Satélites naturales

Te explicamos qué son los satélites naturales y cómo se clasifican. Además, cuáles son sus características y los satélites de cada planeta.

Satélites naturales
El primer satélite natural conocido por el hombre fue la Luna.

¿Qué son los satélites naturales?

Los satélites naturales son cuerpos celestes que orbitan alrededor de un planeta o de otro cuerpo celeste que no sea una estrella. El primer satélite natural conocido por el hombre fue la Luna. Los únicos planetas del sistema solar que no tienen satélites naturales son Mercurio y Venus.

Los satélites son cuerpos sólidos, habitualmente sin atmósfera, de diversos tamaños y densidades. Algunos son pequeños y rocosos, mientras que otros son grandes y tienen composiciones más complejas. 

Un satélite entra en órbita alrededor de un planeta cuando llega a una distancia en que se equilibran dos fuerzas: la fuerza centrífuga (que empuja al satélite hacia afuera) y la fuerza de la gravedad (que atrae al satélite hacia el planeta). Por eso, los satélites no chocan con los planetas, pero tampoco se alejan de su órbita.

De la misma manera que con los planetas, los nombres de los satélites del sistema solar fueron tomados de la mitología griega y romana. En el caso de los satélites de Urano, algunos de los nombres fueron adoptados de personajes de las obras de Shakespeare.

Los satélites artificiales son creados por los seres humanos y lanzados al espacio con propósitos específicos. Pueden ser utilizados para la comunicación, la observación de la Tierra, la investigación científica o la exploración espacial. A diferencia de los satélites naturales, los artificiales son producto de la tecnología humana y no se forman de manera natural en el sistema solar.

Características de los satélites naturales

Los satélites naturales presentan las siguientes características:

  • Orbitan alrededor de un planeta.
  • Se formaron de manera natural y por diferentes procesos. 
  • Salvo Mercurio y Venus, todos los planetas del sistema solar tienen satélites naturales. 
  • Existen satélites naturales de diversos tamaños y composición. 
  • Ganímedes es el satélite más grande del sistema solar.
  • La Luna es el único satélite natural de la Tierra. 

Orígenes de los satélites naturales

Las hipótesis de la formación de los satélites naturales están asociadas con diferentes procesos:

  • Captura gravitacional. Algunos satélites naturales podrían haber sido inicialmente cuerpos celestes en el espacio que fueron capturados por la gravedad de un planeta. 
  • Coformación. En algunos casos, los satélites naturales pueden haberse formado al mismo tiempo que el planeta al que están asociados. Este proceso implica que tanto el planeta como su satélite se formaron a partir del mismo material originario.
  • Impactos. Un impacto gigante entre un objeto celeste y un planeta podría haber resultado en la expulsión de material que eventualmente se condensó para formar un satélite. Este proceso se ha propuesto como una posible explicación para la formación de la Luna.

Tipos de satélites naturales

Satélites naturales - anillos
Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno poseen anillos donde orbitan satélites pastores.

Existen varios tipos de satélites naturales en el sistema solar, y cada uno tiene características únicas en función de su origen y su comportamiento orbital: 

  • Satélites pastores. Son satélites que se encuentran en los anillos planetarios de Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno. Estos satélites ayudan a mantener la forma del anillo al ejercer influencia gravitatoria y evitan que las partículas se dispersen debido a perturbaciones gravitatorias de otros planetas. Un ejemplo de satélite pastor es Pan, que se encuentra en el sistema de anillos de Saturno.
  • Satélites coorbitales. Son satélites que giran en una misma órbita. Los satélites Jano y Epistemo, de Saturno, son ejemplos de satélites coorbitales. 
  • Satélites asteroidales. Son satélites que giran en torno a un asteroide. Se los conoce también como asteroides troyanos. Dáctilo es un ejemplo de satélite asteroidal, y orbita alrededor del asteroide Ida. 

Tipos de órbitas de los satélites naturales

Según su movimiento y su órbita, los satélites naturales se clasifican en dos tipos:

  • Regulares. Estos satélites giran en el mismo sentido que el planeta, es decir, mantienen una órbita constante alrededor del cuerpo celeste de mayor tamaño. Ejemplos de estos satélites son la Luna, Ganímedes, Europa, Titán, Miranda y Oberón.
  • Irregulares. Estos satélites tienen órbitas muy alejadas respecto del planeta y sus órbitas son generalmente elípticas (alargadas) y muy inclinadas. Se cree que estos satélites eran asteroides que fueron capturados por la fuerza gravitacional del planeta y por eso tienen órbitas lejanas.

¿Cuántos satélites naturales tiene cada planeta?

Salvo Mercurio y Venus, todos los demás planetas del sistema solar tienen satélites naturales:  

  • Tierra. Tiene un solo satélite natural, la Luna. 
  • Marte. Tiene dos satélites naturales, llamados Fobos y Deimos. 
  • Júpiter. Tiene más de 80 satélites naturales conocidos. Los más importantes son Ío, Europa, Ganímedes y Calisto. Ganímedes es el satélite natural más grande del sistema solar y el único que tiene campo magnético propio. 
  • Saturno. Tiene 82 satélites naturales conocidos. Los más importantes son Titán, Encélado, Rea, Dione y Mimas. 
  • Urano. Tiene 27 satélites naturales conocidos. Algunos de los más destacados son Ariel, Miranda, Umbriel, Titania y Oberón. 
  • Neptuno. Tiene 14 satélites naturales conocidos. Algunos de los más importantes son Tritón, Proteo, Nereida y Larisa. 

La Luna

Satélites naturales - la luna
La Luna siempre muestra la misma cara al planeta Tierra.

La Luna es el único satélite natural de la Tierra. Su diámetro es de 3.474 kilómetros (un cuarto del diámetro de la Tierra), lo que la convierte en el quinto satélite más grande del sistema solar. Su órbita alrededor del planeta tarda aproximadamente 27,3 días en completar una vuelta.

Una característica de la Luna es que siempre muestra la misma cara a la Tierra, un fenómeno conocido como rotación sincrónica. Esto se debe a que la rotación de la Luna alrededor de su propio eje toma el mismo tiempo que su órbita alrededor de la Tierra. 

Se cree que la Luna se formó hace aproximadamente 4.500 millones de años, a partir de los restos de una colisión entre la Tierra temprana y un objeto del tamaño de Marte conocido como Theia. Los escombros de esta colisión se habrían consolidado para formar la Luna.

La Luna desempeña un papel fundamental en la estabilización de la inclinación del eje de rotación de la Tierra. Además, la disparidad entre las fuerzas gravitatorias de la Tierra y la Luna es lo que da origen a las mareas.

Encélado

Encélado es uno de los satélites de Saturno, y con solo 500 kilómetros de diámetro es uno de los cuerpos celestes más activos del sistema solar. Esto se debe a los más de cien géiseres que se encuentran en su superficie. Estos chorros de material expulsado desde su interior pueden alcanzar importantes altitudes antes de caer de nuevo sobre la superficie. Debido a las bajas temperaturas, el agua expulsada vuelve a caer a la superficie en forma de nieve y el resto se dispersa por el anillo planetario al que pertenece Encélado. 

Los científicos han utilizado estas mediciones para inferir la presencia de un océano subsuperficial en el polo sur de Encélado. La actividad de los géiseres sugiere que debajo de la capa de hielo hay una fuente de calor que mantiene el agua en estado líquido. 

La existencia de un océano subsuperficial tiene importantes implicaciones, ya que podría proporcionar un entorno potencialmente habitable para formas de vida microscópicas  similares a las que se encuentran en las profundidades oceánicas de la Tierra.

Ganímedes

Ganimedes - satélites naturales
Ganímedes está compuesto de silicatos y hielo de agua.

Ganímedes es el satélite natural más grande del sistema solar. Fue descubierto por Galileo Galilei en 1610, junto con otros satélites como Ío, Europa y Calisto. Tiene un diámetro aproximado de 5.268 kilómetros, por lo que es más grande que Plutón

Su composición se caracteriza por la presencia predominante de agua en estado sólido y silicatos, lo que permite a los científicos suponer que cuenta con una estructura interna con un núcleo rocoso y una superficie helada.

Ganímedes es el único satélite del sistema solar que tiene campo magnético propio. Esto se produce por su interacción con el potente campo magnético de Júpiter.

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Sposob, Gustavo (24 de octubre de 2024). Satélites naturales. Enciclopedia Humanidades. Recuperado el 5 de noviembre de 2024 de https://humanidades.com/satelites-naturales/.

Sobre el autor

Autor: Gustavo Sposob

Profesor de Enseñanza Media y Superior en Geografía (UBA).

Fecha de actualización: 24 de octubre de 2024
Fecha de publicación: 16 de septiembre de 2018

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