Te explicamos quién fue Vincent van Gogh, cuáles fueron sus obras más destacadas y por qué se lo considera como uno de los mayores exponentes del postimpresionismo.
¿Quién fue Vincent van Gogh?
Vincent van Gogh fue un pintor neerlandés, considerado como uno de los grandes maestros de la pintura y un importante exponente del postimpresionismo. Su obra, que abarca más de 800 cuadros y 1600 dibujos, fue muy influyente para diferentes movimientos artísticos posteriores, especialmente el expresionismo alemán y el fauvismo.
Durante buena parte de su vida, Van Gogh sufrió de una enfermedad mental desconocida, tal vez trastorno bipolar o epilepsia, o incluso puede que causada por otros problemas corporales (sífilis, según algunos autores, dolencias renales, según otros). Esto eventualmente lo condujo a la muerte, pero también a hacerse daño a sí mismo.
Aunque su vida fue atormentada, contó con el afecto de su hermano Theo, a quien escribió alrededor de 650 cartas, que se conservan hoy en día, y con la compañía eventual de Clasina Maria Hoornik, “Sien”, una prostituta que también posó a menudo para sus pinturas.
A los 37 años de edad, van Gogh sufrió una muerte repentina por herida de arma de fuego. Se desconoce aún si se trató de un suicidio o un homicidio involuntario. Con el paso del tiempo, la tradición occidental ha consagrado a Van Gogh como el artista torturado por excelencia.
Ver además: Impresionismo
Nacimiento y juventud de Vincent van Gogh
Vincent Willem van Gogh nació en Zundert, un pequeño pueblo en la región neerlandesa del Brabante, el 30 de marzo de 1853. Fue el primero de los seis hijos de Theodorus van Gogh, un humilde pastor protestante, y su esposa Anna Cornelia Carbentus. Los otros cinco hijos de los van Gogh fueron Theo, Cornelius, Elisabetta, Anna y Wilhelmina.
Vincent fue un niño poco comunicativo y muy temperamental, aficionado a la observación de la naturaleza, que luego reproducía en dibujos. Su niñez fue austera y religiosa, o como el mismo Vincent la describió: “triste, fría y estéril”.
Su educación, similarmente, fue errática. Alternó entre el colegio rural, las institutrices y distintos internados: el primero en Zevenbergen, en Moerdijk, donde aprendió francés y alemán; y otro en Tilburg, donde estuvo hasta los quince años, edad en que decidió abandonar los estudios.
Con dieciséis años, Vicent obtuvo su primer empleo, en la compañía Goupil & Co., de la cual era socio uno de sus tíos. Se trataba de una marchante de arte y empresa de reproducciones de arte, ubicada en La Haya.
Allí tuvo sus primeros contactos con las obras de los grandes pintores neerlandeses, como Rembrandt (1606-1669) o Frans Hals (1581-1666), y sobre todo de los franceses Jean-François Millet (1814-1875) y Jean-Baptiste Camille Corot (1796-1875), cuya obra le sirvió de inspiración toda la vida.
Este trabajo, además, le permitió viajar a menudo. Alrededor de 1874 fue transferido a Londres, y en 1875 fue enviado a París, donde pudo visitar las numerosas galerías de arte.
En los años posteriores, sin embargo, Vincent se dedicó a otros oficios: vendedor de libros, profesor de idiomas y, sobre todo, predicador laico. Su interés por servir a la humanidad lo empujó a considerar una carrera teológica en Amsterdam, pero al final prefirió dedicarse a la prédica del evangelio en Bruselas y luego en la población minera de Borinage.
A los 23 años, conoció en este pueblo las durezas de la pobreza y atravesó su primera gran crisis espiritual, cuando en 1879 sus superiores le comunicaron el fin de su misión debido a que interpretaba el mensaje evangélico de un modo muy literal o, como el propio van Gogh lo describió: como “un verdadero cristiano”.
Solitario, extraviado y en bancarrota, Van Gogh se dedicó entonces a dibujar, ayudado por el dinero que su hermano Theo le enviaba mensualmente. Así, en 1880, descubrió su verdadera vocación: el arte.
La formación artística de Van Gogh
A pesar de su importancia para la historia del arte occidental, la trayectoria artística de Van Gogh fue sumamente breve: sus años productivos transcurrieron apenas entre 1880 y 1890. Y los primeros cuatro años Vincent los dedicó a cultivar su formación artística, que hasta entonces había sido mayormente autodidacta.
Así, durante su estancia en Bruselas en 1880, sus primeras obras consistieron casi exclusivamente en dibujos y acuarelas de obreros, campesinos y pescadores, imitando el estilo de su admirado Millet. Poco después trabó amistad con el pintor neerlandés Anthon van Rappard (1858-1892) y se inscribió en la Escuela de Bellas Artes, para mejorar sus técnicas de dibujo.
En 1881, Vincent volvió a su pueblo y se asentó en la casa parroquial de su padre, dedicado por completo a dibujar la naturaleza. Sus esfuerzos eran metódicos, pero sus resultados limitados. Se le hizo evidente que requería de una mayor formación artística.
En abril de ese año, Vincent conoció a Cornelia Adriana Vos-Stricker, una de sus primas, y se enamoró. La mujer, que acababa de enviudar, rechazó categóricamente la propuesta de matrimonio de Vincent, quien insistió mediante cartas, dado que su amada se negaba a recibirlo. Esta actitud obsesiva fue motivo de disputas entre Vincent y su padre.
Finalmente, en 1881, Vincent optó por volver a La Haya, donde fue recibido por su primo Anton Mauve, quien era pintor de acuarelas. Allí visitó nuevos museos, fraternizó con otros pintores y tuvo sus primeras experiencias con el óleo.
También en La Haya, en enero de 1882, Vincent conoció a quien fue su modelo, Clasina Maria Hoornik, apodada “Sien”, una prostituta embarazada, con una hija pequeña. El pintor, conmovido por su estado de desamparo, le ofreció refugio a cambio de que posara para él.
De esta repentina asociación surgió, entre otros, el dibujo Dolor (1882), donde se muestra el cuerpo desnudo de Sien en una postura de franco desamparo. Una pieza considerada hoy como una obra maestra del dibujo. Tras el fin del embarazo de Sien, Van Gogh la llevó consigo a un departamento con estudio, donde estuvieron juntos hasta 1883.
Ese año Sien empezó a beber y a ejercer la prostitución nuevamente, por lo que Vincent decidió dejarla. En septiembre de 1883, ávido de volver a la naturaleza y a la vida de los campesinos, partió hacia Drente, al norte de los Países Bajos. Sien, entonces, quedó atrás y en 1904 se suicidó arrojándose al río Escalda, en Rotterdam.
La etapa parisina de Van Gogh
Vincent estuvo tres meses en Drente antes de regresar a Brabante, a un pequeño pueblo llamado Nuenen. Allí estuvo entre 1884 y 1885, dibujando y pintando naturalezas muertas, paisajes y figuras de la vida campesina. La lectura del novelista francés Émile Zola (1840-1902) influyó en las obras que allí produjo, entre las cuales destaca Los comedores de papas (1885), realizada primero en bosquejo a lápiz y luego en óleo.
En Nuenen, por otro lado, Vincent se volvió a enamorar, esta vez de una vecina llamada Margot Begemann, con quien no pudo casarse debido a la oposición de sus suegros. En 1885 se enteró del fallecimiento de su padre y las disputas familiares por la herencia condujeron al pintor a darle la espalda a su familia y refugiarse en la sacristía de un templo católico.
Los comedores de papas, también llamada Los comedores de patatas o Campesinos comiendo patatas, representa un avance importante en la trayectoria de Van Gogh, quien hasta entonces se había dedicado a pintar en sus cuadros una sola figura. Consciente de ello y orgulloso del resultado, Van Gogh imprimió, con ayuda de Theo, veinte litografías de la obra que pusieron a la venta. Hoy en día se han recuperado apenas ocho, que se exponen en el Museo Van Gogh.
Gracias al estudio de las obras de Paolo Veronese (1528-1588), Eugène Delacroix (1798-1863) y Pieter Paul Rubens (1577-1640), la comprensión que Van Gogh tenía de la pintura se ensanchó notoriamente. De hecho, su admiración por Rubens motivó su partida repentina hacia Amberes, donde se hallaba la mayor cantidad de sus obras.
En Amberes, descubrió la xilografía japonesa y los colores de la pintura impresionista, que le resultaron mucho más interesantes que las enseñanzas recibidas en la Academia de Amberes. Esto, sumado a los rigores de su carácter, lo indispusieron frente a sus profesores y luego de tres meses de estudio, abandonó la academia y se dirigió nuevamente a París, en donde fue recibido por su hermano Theo, quien era un conocido comerciante de arte.
La convivencia de los hermanos no fue sencilla. Vincent era obtuso y temperamental, y siempre debía ser Theo quien diera su brazo a torcer. Aun así, se instalaron en Montmartre, donde Vincent pudo frecuentar a los grandes pintores de la época, como Émile Bernard (1868-1941), Henri de Toulouse-Lautrec (1864-1901), Jacob Camille Pissarro (1830-1903) o Paul Cézanne (1839-1906).
Gracias a su intercambio con estos y otros artistas, Van Gogh desarrolló durante esos años un estilo mucho más colorido y de mayor densidad psicológica. Un ejemplo de ello es el retrato Mujer en el café du Tambourin, de 1887. Lo mismo ocurre con los retratos que hizo a Julien Tanguy, considerados representativos de la etapa parisina de Van Gogh.
Los años en París fueron sumamente fértiles para Van Gogh, aunque el trabajo continuo y la ingesta de absenta lo mantenían en un estado de fatiga mental permanente. Su estilo postimpresionista acabó de madurar durante estos años, hasta que, a comienzos de 1888, se propuso hallar la luz ideal para su exploración del color y eso lo empujó a buscar nuevos horizontes. Pensó en irse a Provenza, en Italia, pero acabó enfilando hacia Arlés, al sur de Francia.
La estancia en Arlés
Agotado de la vida citadina, Van Gogh llegó a Arlés en febrero de 1888. Sus cuadros de la época demuestran su entusiasmo por volver a la naturaleza y a la vida apacible de una ciudad pequeña: flores, vistas del pueblo y sus alrededores, retratos del cartero, vistas interiores y exteriores de su casa.
Así nacieron obras como Los descargadores de Arlés, Melocotonero en flor o Retrato de Joseph Roulin, en las que el estilo de Van Gogh se hizo mucho más instintivo y atrevido, alejado de los estilos tradicionales que tanto esfuerzo le costó dominar. En una carta a su hermano Theo, se mofa de quienes dicen que un cuadro ha sido pintado muy aprisa: “puedes responderles que son ellos quienes han mirado muy deprisa”.
En Arlés, Van Gogh comenzó a pintar sus famosos girasoles, motivo frecuente e icónico de su obra. La intensidad del amarillo sería una constante en las obras de este período: Jarro con doce girasoles (1888), Los girasoles (1888), La avenida de los Alyscamps (1888) y Trigal con cuervos (1890), son buenos ejemplos de ello.
Van Gogh alquiló y decoró una casa en Arlés (la “casa amarilla”), con el propósito de invitar a otros pintores que consideraba cercanos a su estilo, como Paul Gauguin (1848-1903) y Toulouse-Lautrec, a formar un grupo artístico impresionista por separado, que bautizó “El estudio del sur”. En octubre de 1888, Gauguin aceptó su propuesta.
Dos meses estuvieron Van Gogh y Gauguin pintando e intercambiando ideas, incluso retratándose mutuamente, antes de que sus relaciones se enturbiaran. Sus personalidades eran incompatibles y sus proyectos creativos no lograban ponerse en sintonía. En la nochebuena de ese año, las cosas no dieron para más: Van Gogh amenazó a su compañero con una navaja de afeitar. Las cosas no pasaron a mayores, pero esa misma noche, Van Gogh se mutiló una buena porción de la oreja izquierda.
El corte de la oreja es uno de los temas más conocidos y debatidos de la biografía de Van Gogh. Según las declaraciones de Gauguin, Van Gogh se mutiló y después de vendarse la cabeza, le llevó la oreja envuelta en un paño a una prostituta arlesiana que frecuentaba, como un obsequio.
Otras versiones afirman que Gauguin hirió en la oreja a Van Gogh con su sable en medio de la disputa, ya que era maestro de esgrima, y que luego el holandés acabó por cortársela completamente. O que Van Gogh lo hizo en medio de un rapto de furia al enterarse del matrimonio de su hermano.
Del modo que sea, la policía acudió a la “casa amarilla” al día siguiente y halló a Van Gogh inconsciente en su cama. El pintor no recordaba nada de lo sucedido. Las autoridades avisaron a Theo y recluyeron a su hermano en el hospital Hôtel-Dieu de Arlés. Gauguin, por su parte, regresó a París cuanto antes y prácticamente no volvió a tener contacto con Van Gogh.
De regreso a casa, Van Gogh pintó, entre otros cuadros, su célebre Autorretrato con oreja vendada (1889), del que existen dos versiones, una con y otra sin pipa. Sin embargo, en abril de 1889 tuvo que ser recluido nuevamente en el hospital, debido a síntomas de paranoia y manía. Temeroso de perder su habilidad de pintar, Van Gogh pidió ser internado en el psiquiátrico de Saint-Rémy-de-Provence, donde podría trabajar bajo supervisión médica.
Los últimos años de Van Gogh
Los últimos años de Van Gogh estuvieron marcados por la enfermedad mental, y además completó algunos de sus cuadros más famosos, como La noche estrellada (1889), Lirios (1889), Almendro en flor (1890) o Trigal con cuervos (1890).
Durante los doce meses que estuvo recluido en el asilo psiquiátrico, además, Van Gogh pintó autorretratos, retratos de sus doctores y realizó versiones de cuadros célebres de Delacroix, Rembrandt y Millet, a menudo de motivos bíblicos. Nunca dejó de trabajar, excepto en los lapsos en que la paranoia y el delirio se lo impidieron.
En 1889 se anunció, paralelamente a la Exposición Universal de París, el Salón de los Independientes, la primera exposición a la que Van Gogh fue invitado a participar. A través de su hermano Theo, presentó dos cuadros: La noche estrellada y Lirios.
Otra invitación llegó en enero de 1890, para exponer junto con el grupo Les XX, a quienes envió seis obras, entre ellas sus girasoles. Y en el Salón de los Independientes de ese año, su cuota de participación se amplió a diez obras. Pero mientras sus cuadros triunfaban, Van Gogh sufría nuevos colapsos: ataques de angustia y de pánico, alucinaciones y accesos intensos de rabia.
Cuando las cosas parecieron mejorar, Van Gogh decidió irse de la clínica. Visitó brevemente a Theo en París y luego se estableció en una localidad cercana a la capital francesa, Auvers-sur-Oise. Allí alquiló una habitación en la posada Ravoux y trabó amistad con el homeópata Paul Gachet, quien cuidó de él durante los siguientes meses.
En Auvers-sur-Oise, Van Gogh pintó de manera frenética: entre febrero y julio de 1890, terminó alrededor de 500 obras. El paisaje rural pareció brindarle cierto alivio espiritual, a pesar de que le pesaba su dependencia económica de Theo, quien ya se había casado y tenido un hijo, y de que estaba hastiado de los cuidados de Gachet.
El 27 de julio de 1890, Van Gogh salió a dar un paseo por el campo. Y en medio de los trigales, se dio un disparo en el pecho con un revólver que le había robado a su anfitrión. Tras dos días de agonía, murió en su cama y dejó una última carta para Theo en la que decía “Yo arriesgué mi vida por mi obra, y mi razón destruida a medias”. Tenía 37 años de edad. Su cuerpo fue sepultado en el cementerio de Auvers-sur-Oise.
Seis meses después, Theo también fue internado en un hospital de Utrecht, donde falleció. En 1914, su cuerpo fue exhumado y sepultado nuevamente junto al de su querido hermano, en donde yacen actualmente.
La obra de Van Gogh
La obra artística de Van Gogh es sumamente vasta y diversa, ya que en vida logró producir unas 900 pinturas y 1600 dibujos, todo en un lapso creativo de apenas 10 años. Su trayectoria artística abarca diferentes etapas:
- Una etapa tradicional, que tuvo lugar en los Países Bajos entre 1880 y 1886, apegada a la tradición de la pintura popular neerlandesa, con colores terrosos y motivos agrícolas, aunque Van Gogh pintaba bajo una fuerte influencia de los pintores franceses Corot y Millet.
- Una etapa impresionista, que tuvo lugar en París, entre 1886 y 1887, en línea con el movimiento impresionista, que buscaba romper con el academicismo de la pintura europea de la época. Además, en este período Van Gogh estuvo muy influenciado por el arte japonés, desarrolló una nueva concepción de la luz y del color, simplificó sus figuras y corrió más riesgos.
- Una etapa postimpresionista, que tuvo lugar en Arlés y Auvers-sur-Oise, entre 1887 y 1890, y en la que su obra adquirió su mayor intensidad y su estilo único: su técnica frenética, su predominio del amarillo, su foco en las escenas cotidianas. Este período se considera próximo al expresionismo y al fauvismo, dos movimientos fuertemente influenciados por Van Gogh.
Van Gogh no llegó a conocer el lugar que su pintura ocuparía en la tradición artística occidental y mundial. Sus obras fueron expuestas recién durante sus últimos años de vida, y a pesar de que tuvieron mucho éxito, el estado mental del artista no era ya el mejor. Hoy en día se le conmemora ampliamente y se difunde su obra en el mundo entero, especialmente en el Museo Nacional de Thyssen-Bornemisza.
Su extensa correspondencia con Theo ha sido también editada y traducida a numerosos idiomas.
Algunas de las obras más populares de Van Gogh son:
- Los comedores de papas (1885)
- Cráneo fumando un cigarrillo (1885)
- El dormitorio en Arlés (1888)
- Jarrón con doce girasoles (1888)
- Autorretrato con oreja vendada (1889)
- La noche estrellada (1889)
- Lirios (1889)
- Trigal con cuervos (1890)
Sigue con:
Referencias
- Galería van Gogh. (s. f.). Vincent van Gogh: Biografía. https://www.vangoghgallery.com/
- Hernández Rodríguez, J. A. (2019). “Van Gogh: los años del Borinage”. Revista Praxis. https://praxisrevista.com/
- Museo Nacional de Thyssen-Bornemisza. (s. f.). Vincent van Gogh. https://www.museothyssen.org/
- The Encyclopaedia Britannica. (2023). “Vincent van Gogh (Dutch painter)”. https://www.britannica.com/
- Van Gogh, V. (2023). Cartas a Theo. Trad. Víctor Goldstein. Adriana Hidalgo Editora.
- Van Gogh-Bonger, J. (2018). A Memoir of Vincent van Gogh. The J Paul Getty Museum Publications.
¿Te fue útil esta información?
Sí No¡Genial! Muchas gracias por visitarnos :)