Integridad

Te explicamos qué es la integridad y el origen de este concepto. Además, qué es el integrismo y la integridad como ética profesional.

Integridad
La conducta ética íntegra se embarca en una búsqueda honesta de la verdad a través del debate o del discurso.

La integridad es un concepto de origen latino (integer) que se utiliza especialmente en ética para referirse a una virtud o conducta que se puede caracterizar como intachable, no dañada.

La conducta ética íntegra rechaza toda actitud que evada la responsabilidad y generalmente se embarca en una búsqueda honesta de la verdad a través del debate o del discurso. Quien actúa de manera íntegra puede discernir lo que está bien de lo que está mal, es coherente con esta posibilidad de discernimiento incluso a su costo personal y declara públicamente que actúa según una coherencia interna.

Sin embargo, muchas veces resulta confuso hablar de conducta ética y de conducta íntegra como sinónimos, ya que ambas formas de conducta pueden no actuar en el mismo plano. Si bien una persona íntegra es quien actúa de forma coherente con los valores, creencias y principios que afirma sostener, muchas veces sus actos pueden no coincidir con la conducta moral o la conducta ética esperadas en una sociedad determinada.

Además de ser considerada un modelo de conducta y un valor ético, la integridad también tiene su amparo en la ley. En el ámbito jurídico, la integridad física y la integridad moral son derechos humanos protegidos por la mayoría de las legislaciones del mundo, especialmente después de la Segunda Guerra Mundial.

Etimología de “integridad”

La palabra “integridad” viene del latín integritas, que significa “totalidad”, “virginidad”, y también “robustez y buen estado físico”. Deriva del adjetivo integer, que refiere a la cualidad que algo tiene de estar intacto, entero, no tocado o no alcanzado por un mal.

Ambos términos, integritas e integer, poseen el prefijo -in, que indica negación, y la raíz tangere, que significa “tocar” o “alcanzar”. De esta manera, lo íntegro es aquello que no es tocado, que no se deja alcanzar o mancillar.

Integridad e integrismo

Aristóteles, en Ética para Nicómaco, define a la virtud como un hábito que se ubica entre dos vicios: uno peca por exceso y el otro por defecto. Quien obra de manera virtuosa debe colocarse en el punto medio entre ambos, para lograr una vida equilibrada y, por lo tanto, virtuosa.

Como virtud, la integridad, para ser tal, tiene que estar en el punto medio entre los excesos y los defectos. El defecto hace a la persona no íntegra, mientras que el exceso la vuelve hacia el integrismo. El integrismo expresa el exceso de integridad, es decir, niega otras formas de entender el bien y el mal, y repudia cualquier principio que no sea el propio.

El integrismo se relaciona con ideas tradicionalistas del origen y del ejercicio del poder. Muchas veces se asemeja a posiciones políticas y religiosas raciales o fanatismos.

En su extremo opuesto, por defecto, y a falta de integridad, se encuentra la hipocresía, que es la falta de coherencia a los principios que se dice adherir.

La integridad como ética profesional

La ética profesional se da cuando quienes ejercen una profesión desarrollan su actividad de manera coherente con el bien interno de la organización. La idea de bien interno se da por oposición al bien externo. Los bienes externos se vinculan con el poder, el dinero, la fama o el renombre, mientras que los bienes internos tienen que ver con alcanzar un bien para toda la comunidad a través del sano ejercicio de la profesión.

Cuando existe un conflicto entre bien interno y bien externo, se habla de una mala ética profesional. Esto sucede, por ejemplo, cuando un médico se preocupa por quitarle dinero a un paciente y no por curarlo, o cuando un funcionario público buscar sacar provecho a su posición en lugar de servir a su comunidad.

La integridad como ética profesional consiste en actuar en consecuencia al bien interno de la profesión que se ejerce. Para ello, primero se debe reconocer e identificar el bien interno en cuestión. Una vez hecho esto, se deben seguir los valores que se desprenden de tal bien, para poder actuar con integridad y según lo que dictan.

La integridad consiste, así, en actuar conforme al principio del servicio público y la ética profesional, de manera cotidiana y en forma congruente a los valores que la práctica implica.

Referencias

  • Villoria, M. (2011). Integridad. EUNOMÍA. Revista en Cultura de la Legalidad, (1), 107-113.
  • Sinnott, E. (Ed.). (2007). Ética nicomaquea. Ediciones Colihue SRL.
  • Montoya Londoño, M. (2010). Un análisis crítico de la virtud en la Ética a Nicómaco de Aristóteles. Logos, 1(17), 49-61.

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Espínola, Juan Pablo (24 de octubre de 2024). Integridad. Enciclopedia Humanidades. Recuperado el 5 de noviembre de 2024 de https://humanidades.com/integridad/.

Sobre el autor

Autor: Juan Pablo Espínola

Licenciado en Filosofía (Universidad de Buenos Aires)

Fecha de actualización: 24 de octubre de 2024
Fecha de publicación: 30 de noviembre de 2023

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