Te explicamos cuál es la diferencia entre ética y moral. Además, las distintas definiciones de estos conceptos durante las etapas de la historia.
Puntos clave
- La ética y la moral tienen una relación jerárquica: la ética estudia la teoría que sustenta a la moral.
- La ética es una disciplina que trabaja sobre las normas que regulan la conducta.
- La moral es el conjunto de creencias que rige las acciones de los individuos.
¿Cuál es la diferencia entre ética y moral?
La ética y la moral pertenecen a la misma familia conceptual del ámbito de la ética, que es una disciplina filosófica especializada en el comportamiento humano.
En general, se considera que la relación entre ambas es una relación jerárquica, ya que la ética estudia la teoría que sustenta las normas morales que rigen la conducta cotidiana, por lo que la moral se subsume a la ética. Sin embargo, esta distinción, así como la distribución jerárquica, es ampliamente discutida.
- Ver además: Ética y moral
La ética
La ética es la disciplina que reflexiona sobre los principios que rigen la conducta. Es una rama de la filosofía que con el tiempo se constituyó en una disciplina autónoma. El nombre “ética” viene del griego ethikós (que significa “relativo al carácter de uno”) y tiene su raíz en ethos, que significa “carácter” o “morada”.
La preocupación ética por el bien y la felicidad constituye una preocupación filosófica debido a que es una preocupación del ser humano. Platón y Aristóteles, dos de los filósofos más importantes de la antigüedad, escribieron e investigaron acerca de estos conceptos éticos, así como de la virtud y el fin último o propósito del ser humano. Lo mismo hicieron otros filósofos de la antigüedad y la mayoría de los medievales. Entre estos últimos estuvieron San Agustín (354-430) y Santo Tomás (1225-1274), quienes relacionaron la ética con la teología.
La modernidad, junto al trabajo de Immanuel Kant (1724-1804), trajo consigo la idea de una ética normativa, vinculada al concepto de imperativo categórico. El imperativo categórico es un concepto kantiano que se utiliza como máxima ética para regular el comportamiento de uno mismo y de los demás.
Durante el siglo XX, por otro lado, se gestó el “giro ético”, que consistió en el paso de las preguntas metafísicas a las preguntas éticas. Se tomó la idea de la alteridad (la idea del “otro” que no es “yo”) con mayor rigor y, al mismo tiempo, se empezó a investigar la diferencia entre metaética (el significado de los términos morales) y la ética normativa (la pregunta por cuáles acciones son buenas y cuáles malas).
La moral
La moral es el conjunto de creencias, costumbres, normas y valores que rigen las acciones de un individuo o de un grupo. La palabra “moral” viene del latín moralis, que es el equivalente al griego ethikós. Moralis viene de mor, que significa “costumbre” o “carácter”. De esto se deduce que “moral” es el conjunto de costumbres de una sociedad.
Como la moral es un conjunto de costumbres y valores, forma parte de la vida concreta. En el mundo griego, la moral era la ethos. La palabra “ethos” significa morada, y en la antigüedad la morada era el conjunto de relaciones entre el medio físico y las personas que lo habitaban.
Durante la Edad Media, y por la traducción indiferente de ethos (moral) y éthos (ética) a moralis, se llamó moral tanto a las costumbres como al carácter. Hoy se piensa que la moral es lo que se hace en una comunidad según las costumbres de una época. Esto significa que la moral es relativa al momento histórico y a su determinación geográfica y, a diferencia de la ética, puede cambiar.
Diferencias entre ética y moral
La ética y la moral tienen un origen muchas veces confuso. Para los griegos no era lo mismo la éthos (ética) que la ethos (moral). Sin embargo, que utilizaran dos palabras distintas no significa que no pudieran intercambiarlas en distintos casos y, muchas veces, mezclar su uso.
Por ejemplo, la ethos, la moral, era la relación entre un espacio y las personas. La éthos, la ética, los criterios que daban carácter a esa relación. Pero, al mismo tiempo, las costumbres de esas personas eran la moral (ethos) que daba el carácter ético (éthos) al lugar.
Estas idas y vueltas del uso y desuso de los términos no son solo griegas. También fueron estudiadas en otras etapas y en la actualidad. Los psicoanalistas Donald Woods Winnicot (1896-1971) y Sigmund Freud (1856-1939) estudiaron estas relaciones. Ambos descubrieron que las relaciones familiares eran consideradas éticas (contaban con principios y valores) si se apoyaban en una moral “buena” (armoniosa e inclusiva).
Sin embargo, en el mundo medieval, que siguió al mundo griego, no había una distinción entre ética y moral. Para los pensadores de la época, todo se reducía, indistintamente, a la mor, es decir: al carácter. Que se haya reducido la ética y la moral al carácter tiene que ver, posiblemente, con que la distinción no hacía sentido a la luz de la teología. En aquel entonces, preguntar por el bien no era otra cosa que preguntar por Dios y, esa pregunta, ya tenía una disciplina propia que la estudiara.
Con el paso del tiempo y la llegada de la modernidad secular la distinción entre ética y moral fue adquiriendo renovada importancia. El sentido de la moral como el conjunto de normas y costumbres por las que una sociedad se rige es un sentido moderno. Lo mismo sucede con la idea de la ética como la serie de principios que regulan a las normas morales.
Algunos filósofos contemporáneos, sin embargo, sostienen que la distinción entre ética y moral es artificial o estipulativa. Que sea estipulativa significa que cada vez que se usa la palabra “moral” o a la palabra “ética” se les da un nuevo sentido. Es decir que la distinción es a conveniencia de quien la realiza.
Lo cierto es que, para la filosofía, la ética suele ser la disciplina que estudia la moral y, en todo caso, la moral es el campo concreto de la acción humana.
Referencias
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