Te explicamos qué es el autismo y cómo se diagnostica este trastorno. Además, cuáles son sus características, causas, síntomas y más.
¿Qué es el autismo?
El autismo es un trastorno del neurodesarrollo que afecta especialmente a la comunicación y la interacción con otros. Es una condición, es decir, que acompaña a la persona a lo largo de su vida. En el autismo suelen existir conductas estereotipadas y repetitivas (como los aleteos con las manos) e intereses restringidos (como jugar con un solo objeto).
Actualmente se utiliza el término “trastornos del espectro autista” (TEA) para denominar un grupo de trastornos del desarrollo. La palabra “espectro” describe una variación amplia de tipos de síntomas y niveles de gravedad.
Se estima que la frecuencia del autismo es de entre 4 y 20 cada 10.000 niños de la población general, y es 4 veces más frecuente entre los niños que entre las niñas. El autismo se puede presentar en cualquier grupo étnico, es independiente del nivel socioeconómico y de la ubicación geográfica.
Si bien el autismo es una alteración de por vida, con una detección temprana y tratamientos adecuados, pueden mejorar los síntomas y la calidad de vida del paciente y de su familia.
- Ver además: Teoría de Piaget
Características de una persona con autismo
Las principales características del trastorno del espectro autista (TEA) son:
- Presencia de alteraciones en la comunicación. Se trata de dificultades para comunicarse, ya sea verbalmente o mediante el lenguaje corporal. Muchas veces el lenguaje se presenta con características peculiares, como ecolalia (repetir palabras o sonidos), entonación no adecuada, o perseverancia (repetir temas). Pueden presentarse ausencia de gestos y dificultades para comprender sutilezas como bromas o dobles intenciones.
- Presencia de alteraciones en la interacción social. Se trata de las dificultades para comprender las normas sociales y las convenciones, por ejemplo, cómo jugar con otros niños. Afectan la posibilidad de “leer” las intenciones de los demás. Estas características son más notorias durante la infancia, ya que con el crecimiento el interés social tiende a aumentar.
- Presencia de patrones restringidos de comportamiento, intereses y actividades. Se trata de intereses especiales, como fascinación por partes de objetos o letras, y de la aparición de movimientos estereotipados, como aleteos o balanceos. El juego tiende a ser repetitivo y poco creativo, por ejemplo, alinear objetos, contar o agrupar.
- Alteraciones sensoriales. Se trata de un procesamiento sensorial inadecuado, que afecta la forma en que la persona percibe su entorno y cómo se relaciona con él. Se relaciona con los sentidos, como el oído, el tacto, el gusto, etc. Estas alteraciones provocan conductas como taparse los oídos, caminar en puntas de pie o no regular el tono de voz.
Clasificación del autismo
Actualmente, el autismo se considera un conjunto de trastornos que:
- Afectan a la comunicación y la interacción social.
- Presentan patrones restringidos y repetitivos de comportamiento o intereses.
El Manual Diagnóstico y Estadístico de las Enfermedades Mentales (DSM 5) de la American Psychiatric Association (2013) clasifica estos trastornos según el grado de apoyo o ayuda que la persona necesita en cada área afectada. Propone tres niveles:
- Requiere apoyo.
- Requiere apoyo sustancial.
- Requiere apoyo muy sustancial.
Por otro lado, la Organización Mundial de la Salud (OMS) actualizó en el año 2015 la “Clasificación Internacional de Enfermedades” (CIE). Se toman los mismos criterios del diagnóstico de autismo que el DSM-5 y utiliza el término TEA, que incluye: el autismo, el síndrome de Asperger, el Trastorno Desintegrativo Infantil y Trastornos Generalizados del Desarrollo no especificados, que anteriormente correspondían a diagnósticos separados.
Causas del autismo
Las causas del autismo no se conocen con exactitud. Se suelen reconocer componentes genéticos (dado que en familias con antecedentes aumenta la frecuencia), neurológicos (lesiones en áreas cerebrales implicadas en el aprendizaje), bioquímicos (alteración en los niveles de neurotransmisores) e infecciosos en el estudio del origen del autismo.
Hasta el momento no se ha identificado un gen que se vincule directamente al autismo, pero hay cierto consenso acerca de que el autismo sería el resultado de eventos genéticos en interacción con factores ambientales, como determinadas características de los padres o eventos durante la gestación.
¿Cómo se detecta el autismo?
Los síntomas de autismo se pueden observar a partir de los dos años del niño. En la mayoría de las personas con TEA el desarrollo del lenguaje presenta un retraso significativo en los primeros años de vida.
El autismo es un trastorno del desarrollo porque se presenta en los primeros tres años de vida. Se caracteriza porque no aparecen o se observan afectados algunos aspectos como el juego con otros niños. Iniciar un diagnóstico temprano es posible cuando alrededor de los 18 meses se identifican otros signos como la ausencia de señalar o la ausencia de balbuceo.
El diagnóstico es complejo y se realiza observando la conducta, conociendo su historia y aplicando una serie de pruebas neurológicas y psicológicas. A menudo son los padres y los cuidadores o maestros quienes advierten las primeras señales que orientan a los profesionales hacia el diagnóstico del autismo.
Tratamiento del autismo
Los principales medios de tratamiento del autismo son la educación y el apoyo social. Existen diferentes programas terapéuticos, como terapia cognitivo conductual (orientada a modificar el comportamiento) o terapia ocupacional (orientada a incrementar la autonomía).
Es muy importante realizar una intervención tan pronto como sea posible, y que los padres, familia y cuidadores se involucren en los tratamientos, que deben estar basados en el respeto y la comprensión.
Los esfuerzos deben enfocarse en el desarrollo de las capacidades de comunicación, de socialización y cognitivas, que pueden mejorar considerablemente mediante el trabajo constante. En este sentido, se ha demostrado que se pueden lograr grandes avances con terapias novedosas, como las terapias asistidas con animales, sobre todo con perros y caballos.
En relación a la educación, se deben contemplar todas las áreas de desarrollo de la persona, especialmente las que representan los aspectos más afectados. En el ámbito escolar se pueden realizar distintos tipos de adaptaciones. Por ejemplo, adaptaciones curriculares, en las que se modifican los contenidos a aprender, o adaptaciones de acceso, en las que se incluyen estrategias específicas o materiales como pictogramas para potenciar la comunicación.
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Referencias
- Ramírez Vargas, A., Sánchez Prieto J., Quiroga Ayala, V. (2019). Nuevas categorías diagnósticas en trastornos del espectro del autismo. XX Congreso Virtual Internacional de Psiquiatría. https://psiquiatria.com/
- Ruggieri, V. (2022). El autismo a lo largo de la vida. Buenos Aires: Fundación Garrahan.
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