Te explicamos qué es el sistema excretor, las partes que lo componen y sus funciones. Además, cuáles son sus características principales.
¿Qué es el sistema excretor?
El sistema excretor o aparato excretor es el conjunto de órganos y conductos del cuerpo encargados de la eliminación de los residuos nitrogenados, como la urea, la creatinina y el ácido úrico, que son expulsados del organismo a través de la orina. Es indispensable el correcto funcionamiento del aparato excretor, porque la acumulación de desechos puede ser un riesgo para la salud.
Para ello este sistema se compone de órganos que filtran la sangre y retiran de ella las sustancias indeseadas, y luego una serie de conductos que los conducen hacia afuera del cuerpo.
Este circuito se integra al cardiovascular y permite la purificación rutinaria de la sangre que será oxigenada en los pulmones y enviada luego al cuerpo entero.
Los fallos del sistema excretor suelen ser evidencia de complicaciones graves y constituyen una causa importante de muerte en el ser humano.
Partes del sistema excretor
El sistema excretor se compone fundamentalmente de dos etapas:
- Órganos de filtrado. Los riñones encargados de filtrar y generar la orina y la vía excretora que recibe la orina para ser expulsada.
- Conductos de expulsión. La vejiga excretora donde se almacena la orina, los uréteres por donde se expulsa y la uretra u orificio de micción por donde abandona el organismo.
Funciones del sistema excretor
El rol esencial del sistema excretor es el filtrado de las sustancias nitrogenadas residuales del metabolismo, para permitir que la sangre cumpla su ciclo lo más libre de impurezas dañinas posible.
Es un aparato vital para el correcto funcionamiento del organismo, de lo contrario, la acumulación de residuos en la sangre conduce a una forma de intoxicación letal.
Los riñones
Los órganos más importantes del aparato urinario son los riñones, conformados por dos órganos dispuestos simétricamente en torno a la columna vertebral, a la altura del vientre y que pesan unos 140 gramos. Son estructuras de filtrado irrigadas por la vena renal, donde se albergan los desechos metabólicos y se produce el líquido que los contendrá, la orina.
Los riñones cumplen funciones metabólicas esenciales, como la secreción de hormonas en las glándulas suprarrenales, ubicadas en tope de cada riñón. Cada riñón se divide en tres regiones: corteza, médula y pelvis. Y están rodeados de una fina cápsula de tejido que los protege y aísla.
Fases de formación de la orina
La composición de la orina se da de la siguiente manera:
- Filtración. Ciertas estructuras renales llamadas glomérulos filtran el contenido nitrogenado de la sangre, impidiendo el paso de células y sustancias más grandes, a modo de tamiz. Cada 24 horas se filtran a través de ellos unos 180 litros de sangre aproximadamente (en ambos riñones).
- Reabsorción. Muchos de los componentes filtrados vuelven a la sangre antes de que se forme la orina. Así se puede recuperar agua, sales, azúcares y aminoácidos disueltos que son aprovechados.
- Secreción. La orina se forma en los glomérulos, es llevada por la pelvis renal y por el uréter hacia la vejiga y allí se almacena. Una vez que se acumula entre 250 y 500 ml de orina, se inician ciertas contracciones y relajaciones del esfínter que producen el reflejo de la micción. Entonces, la orina es liberada por la uretra y se expulsa del cuerpo.
Control de la micción
A pesar de que la micción obedece a un reflejo, puede ser suprimido por un tiempo de manera voluntaria y consciente. Esto es aprendido por el ser humano durante su etapa de control de esfínteres.
La retención excesiva de la orina, sin embargo, conduce a sensaciones dolorosas y desesperantes que, eventualmente, escaparán al control de la conciencia.
Constitución de la orina
Se trata de un líquido acuoso y amarillento, de un olor característico (debido a su composición rica en nitrógenos) y semitransparente. Normalmente un ser humano segrega y expulsa 1,4 litros de orina, cuyo contenido es de un 95% de agua, 2% de sales inorgánicas, 3% de urea y de ácido úrico. Puede haber también toxinas de desecho y, en caso de infecciones, glóbulos blancos e incluso bacterias o virus.
El contenido de la orina es a menudo analizado para entender el funcionamiento metabólico del cuerpo.
Los uréteres
Los uréteres son unos conductos de 21 a 30 cm de largo y unos 3 a 4 milímetros de diámetro, que conducen la orina hacia la vejiga.
Allí terminan en los meatos ureterales, una estructura en forma de válvula que permite el paso del líquido hacia afuera pero no que éste se devuelva por el conducto, manteniendo a los riñones lo más libres posible de la orina.
La uretra
La uretra es el conducto que lleva la orina de la vejiga hacia afuera del cuerpo, y varía según las condiciones físicas del organismo femenino o masculino:
- En la mujer. La uretra es un canal de 3 o 4 cm de largo, casi vertical que pasa por delante de la vagina y finaliza el recorrido en la vulva por encima de la entrada de la vagina.
- En el hombre. La uretra mide de 18 a 20 cm de longitud y es irregular, con formas anchas y delgadas, pasando frente a la próstata, el cuerpo esponjoso y culmina en un esfínter. Este último trayecto cumple no sólo con la función excretora de expulsión de la orina, sino también de emisión del semen durante la reproducción.
Enfermedades del sistema excretor
Existen complicaciones y patologías del sistema excretor, que suelen ser atendidas con atención, dada la importancia vital que posee para el organismo. Algunas son:
- Cistitis. Es la infección e inflamación crónica o aguda de la vejiga urinaria o los conductos cercanos. Es una enfermedad común, cuya reincidencia puede poner en riesgo estructuras superiores.
- Cálculo renal. Es la acumulación de residuos en los riñones. Debido a que en los riñones se filtran sales sanguíneas, el exceso o la mala asimilación del calcio y otras sustancias pueden conducir a la cristalización de las mismas en el interior del riñón, formando así arenillas o piedras que deben ser expulsadas por el conducto urinario.
- Insuficiencia renal. Es la falla del funcionamiento de los riñones que conduce a un filtrado deficiente o irregular, y que puede ser producto de elementos congénitos o de enfermedades adquiridas, o exposición a toxinas violentas. Existe la insuficiencia renal aguda (repentina) o grave (crónica).
Otras formas de excreción
Existen otras maneras del cuerpo de excretar sustancias nocivas, que no involucran el sistema excretor, como son:
- La sudoración. A través de las glándulas sudoríparas se emite una sustancia transparente y salina que no sólo humecta y refresca la piel, sino que además sirve para desechar sustancias tóxicas y eliminar residuos de las dinámicas internas.
- La expectoración. Durante infecciones de las vías respiratorias es común expectorar flema, una sustancia blancuzca, amarillenta o verdosa, densa, que contiene glóbulos blancos y otras sustancias de desecho como forma de combatir la infección.
- El hígado. El hígado es otro filtro sanguíneo que no conduce al aparato excretor, sino que donde se procesa el excedente de la hemoglobina, liberada por los glóbulos rojos viejos al morir en el bazo. Así se forman dos pigmentos: bilirrubina y biliverdina, que constituyen la bilis, desechada junto con otras grasas y sustancias de desecho durante la defecación.
Referencias
- Unidad: sistema excretor (video) en https://es.khanacademy.org/
- Excretory system en https://www.sciencedirect.com/
- Excretory system en https://www.studysmarter.co.uk/
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