Molière

Te explicamos quién fue Molière, cuáles fueron sus principales obras dramáticas y en qué consiste el llamado “asunto Molière-Corneille”.

Molière
La obra de Molière es considerada la cumbre de la comedia francesa de todos los tiempos.

¿Quién fue Molière?

Molière fue el seudónimo del actor, dramaturgo y poeta francés Jean-Baptiste Poquelin, con el que publicó un importante conjunto de obras, que incluye comedias, farsas, tragedias, tragicomedias y comédie-ballets. Es considerado como el padre de la comedia francesa y uno de los autores fundamentales del clasicismo francés.

Las obras teatrales de Molière se encuentran entre las más representadas de todos los tiempos. Aunque responden a las formas de la comedia tradicional, en ellas se lleva a la cima el género de la comedia de carácter y de la comedia de costumbres, ya que Molière era en el fondo un moralista, o sea, un crítico de las costumbres y las usanzas de su época.

La vida de Molière se conoce en detalle, gracias a que fue documentada en su época por artistas y pensadores como el propio Voltaire (1694-1778). Sin embargo, existe una polémica en torno a la autoría de sus obras conocida como el “asunto Molière-Corneille”. De ser ciertas las sospechas de algunos investigadores, las obras publicadas por Molière habrían sido en realidad obra del poeta y dramaturgo francés Pierre Corneille (1606-1684).

Nacimiento y juventud de Molière

Jean-Baptiste Poquelin nació en París, Francia, el 15 de enero de 1622. Sus padres fueron el tapicero real Jean Poquelin y su esposa Marie Cressé, quien falleció cuando el futuro dramaturgo tenía apenas 10 años de edad. Su padre, sin embargo, le brindó una buena educación en el famoso colegio jesuita de Clermont en París (más tarde conocido como Louis Le Grand), con miras a que heredase el oficio de tapicero real.

Pero Jean Baptiste tenía otros intereses. De la mano de su abuelo, Louis Cressé, conoció la lectura y los grandes autores clásicos, y heredó el gusto por el teatro, que solían presenciar en la sala del Hotel de Bourgogne. Más que las tragedias, al joven Poquelin le llamaban la atención las comedias. De hecho, durante sus estudios, solía juntarse con amigos a representar pequeñas obras que él mismo imaginaba o que copiaba de otros autores clásicos y contemporáneos, como el comediógrafo latino Plauto (254-184 a. C.).

Posteriormente, Jean-Baptiste ingresó a la Universidad de Orleans, donde estudió Derecho entre 1640 y 1642, una profesión que ejerció apenas durante unos meses, antes de dedicarse al negocio paterno. Allí frecuentó a la adinerada familia de comediantes Béjart, de la corte del rey Luis XIII (1601-1643), quienes serían muy importantes en su futuro.

En 1643, decidió dar un vuelco a su vida y unirse a otros nueve actores para fundar L’Illustre-Théâtre. En esta compañía teatral, dirigida por la joven Madeleine Béjart, de quien Jean-Baptiste estaba enamorado, el joven debutó como actor. En ese contexto, además, adoptó su seudónimo artístico, “Molière”, a partir de 1644.

Los inicios de Molière en el teatro

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Los inicios de Molière con L’Illustre-Théâtre no estuvieron exentos de problemas.

Con L’Illustre-Théâtre, el joven Molière emprendió sus funciones en París, primero como actor, pero luego como escritor de farsas e incluso como director. La compañía solía representar tragedias de Pierre Corneille (1606-1684) y de otros autores, así como pantomimas al estilo de la comedia del arte italiana.

Pero las recaudaciones eran escasas: el teatro no era un hábito entre los parisinos y existían ya dos grandes e importantes teatros contra los que competir. Así que pronto se vieron en aprietos económicos y Molière tuvo que recurrir a préstamos y deudas que, en un par de ocasiones, lo llevaron a la cárcel.

A partir de 1645, la tropa teatral emprendió una larga gira por el sur de Francia. A lo largo de trece años, visitaron Nantes, Toulouse, Lyon, Montpellier y otras ciudades, antes de regresar finalmente a París. Este periplo fue fundamental en la formación de Molière, no solo como actor y dramaturgo, sino en las lides del mundo teatral: lidiar con el público, con los autores y con el resto de la tropa.

Además, en esos años, Molière compuso sus dos primeras obras cómicas: El atolondrado o Los contratiempos (1655) y El despecho amoroso (1656). Estas le valieron a la compañía la protección económica de Armando de Borbón-Conti (1629-1666) y posteriormente del gobernador de Normandía.

En 1658, regresaron a París y Molière recibió su primera gran oportunidad: presentarse ante Luis XIV de Francia (1638-1715). La compañía representó una tragedia de Corneille acompañada por una obra cómica de Molière titulada El doctor amoroso, de la cual no se conserva copia alguna. Sin embargo, fue precisamente esta última la que cautivó al hermano del rey, Felipe I de Orleans (1640-1701). Gracias a ella, la compañía gozó de su favor durante casi siete años consecutivos.

Las preciosas ridículas y el éxito de Molière

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La primera de las grandes comedias de Molière se estrenó en el Théâtre du Petit-Bourbon de París, en 1659.

La consolidación de Molière como dramaturgo tuvo lugar a finales de 1659, fecha en la que se presentó la primera de sus grandes comedias, Las preciosas ridículas, en el Théâtre du Petit-Bourbon de París. La comedia, de un solo acto y escrita en prosa, tuvo un éxito rotundo y le abrió el camino entre las grandes voces teatrales parisinas.

Para ese entonces, la compañía teatral de Molière había sufrido diferentes reestructuraciones. Algunos de sus antiguos integrantes se habían unido a la compañía rival del Théâtre du Marais y otros habían ocupado sus lugares vacantes, pero a la cabeza del grupo ahora estaba Molière, de manera indiscutida.

Su siguiente éxito ocurrió en 1660, con el estreno de Esganarel o El cornudo imaginario, la pieza teatral más exitosa y representada de todo su repertorio. En ella nació Esganarel, uno de los personajes más famosos de Molière, que, interpretado siempre por él mismo, haría aparición más adelante en otras de sus comedias.

Sin embargo, ese mismo año, el Théâtre du Petit-Bourbon fue derribado para construir la columnata del Louvre, y la compañía de Molière quedó sin lugar para presentarse. A pesar de ello y de las proposiciones de compañías rivales, la tropa permaneció fiel a su lado. Al año siguiente, fueron trasladados por el rey al Palais-Royal, donde estrenaron en noviembre Los inoportunos con un éxito arrollador.

Animado por estos cambios, Molière quiso probar suerte en la tragedia con Don García de Navarra o El príncipe celoso (1661), obra que fracasó estrepitosamente. De regreso inmediatamente a la comedia, la compañía estrenó ese mismo año La escuela de los maridos, para enorme alegría de su público.

En 1662, Molière se casó con la joven Armande Béjart, hija de su antiguo amor, Madeleine, y veinte años menor que él. Además, estrenó una de sus obras más exitosas en vida: La escuela de las mujeres, que se presentó en París y en Versalles a lo largo de todo el año.

Esta obra le ganó una fama inmensa a Molière, pero al mismo tiempo sus primeros enemigos.

La guerra teatral de Molière

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A pesar de su cercanía con el rey, Molière tuvo en vida numerosos enemigos.

Desde la muerte del cardenal Manzarino (1602-1661), la autoridad del rey Luis XIV creció y también las intrigas a su alrededor. Y Molière, quien contaba con sus favores y su estima, no tardó en verse envuelto en ellas, sobre todo tras el estreno de La escuela de las mujeres, obra que fue declarada obscena y antirreligiosa por el Partido Devoto y la Compañía del Santo Sacramento.

Molière fue acusado de libertino, y las compañías teatrales rivales, celosas de su cercanía con el rey, no tardaron en sumarse al chismorreo. Se llegó a decir que su esposa Armande era la mismísima hija que había tenido con Madeleine.

A partir de ese momento, se desató una guerra teatral entre Molière y sus adversarios. La inició en 1663 Edme Boursault (1638-1701), cuando presentó en el Hôtel de Bourgogne El retrato del pintor o la contracrítica de La escuela de las mujeres, una obra en la que atacaba la última pieza de Molière; seguida de Chanson à la coquille, otra pieza breve en la que atacaba personalmente al dramaturgo y a su antiguo amor, Madeleine.

Molière respondió con obras de su autoría, en las que ridiculizaba a sus detractores y las obras en su contra. Estas piezas fueron La crítica de La escuela de las mujeres y El impromptu de Versalles.

Al año siguiente, Molière pareció ganar la guerra teatral cuando fue nombrado responsable del entretenimiento en la corte del rey, donde presentó Los placeres de la isla encantada y La princesa de Élide. A tanto llegó su amistad con Luis XIV, que el monarca apadrinó a su hijo Luis, nacido en 1664 y fallecido a los pocos meses de vida.

En 1665, nació su segunda hija, Marie Madeleine, y Molière estrenó su Don Juan. Esta pieza fue particularmente perseguida por el partido religioso y no volvió a presentarse sino hasta 1677. Sin embargo, con ella Moliêre ganó la venia del rey para nombrar su compañía como “compañía real” y recibió una generosa pensión de la Corona.

Dos nuevas obras maestras se presentaron a continuación: El misántropo o El atrabiliario enamorado y El médico a palos, ambas en 1666. Sin embargo, para ese entonces, Molière ya mostraba los primeros síntomas de su enfermedad. Le había sido diagnosticada una tuberculosis.

Tartufo y la enfermedad de Molière

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Tartufo o El impostor es la obra más célebre de Molière.

A partir de 1667, la salud de Molière empezó a darle trabajo. Comenzó a actuar menos, aunque se mantuvo escribiendo. Sus detractores, en cambio, no cesaron los ataques en su contra. Su antiguo protector, el príncipe de Conti, lo acusó de libertino en su póstumo Tratado de la comedia. También contó con la enemistad del poeta y dramaturgo Jean Racine (1639-1699) y de François Hédelin, abate de Aubignac (1604-1676).

Ese mismo año, Molière logró presentar su segunda versión de Tartufo o El impostor, su obra maestra, cuya primera versión había sido prohibida por la Compañía del Santo Sacramento, luego de que la representase, aún inconclusa, ante el rey en 1664. Esta segunda versión, titulada Panulfo o El impostor, también fue perseguida un día después de su estreno, a punto tal que el arzobispo de París, Hardouin de Péréfixe (1606-1671), amenazó con la excomunión a cualquiera que la presentara o escuchara.

Las razones para su prohibición tuvieron que ver con la crítica a la hipocresía (en especial a la religiosa) que subyace en el argumento de la obra. Tartufo es un falso devoto que utiliza la religión para quedarse con los bienes de Orgón, el protagonista de la pieza, y por lo tanto encarna las críticas de Molière a la corrupción eclesiástica.

El dramaturgo respondió a la prohibición con su Carta sobre la comedia del impostor, en 1667, y acudió al rey para solicitar la habilitación de la obra, cosa que ocurrió en 1669. Finalmente, Tartufo pudo presentarse y resultó ser una de las más grandes obras de Molière. Junto a ella se estrenaron, en ese entonces, otras piezas fundamentales como Anfitrión (1667) y El avaro (1668), la última de sus obras maestras.

A partir de 1670, Molière se dedicó a componer obras para la corte, en colaboración con el compositor Jean-Baptiste Lully (1632-1687). Al año siguiente, estrenó Los amantes magníficos y El burgués gentilhombre, y, en 1672, Los enredos de Scapin y Las mujeres sabias. Ese mismo año falleció su antiguo amor, Madeleine Béjart, y nació su tercer hijo, Pierre.

Muerte y legado de Molière

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Molière falleció de tuberculosis en plena gira de su última obra.

En 1673, Molière estrenó su última obra: El enfermo imaginario, en la cual representó el papel protagónico. La tuberculosis lo dejaba actuar a duras penas y, durante la cuarta función, el actor sufrió una fuerte recaída y tuvo que ser retirado del escenario y trasladado a su lecho de muerte.

Finalmente, el 17 de febrero de 1673, Molière falleció en su casa en París. Su esposa no consiguió un sacerdote que quisiera darle la extremaunción, pero sí logró, a través del rey, que le permitieran enterrarlo dentro de un camposanto. Esto estaba prohibido para los actores en la época, pues eran considerados inmorales. El cuerpo de Molière se sepultó en el cementerio de San José, en la región destinada a los niños sin bautizar.

Después de su muerte, su esposa fundó en 1680 la Comédie-Française, una institución dedicada a preservar el teatro clásico francés y en la que convergieron dos tropas teatrales distintas: la del Hôtel Guénégaud y la del Hôtel de Bourgogne.

La vida de Molière fue objeto de estudio prácticamente desde el instante de su muerte y su primera biografía, repleta de inexactitudes y detalles legendarios, se publicó en 1705. Su figura, sin embargo, recién fue revalorizada durante el siglo XIX, como parte de las revisiones culturales de la Tercera República Francesa.

¿En qué consistió el “asunto Corneille-Molière”?

Dentro de la misma época de revalorización de Molière, el escritor y poeta Pierre Louÿs (1870-1925) encontró similitudes entre su versificación y algunas obras de su contemporáneo Pierre Corneille, y puso en duda la autoría de sus obras. Louÿs se preguntó si la brillante obra del dramaturgo no sería, en realidad, de su rival, y si Corneille no habría aceptado escribir para Molière durante momentos de desesperación económica, ya que el autor de Tartufo, a diferencia de él, contaba con los favores económicos de la Corona.

De esta manera, surgió el llamado “asunto Corneille-Molière”, que dio pie a que muchos críticos miraran con sospecha otros detalles de la obra de Molière, como cierta terminología normanda (impropia, por lo tanto, de un parisino) y la ausencia total de manuscritos de sus obras (ya que su hija los había extraviado). Otro factor a considerar fue que Corneille y Molière a menudo colaboraban abiertamente.

Al margen de esta polémica, Molière es considerado actualmente como el autor central del clasicismo francés, y sus famosas comedias han sido representadas, publicadas y traducidas en el mundo entero.

Las principales obras de Molière son:

  • Las preciosas ridículas (1659)
  • La escuela de las mujeres (1662)
  • Don Juan (1665)
  • El misántropo o El atrabiliario enamorado (1666)
  • El avaro (1668)
  • Anfitrión (1668)
  • Tartufo o El impostor (1669)
  • El burgués gentilhombre (1670)
  • El enfermo imaginario (1673)

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Referencias

  • Bulgakov, M. (2007). Vida del señor Molière (Trad. Ricardo San Vicente). Montesinos.
  • Sin autor. (2022). A 400 años del nacimiento de Molière, un repaso por sus obras más destacadas. La Naciónhttps://www.lanacion.com.ar/
  • Tobin, R. y Moore, W. (2023). Molière. French dramatist. The Encyclopaedia Britannica. https://www.britannica.com/
  • Voltaire. (1954). Vida de Molière (Trad. Tim Newcomb). Newcomb Livraria Press.

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Farías, Gilberto (10 de abril de 2024). Molière. Enciclopedia Humanidades. Recuperado el 5 de noviembre de 2024 de https://humanidades.com/moliere/.

Sobre el autor

Autor: Gilberto Farías

Licenciado en Letras (Universidad Central de Venezuela)

Fecha de actualización: 10 de abril de 2024
Fecha de publicación: 10 de abril de 2024

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