Te explicamos qué fue la democracia ateniense, su origen y cómo funcionaba. Además, cuáles son sus características e importancia.
¿Qué fue la democracia ateniense?
Se conoce como democracia ateniense a la forma de gobierno establecida en la ciudad-estado de Atenas, en la Antigua Grecia, entre los siglos VI y IV a. C.
Se trata de la primera democracia conocida en la historia de la humanidad y constituye un antecedente fundamental de las democracias implementadas en países occidentales a partir del siglo XVIII d. C.
Se la considera una democracia directa, una de las pocas en toda la historia, en la que el poder legislativo y el ejecutivo eran ejercidos directamente por el pueblo, en lugar de elegir a representantes que lo hagan en su nombre.
El sistema democrático ateniense se basaba en la soberanía popular. A través de sus instituciones, fomentaba la participación política de sus ciudadanos en los diferentes aspectos que atraviesan la vida pública en sociedad.
Ver además: Democracia representativa
Ubicación geográfica y temporal de la democracia ateniense
Atenas fue una polis (ciudad-estado) griega que abarcó toda la región del Ática en el sur de Grecia, en las costas del mar Egeo.
Hacia el 508 a. C., luego de dos siglos de monarquía, Atenas implementó la democracia como forma de gobierno. Este periodo es conocido como Grecia Clásica y comprende el auge de la cultura griega hasta la conquista de la región bajo el Imperio macedónico de Alejandro Magno y la eliminación de las instituciones democráticas en 322 a. C.
Historia de la democracia ateniense
Antecedentes
Los atenienses eran los habitantes de la ciudad-estado de Atenas, una de las más importantes de la Grecia Antigua. Originalmente, organizaron su gobierno como una monarquía, cuyo poder estaba limitado por el Areópago (Consejo de terratenientes). Hacia el siglo VII a. C., un grupo aristocrático conocido como los eupátridas abolió la monarquía e instauró una oligarquía. Desde entonces el Areópago elegía tres arcontes que se ocupaban de las funciones ejecutivas de gobierno. Sin embargo, esta concentración de poder generó descontento entre el resto de los atenienses.
Desde finales de siglo y durante el siglo siguiente, arcontes como Dracón de Tesalia y Solón de Atenas impulsaron diferentes reformas que debilitaron los privilegios de los eupátridas, en favor del resto de la población. Entre 561 y 510 a. C., Pisístrato tomó el poder e instaló una tiranía (gobierno basado en el uso de la fuerza). Durante su gobierno, Pisístrato tomó medidas que tuvieron un gran apoyo popular.
Establecimiento de la democracia
Luego de la muerte de Pisístrato, se sucedieron luchas entre diferentes grupos de poder, hasta que uno de ellos, liderado por Clístenes, logró imponerse sobre el resto. Hacia el 508 a. C., Clístenes implementó una serie de reformas que promovieron la responsabilidad colectiva en la toma de decisiones y fomentaron la igualdad ante la ley entre los ciudadanos atenienses.
Luego, en 465 a. C., Efialtes continuó las reformas para organizar las instituciones democráticas y, finalmente, Pericles le terminó de dar forma a la estructura democrática ateniense.
El periodo democrático coincide con el auge de la ciudad en el contexto regional. El siglo V a. C. es conocido como el Siglo de Oro, debido al esplendor cultural, político y económico de Atenas, y a su supremacía militar frente a otras ciudades griegas. Efialtes y Pericles fueron quienes impulsaron las reformas necesarias para organizar las instituciones democráticas en la ciudad y dar al pueblo ateniense un acceso real y efectivo al poder.
Crisis del poder ateniense
En la segunda mitad del siglo, la rivalidad política entre Atenas y Esparta comenzó a afectar al resto de las ciudades griegas. Se conformaron la Liga de Delos, encabezada por Atenas, y la liga del Peloponeso, liderada por Esparta con el apoyo de los persas. En 404 a. C., los atenienses fueron derrotados.
Además, el costo de la guerra debilitó a todas las polis que intervinieron y esto permitió el avance del pueblo macedonio que, en 334 a. C., se impuso sobre el mundo griego. Finalmente, en 322 a. C., bajo la órbita del imperio macedonio se eliminaron todas las leyes e instituciones democráticas de Atenas.
Sociedad de la democracia ateniense
Aunque este periodo de la historia ateniense se caracterizó por la participación política del demos (palabra griega que significa “pueblo”), la sociedad ateniense estaba marcada por la desigualdad. La definición de ciudadanía excluía a las mujeres, a los extranjeros y a los esclavos. Solo se consideraba que eran ciudadanos los hombres, mayores de 20 años, hijos de padre y madre ateniense.
Las mujeres eran consideradas sujetos subordinados a las decisiones de los varones y carentes de la independencia necesaria para actuar por iniciativa propia.
Los metecos eran personas extranjeras, nacidas en otras ciudades griegas y que residían en Atenas. Tampoco eran considerados ciudadanos ni estaban autorizados a poseer tierras. Se dedicaban a actividades comerciales o a la producción artesanal.
Los esclavos constituían un tercio de la población ateniense. Eran personas que no tenían libertad y se los consideraba una propiedad privada de sus dueños. No tenían derechos políticos. Se los empleaba principalmente para las tareas domésticas, la producción artesanal y como mano de obra en la agricultura.
Organización política de la democracia ateniense
Los atenienses desarrollaron un sistema democrático complejo, en el que diferentes instituciones y magistrados se ocupaban de las tareas de gobierno de los diferentes poderes gubernamentales.
La soberanía era popular. Eso quiere decir que el poder era del demos (palabra griega para “pueblo”) y era ejercido a través de la Ecclesia (Asamblea popular). Los atenienses buscaron que la participación de los ciudadanos sea obligatoria en la toma de decisiones y en la composición de las leyes que gobernaban la sociedad. Creían que de esta manera podían garantizar la igualdad de derechos políticos.
Para ello, se diseñó un sistema en el que los ciudadanos ejercían las funciones de gobierno a través de magistrados e instituciones. De esta manera, velaban por la ejecución de las leyes y normativas establecidas por la soberanía popular.
El poder legislativo era ejercido por el Consejo de los Quinientos (también llamado Boulé), integrado por 500 ciudadanos, representantes de las 10 tribus del Ática (50 por tribu). El poder judicial se organizaba en base a tribunales populares supervisados por la Heliea (tribunal superior) y el Areópago (consejo de ancianos).
Las funciones del poder ejecutivo estaban divididas en diferentes magistrados. De esta manera se evitaba la acumulación de poder en manos de individuos. La ocupación de los cargos era limitada en el tiempo y podía hacerse una vez en la vida, salvo algunas excepciones específicas.
Instituciones gubernamentales
En la democracia ateniense existían dos instituciones que eran la base fundamental de la soberanía popular:
- Ecclesia: la Asamblea de ciudadanos. Estaba compuesta por hasta 6000 ciudadanos, que asistían libremente a las reuniones. Esta Asamblea tomaba las decisiones más importantes como legislar, nombrar funcionarios, juzgar crímenes y delitos o llevar a cabo decisiones ejecutivas (como ir a la guerra o concederle a un extranjero la ciudadanía). La asamblea se reunía periódicamente, por lo general cuatro veces cada 36 días. A medida que el modelo democrático se hizo más complejo, se comenzaron a designar magistraturas específicas en las que se delegaban algunas funciones judiciales y legislativas.
- Boulé: el Consejo de los Quinientos. Se trataba de una asamblea restringida cuyos ciudadanos estaban encargados de los asuntos corrientes de la ciudad. Estaba compuesta por 500 representantes electos en cada una de las jurisdicciones atenienses. Desde la época de Pericles, los asambleístas recibían una paga especial, a cambio de ejercer funciones deliberativas, administrativas y judiciales, y servían de vigilancia a las demás instituciones y garantizando el funcionamiento del sistema.
Además, otra institución importante era la Heliea, el tribunal supremo en materia de justicia. Estaba compuesto por 6000 ciudadanos que, en sus funciones, recibían el nombre de dikastas (“los que juran”) o heliastas.
La Heliea se conformaba por sorteo entre 6000 ciudadanos mayores de 30 años, que se habían postulado de manera voluntaria. El ejercicio del cargo era remunerado. Los elegidos debían prestar juramento y encargarse de las decisiones en los juicios públicos (graphe) y privados (diké).
Magistrados
La democracia ateniense contaba con magistrados (cargos públicos) que se ocupaban de las tareas ejecutivas de gobierno. Cumplían funciones militares, administrativas, religiosas, de justicia y de apoyo a las asambleas.
En su mayoría, los cargos eran ocupados por ciudadanos electos por sorteo, que podían ejercer esta función una sola vez en la vida, y por un tiempo limitado. En cambio, existían algunos magistrados específicos que eran elegidos por votación en la Asamblea y podían ser reelegidos de la misma manera.
Los magistrados más importantes eran:
- Arcontes (Arconte epónimo, Polemarco, Arconte rey y Tesmótetas). Cumplían funciones ejecutivas. Estaban controlados por un comité del Consejo de los Quinientos y cuando se retiraban pasaban a formar parte del Areópago (consejo de ancianos).
- Magistraturas de la administración civil (inspectores de mercado, administradores de fondos y otros magistrados). Eran más de 600 individuos que se postulaban de manera voluntaria para ser elegidos por sorteo. Se dedicaban a tareas administrativas de gobierno.
- Magistrados de la administración militar (estrategos, taxiarcos, filarcos, hiparcos y tesorero militar). Estos funcionarios eran elegidos directamente por la Asamblea popular (“Ecclesia”).
Durante el siglo V a. C., Pericles estableció la remuneración de los magistrados, ya que consideraba que estaban brindando un servicio a la ciudadanía. De esta manera, se involucró en la vida pública a las personas que no tenían tiempo o recursos excedentes para la participación política.
Los magistrados eran elegidos de dos modos distintos:
- Cargos electos por sorteo. Este era el método más habitual para nombrar cargos públicos, ya que se consideraba el más democrático posible: toda la ciudadanía debía gobernar y ser gobernada por turnos. Así, no se tomaba en cuenta ningún tipo de ventaja o mérito a la hora de elegir.
- Cargos electos por votación. Alrededor de unos cien funcionarios de un millar eran electos por votación pública: los tesoreros y encargados del manejo de grandes cifras de dinero público y los strategoi, generales electos entre los miembros destacados de la polis. Eran requisados antes y después de ejercer el cargo, para evitar los delitos de corrupción.
Importancia de la democracia ateniense
La democracia ateniense representa un hito fundamental en la historia política en el mundo, por ser la primera democracia de la que se tiene amplio registro.
Es fuente de textos jurídicos antiguos, que luego sirvieron de base a legisladores jurídicos de la República Romana. Su influencia llegó a civilizaciones occidentales posteriores, como la francesa.
Diferencia con la democracia actual
En comparación con la democracia ateniense, las democracias actuales funcionan indirectamente, pues son democracias representativas y no directas.
- Democracia representativa (actual). El pueblo elige funcionarios que los representan políticamente, que toman las decisiones por ellos en base a lineamientos políticos partidistas.
- Democracia directa (ateniense). Los ciudadanos atenienses participaban directamente, es decir, tomaban ellos mismos las decisiones y votaban a favor o en contra, sin representantes.
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Referencias
- “Democracia ateniense” en Wikipedia.
- “Antigua Grecia – La democracia ateniense” (video) en Educantina.
- “La democracia ateniense” en Akrópolis.
- “La democracia ateniense” en ArteHistoria.
- “El funcionamiento de la democracia ateniense” en Historia General.
- “Athenian Democracy” en Ancient History Encyclopedia.
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