Te explicamos quiénes fueron los validos en España y cómo ejercieron el gobierno durante el reinado de los Austrias menores.
¿Quiénes eran los validos?
Los validos eran personas que gozaban de la confianza de los monarcas de España, especialmente durante el reinado de los Austrias menores (siglo XVII). Durante los años de reinado de cada rey, la figura política predominante era la de un valido.
Los validos eran miembros de la aristocracia, que tomaban las principales decisiones políticas, aunque no ocupaban un cargo institucional específico. En otros reinos existieron figuras similares, habitualmente llamadas “favoritos”.
Cuando los Borbones reemplazaron a los Habsburgo como dinastía gobernante de España, en el siglo XVIII, la figura del valido fue reemplazada por la del secretario de Estado, que cumplía las funciones de un primer ministro.
Puntos clave
- Los validos eran hombres de confianza de los reyes de España durante el reinado de los Austrias menores, en el siglo XVII.
- El valido era el favorito del rey y, aunque no solía ocupar un cargo institucional, tomaba las decisiones políticas de mayor importancia. Por esta razón, se conoce la etapa de los Austrias menores como “gobierno de los validos”.
- Los reyes que tuvieron validos fueron Felipe III, Felipe IV y Carlos II.
- El primer valido fue el duque de Lerma, favorito de Felipe III. Otros validos fueron el duque de Uceda (Felipe III), el conde-duque de Olivares (Felipe IV), Luis de Haro (Felipe IV), Juan Everardo Nithard (Carlos II, durante la regencia de Mariana de Austria) y el conde de Oropesa (Carlos II).
- Ver además: España en el siglo XVII
El gobierno de los validos en el siglo XVII
La principal innovación en el funcionamiento del sistema político de la monarquía española en el siglo XVII fueron los validos. Los validos eran miembros de la aristocracia en los que el rey depositaba su total confianza. El monarca se desentendía de las labores de gobierno y el valido tomaba las principales decisiones políticas y administrativas.
Dos razones explican la aparición de los validos en el siglo XVII:
- Las labores de gobierno eran cada vez más complejas
- Los monarcas españoles del siglo XVII, conocidos como los Austrias menores, no destacaron por su laboriosidad.
Los validos no fueron un fenómeno exclusivamente español. Figuras similares aparecieron en otras monarquías europeas. Los mejores ejemplos fueron los cardenales Mazarino y Richelieu en Francia.
Características del gobierno de los validos en el siglo XVII
Los validos gobernaron al margen del sistema institucional de la monarquía, es decir, no formaban parte de los Consejos (órganos de administración compuestos por notables que debían aconsejar a los monarcas). En su lugar, crearon juntas reducidas, compuestas por sus propios partidarios, que funcionaban como órganos de asesoramiento.
El nuevo sistema significó un aumento de la corrupción. Los validos aprovecharon su poder para conseguir cargos, pensiones y mercedes para sus familiares y partidarios, lo que provocó críticas generalizadas por parte, sobre todo, de los letrados que formaban los Consejos y los miembros de la aristocracia que no gozaban del favor del valido.
Los validos de los Austrias menores fueron:
- Validos de Felipe III (1598-1621): el duque de Lerma y el duque de Uceda.
- Validos de Felipe IV (1621-1665): el conde-duque de Olivares y Luis de Haro.
- Validos de Carlos II (1665-1700): el padre Juan Everardo Nithard y Fernando de Valenzuela (durante la regencia de Mariana de Austria, entre 1665 y 1675), el duque de Medinaceli y el conde de Oropesa.
La venta de cargos durante el siglo XVII
Un fenómeno que se generalizó en la administración española del siglo XVII fue la venta de cargos. La Corona inició esta práctica en épocas anteriores, como medio para obtener dinero rápido, pero su uso se extendió con Felipe III.
En un principio, se pusieron en venta cargos de regidores en las ciudades, escribanías y otros oficios menores. Sin embargo, se llegaron a vender puestos en los Consejos.
Estos cargos se convirtieron en hereditarios, lo que en la práctica significó que la Corona cedía parte de su poder a los que detentaban los cargos. Pese a las protestas que hubo contra esta costumbre, se mantuvo durante todo el siglo XVII.
Conflictos internos y externos durante el gobierno de los validos
Durante el reinado de Felipe III, el duque de Lerma se destacó por su política diplomática, que estableció un período de paz relativa, especialmente con las Provincias Unidas de los Países Bajos, con quienes se firmó una tregua de doce años.
En 1609 decretó la expulsión de los moriscos (musulmanes convertidos al catolicismo) de España. Esta medida afectó especialmente a la economía de los reinos de Aragón y Valencia, pues provocó el despoblamiento de determinadas zonas y la falta de mano de obra agrícola.
El principal valido de Felipe IV, Gaspar de Guzmán (mejor conocido como el conde-duque de Olivares), adoptó una posición belicista e intentó que los demás reinos peninsulares colaboraran en el esfuerzo bélico que agobiaba financieramente a la monarquía. España participaba en esos momentos en la guerra de los Treinta Años y no había renovado la tregua con los Países Bajos. Este proyecto de Olivares, conocido como la Unión de Armas y encuadrado en una tendencia centralista, desencadenó la crisis más grave del siglo XVII en España: la crisis de 1640.
La negativa de las Cortes Catalanas a colaborar (en 1626 y 1632) no impidió que Olivares decidiera llevar tropas para luchar contra Francia (en el marco de la guerra de los Treinta Años) a través del Principado de Cataluña. Muy pronto los roces de las tropas castellanas e italianas con el campesinado alentaron el descontento que estalló en el Levantamiento del Corpus de Sangre, el 7 de junio de 1640.
El virrey de Cataluña fue asesinado y comenzó una guerra entre los rebeldes catalanes, dirigidos por la Generalitat y apoyados por la monarquía francesa, y las tropas de Felipe IV. La guerra concluyó cuando Barcelona fue recuperada por las tropas españolas en 1652
La rebelión catalana animó otros levantamientos, como el que condujo a la independencia de Portugal en 1668, pero la mayoría fueron sofocados.
El fin del gobierno de los validos
A la muerte de Carlos II, el último de los Austrias menores, estalló una guerra por la sucesión. Los partidarios de Felipe de Anjou, designado sucesor por Carlos II y perteneciente a la Casa de Borbón, se enfrentaron con los partidarios del archiduque Carlos de Austria. La guerra de Sucesión española (1701-1713) concluyó con el reconocimiento de Felipe V como rey de España. De este modo, los Borbones se convirtieron en la nueva dinastía gobernante.
Si bien también contaron con personalidades de confianza, los Borbones instituyeron la figura del secretario de Estado (equivalente a un primer ministro), que administraba los asuntos de gobierno desde un cargo específico. Este cambio formó parte de las reformas administrativas implementadas por los Borbones en la península ibérica y en las colonias. Estas figuras eran, en general, ministros ilustrados, como el conde de Floridablanca durante el reinado de Carlos III (1759-1788).
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Referencias
- Alvar Ezquerra, A. (2010). El Duque de Lerma. La esfera de los libros.
- Carr, R. et al. (2022). Spain. Encyclopedia Britannica. https://www.britannica.com/
- Lynch, J. (1993). Los Austrias (1598-1700). Crítica.
- Simón Tarrés, A., Contreras, J. & García Cárcel, J. (1999). Historia de España. La España del siglo XVII. Espasa.
- Tomás y Valiente, F. (1990). Los validos en la monarquía española del siglo XVII. Siglo XXI.
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