médico. Entre Nohant y París, Chopin vivió sus últimas épocas felices y fructíferas.

Sus técnicas poco convencionales de ejecución del piano le permitieron desempeñarse con éxito como profesor, mientras componía algunas de sus obras más populares. Así, en 1840 produjo su Fantasía para piano (Op. 49), entre 1841 y 1842 sus Baladas n. 3 y n. 4 (Op. 38 y Op. 47 respectivamente), en 1844 su Sonata para piano n.º 3 (Op. 58), en 1845 su Barcarola en fa sostenido mayor (Op. 60) y en 1846 su Polonesa-fantasía (Op. 61).

En 1845, la salud de Chopin se mostró muy deteriorada, y al año siguiente emprendió su último viaje a Nohant en compañía de Sand. La relación entre los artistas había comenzado a deteriorarse, en particular tras la publicación de la novela Lucrezia Floriani (1847) de Sand, donde representaba de un modo bastante crítico su relación con el músico.

La pareja se separó en 1848, a raíz de las desavenencias que les trajo el matrimonio de la hija de Sand. En febrero de ese año, Chopin ofreció su último concierto parisino, días antes de que la ciudad fuera sacudida por la Revolución de 1848. El músico, enfermo y deprimido, se instaló en Inglaterra y Escocia.  

La muerte de Frédéric Chopin

Chopin regresó a París a finales de 1848 y pasó sus últimos meses en un departamento del sur de la ciudad. Allí recibió a sus numerosos amigos, en un estado de debilidad creciente que apenas le permitió culminar en 1849 su última pieza, la Mazurca en fa menor (Op. 68, n. 4), publicada póstumamente.

Durante los últimos meses de 1849, Chopin estuvo demasiado débil para seguir enseñando y, consciente de que eran sus últimos tiempos, pidió a sus allegados que quemasen las partituras inconclusas que dejaba. Una petición a la que nadie hizo caso después de su muerte, que se produjo el 17 de octubre de 1849, cuando el músico tenía 39 años. La causa de su muerte fue una pericarditis producida por la tuberculosis.

Su funeral se realizó en la Iglesia de Santa Magdalena de París, a donde se interpretaron, en conformidad con su testamento, sus Preludios en mi menor y en si menor (Op. 28, n. 4 y n. 6), seguidos del Réquiem de Mozart. Y después, durante su entierro en el cementerio parisino de Père-Lachaise, se tocó la marcha fúnebre de su Sonata (Op. 35).

Además, conforme a sus instrucciones, su cuerpo fue sepultado en París, excepto por su corazón, que fue extraído y enterrado en Varsovia, en la Iglesia de la Santa Cruz.

El legado de Frédéric Chopin

Chopin fue, en esencia, un intérprete y compositor de piano. El suyo es, en ese sentido, un caso extraño entre los grandes compositores de la historia. Por otro lado, su manejo del piano fue más impresionante por su delicadeza y sus matices que por su fuerza y sonoridad, razón por la cual sus partituras estaban llenas de anotaciones que, según el propio Chopin, no debían ser ejecutadas con exactitud, sino con “buen gusto y estilo”.

Tanto su biografía como su obra musical confirman a Chopin como un gran representante del Romanticismo europeo. En su obra abundan las formas breves, así como el rescate y reinterpretación de piezas históricas, folklóricas o nacionales. Este último aspecto de su obra ha permitido que se le considere un símbolo del nacionalismo polaco de la época.

Algunas de las piezas más conocidas de Chopin son:

  • Estudios para piano (Op. 10 y Op. 25)
  • Polonesa heroica (Op. 53)
  • Nocturnos (Op. 9, Op. 15, Op. 27, Op. 32, Op. 37, Op. 48, Op. 55, Op. 62 y Op. 72)
  • Baladas (Op. 23, Op. 38, Op. 47, Op. 52)

Referencias

  • Hedley, A. (2023). Frédéric Chopin (Polish-French composer and pianist). The Encyclopaedia Britannica. https://www.britannica.com/
  • Prieto Marugán, J. (2012). “Frédéric Chopin: poeta del piano”. Melómano. https://www.melomanodigital.com/
  • Pruszewicz, M. (2014). El misterio de la muerte de Chopin. BBC News Mundo. https://www.bbc.com/mundo/
  • Walker, A. (2018). Fryderyk Chopin: A Life and Times. Farrar, Straus and Giroux.

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Farías, Gilberto (27 de diciembre de 2023). Frédéric Chopin. Enciclopedia Humanidades. Recuperado el 22 de noviembre de 2024 de https://humanidades.com/frederic-chopin/.

Sobre el autor

Autor: Gilberto Farías

Licenciado en Letras (Universidad Central de Venezuela)

Fecha de actualización: 27 de diciembre de 2023
Fecha de publicación: 27 de diciembre de 2023

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