Te explicamos qué es un curriculum vitae y cómo se debe hacer. Además, cuáles son sus características generales y clasificación.
¿Qué es un curriculum vitae?
El curriculum vitae (CV) o currículo de vida es una descripción ordenada y sistematizada de los talentos, estudios, oficios desempeñados, logros personales y otra información relevante que permita brindarle al lector una impresión resumida de la trayectoria vital y profesional de una persona.
Esta hoja de vida o reseña curricular es una hoja de presentación de una persona, en la cual detalla su recorrido laboral, académico y personal de manera ordenada, por lo general para obtener un puesto de trabajo o ser elegible en algo.
El término curriculum vitae proviene del latín y traduce literalmente “carrera de vida”.
Tipos de curriculum
Dependiendo del modelo de organización de la información que contenga, podemos hablar de cuatro tipos distintos de CV:
- Cronológico. Los datos se ordenan desde el más antiguo hasta el más reciente.
- Inverso. Se hace énfasis en las experiencias y aprendizajes recientes, más que en la trayectoria.
- Funcional. Se ordenan los datos y experiencias por bloques temáticos, de acuerdo a su afinidad.
- Por proyectos. Adapta la información de la hoja conforme a las necesidades y requerimientos de un cargo al que se aspira o un proyecto al que se desea ingresar.
Ver además: Tríptico.
Características de un buen curriculum vitae:
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Sencillez
Un CV ha de ser fácil de leer. Un empleador que revisa tal vez decenas de reseñas curriculares no tendrá necesariamente la paciencia, el tiempo o la disposición para descifrar el modo correcto de leer un currículo enrevesado, rimbombante o críptico.
A fin de cuentas, la escritura de la hoja de vida es ya una demostración de efectividad en el manejo del lenguaje y ése suele ser un requerimiento indispensable en la mayoría de las ofertas laborales.
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Atractivo visual
Un requerimiento inicial de un buen CV es que sea atractivo a la vista: organizado, estructurado, ameno. Debe evitarse lo caótico, lo recargado o lo decorativo que transmita una sensación distinta a la que se requiere: profesionalismo, valor, metodicidad. Apostar por lo sobrio sin caer en lo gris es siempre una buena idea.
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Veracidad
Este es un principio vital: todo lo que aparezca en el CV ha de ser cierto y ha de ser comprobable. No tiene sentido afirmar talentos que no se tienen, referir experiencias que no se tuvieron o cargos que no se ocuparon, ya que luego se podrá demostrar con facilidad la mentira en una entrevista personal.
Cualquier mentira podrá ser razón suficiente para ser descartados absolutamente del proceso de selección. Después de todo, razonará el empleador, si miente en su CV, ¿por qué no habría de mentir en otros ámbitos?
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Homogeneidad
El CV debe estar elaborado con un mismo y único criterio, tanto estético como formal y expositivo. No puede reinventarse a cada página o renglón, ni puede oscilar entre diversas formas de contenido. Debe obedecer a una estructura propia.
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Originalidad
Un currículo exitoso debe tener en cuenta la personalidad de quien lo elaboró. Las plantillas y formatos comunes son útiles para hacerse una idea o tener una guiatura, pero en el fondo la manera de abordar el propio CV ya dice muchas cosas sobre el postulante. Ser original sin traicionar otros lineamientos importantes es un buen consejo.
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Exhaustividad
Un CV debe contener los detalles necesarios para dar al lector una idea completa de la formación, la experiencia y los talentos de la persona, y para ello no deben dejarse por fuera datos importantes o interesantes que sirvan para personalizar aún más el perfil del solicitante.
No es lo mismo graduarse de ingeniero que hacerlo con honores; no es lo mismo hacer un curso de mercadotecnia que hacerlo con la empresa líder en el ramo. A veces conviene dar un detalle de más.
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Asertividad
Así como no tiene sentido hacer hincapié en los aspectos académicos de un CV para aspirar a un trabajo en una fábrica, conviene ser asertivo a la hora de destacar la información del currículo.
A fin de cuentas, queremos que el posible empleador se fije en algunos aspectos de nuestra trayectoria y no que se pierda en los menos relevantes. Para ello deberemos pensar siempre a quién dirigimos nuestro CV. Hacer varios de acuerdo a nuestros distintos perfiles laborales es una buena idea.
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Rapidez
Un buen CV le deja al lector una impresión general y concisa de quién es el solicitante antes de adentrarse en los detalles específicos de su trayectoria. Un resumen inicial de pocas líneas puede ayudar, pero toda la hoja debe pensarse para responder rápidamente a la pregunta de quién eres y qué sabes hacer.
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Brevedad
Ningún CV debería exceder las dos hojas, sin importar lo mucho que puedas decir de ti mismo y de tu trayectoria. A veces menos es más, así que conviene demostrar capacidad de síntesis a la hora de presentarse.
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Humildad
Ésta es quizá la menos fácil de alcanzar de todas estas características. Si bien es cierto que una buena dosis de autoconfianza es clave para muchas situaciones, también lo es una de humildad.
Si exageramos nuestras virtudes podríamos sonar inverosímiles, o incluso desesperados, cuando no pedantes. Debe evitarse esto a través de un lenguaje conciso y al grano, nunca agrandado y petulante.
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