Te explicamos qué es la alimentación, cuáles son sus funciones y los grupos alimenticios. Además, sus características y posibles problemas.
¿Qué es la Alimentación?
Entendemos por alimentación al acto de incorporar a nuestro cuerpo sustancias y elementos nutritivos de los cuales obtenemos la energía requerida para mantener nuestros ciclos vitales andando y la materia necesaria para emprender los diversos procesos de la vida: crecer, madurar y reproducirnos.
Todas las formas de vida que conocemos requieren de alimento, pero no todas lo hacen de la misma manera ni a través de las mismas fuentes. Las plantas, por ejemplo, pueden fabricar su propio alimento (son autótrofas), mientras que los animales debemos ingerir materia orgánica de otras formas de vida (somos heterótrofos).
El proceso de la alimentación involucra diversas etapas y actividades, en las cuales se ingieren y procesan los alimentos de los que obtendremos los elementos nutricionales. Esto deriva en el proceso de la excreción, en el cual expulsamos del cuerpo el exceso de materia y los elementos que ya no nos sirven.
Por último, de la manera en que nos alimentemos dependerá el funcionamiento de nuestro cuerpo y, por lo tanto, las condiciones de vida que tengamos, por lo que muchos especialistas (médicos y nutricionistas) se dedican a estudiar el modo ideal de llevar a cabo este proceso.
Ver además: Desnutrición
Características de la alimentación:
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Voluntaria y consciente
La alimentación es un proceso voluntario, al menos en los seres dotados de conciencia (no sabemos en las plantas).
Un animal puede decidir si alimentarse o no, y puede decidir qué cosas consumir y cuáles dejar pasar. En este sentido interviene la voluntad del individuo.
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Individualidad
A pesar de que todos los seres humanos debemos alimentarnos y requerimos los mismos nutrientes elementales para existir, hay muchas formas de alimentarse, que obedecen a las características individuales de una persona o de su grupo cultural y étnico.
Así, una persona tiene gustos y preferencias individuales, pero también un tipo de dieta determinado por su contexto social, cultural, étnico y religioso.
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Funciones
Los cometidos de la alimentación son claros e indispensables para mantener la vida:
- Mantener los niveles de energía. Brindar al organismo el combustible necesario para obtener la energía química indispensable para vivir. En nuestro caso, la glucosa necesaria para ser oxidada y generar energía (ATP).
- Mantener los niveles de calor. Las calorías obtenidas a través de los alimentos mantienen la termorregulación del organismo en sus niveles óptimos, compatibles con la vida.
- Brindar materia orgánica. A través de la alimentación, el organismo adquiere materiales y elementos necesarios para la reparación de los tejidos, la fabricación de nuevas células y el crecimiento del organismo.
- Brindar energía extra. El excedente de energía obtenido de una buena alimentación nos permite emprender actividades físicas más allá del sostén mínimo de la vida.
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Completa
Una alimentación completa es aquella que cubre todas las necesidades nutricionales del organismo —en términos de energía y de elementos nutritivos— como pueden ser ácidos grasos y aminoácidos que, a pesar de ser indispensables, no se sintetizan dentro del organismo.
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Equilibrada
Una alimentación equilibrada es aquella que se rige por las proporciones ideales de los diversos grupos de alimentos.
Debe resultar completa pero no abusar de la presencia de alguno, lo cual podría resultar en complicaciones. En el caso del ser humano esto se traduce en: 55% de carbohidratos, 30-20% de lípidos y 20-15% de proteínas.
A esto habría que añadir las vitaminas, minerales y el agua, también necesarios para nuestro cuerpo y obtenibles mediante la alimentación.
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Grupos alimenticios
Los grupos alimenticios son tres: carbohidratos, lípidos y proteínas. Toda la vida orgánica conocida se compone de estos tres tipos de sustancias clave.
Y, como se ha dicho, para mantener una vida saludable, nuestra alimentación debe brindarnos suficiente cantidad de cada uno.
- Carbohidratos. Llamados también hidratos de carbono, son azúcares más o menos complejos que pueden descomponerse en el organismo hasta obtener glucosa y de allí ser incorporados en la sangre. Un exceso de carbohidratos llevará a la producción de grasa ya que el excedente de azúcar se almacena así para su uso posterior, pero una carencia de carbohidratos nos dejará sin energía inmediata para funcionar.
- Lípidos. Se trata de grasas que cumplen diversas funciones en el cuerpo: soporte, protección calórica y almacenamiento de energía (azúcares). Algunos lípidos aportan sustancias indispensables al organismo y deben consumirse con regularidad, mientras que otros no aportan nada al organismo y más bien requieren de un esfuerzo para procesarse.
- Proteínas. Son los “ladrillos” fundamentales de los numerosos compuestos del cuerpo y sirven para la fabricación de tejido, de enzimas, de secreciones regulatorias y muchas otras sustancias orgánicas indispensables.
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Nutrición y alimentación: diferencias
La alimentación difiere de la nutrición en que esta última es un proceso biológico inconsciente, automático, que no depende directamente de nuestra cultura ya que se trata de la digestión y aprovechamiento de aquello que consumimos.
Podemos decidir de qué alimentarnos pero no podemos elegir si nutrirnos o no de ello.
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Inocuidad
Otra característica fundamental de la buena alimentación es que sea inocua, es decir, inofensiva: que no esté contaminada por microorganismos nocivos (que causen enfermedades) ni por sustancias tóxicas que nos hagan daño al ingresar al cuerpo.
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Variedad
Una alimentación ideal se basa en la variedad de los elementos consumidos: ninguno debe consumirse en demasía. De hecho, las dietas monótonas y reiterativas suelen conducir a deficiencias de alimentación, como la obesidad, el raquitismo o la vitaminosis (exceso de vitaminas).
Se estima que una buena alimentación debe incluir productos de origen animal (carnes, pescados, huevos, lácteos), vegetales verdes (hortalizas, vegetales) o sus derivados, y frutos crudos o procesados (frutas, cereales, granos).
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Problemas alimenticios
Existen enfermedades y problemas de alimentación que aquejan a menudo al ser humano, algunos de tipo psicológico y otros de índole bioquímica, como pueden ser:
- Celiaquía. Intolerancia genética al gluten (un conjunto de proteínas presentes en el trigo, la avena, la cebada y el centeno) debido a un trastorno intestinal autoinmune.
- Anorexia. Trastorno alimenticio de naturaleza psicológica que genera en el paciente miedo obsesivo a engordar y por lo tanto rechazo a la comida.
- Bulimia. Trastorno alimenticio emocional que hace a la persona alternar entre grandes atracones de comida y luego purgas (vómitos, ayunos o excesos de ejercicio) para lidiar con la culpa que ocasiona el alimento ingerido.
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