Te explicamos qué es una crónica y los tipos de crónicas que existen. Además, cuáles son sus características y cómo redactar una crónica.
¿Qué es la crónica?
Una crónica es una narración que refiere una serie de hechos ordenados en el tiempo, con alguna relevancia, y que revisten algún interés, bien sea este de tipo periodístico, histórico o literario.
Los orígenes de la palabra apuntan al griego kroniká, derivado de kronos (que significa “tiempo”), de donde se deduce que el término alude a una serie de eventos ordenados según su línea temporal. Las primeras crónicas de las que se tiene noticia fueron, precisamente, relaciones de hechos ordenados según el momento histórico en que ocurrieron.
Actualmente, se considera la crónica como un género narrativo híbrido o bicéfalo, a medias entre lo literario y lo periodístico, ya que carece de las libertades imaginativas de la ficción literaria, pero utiliza los recursos formales propios de la literatura.
Dentro del periodismo, la crónica funciona como un registro que enriquece el relato de la actualidad, dotándolo de un interés, una profundidad y unos matices que el formato de la noticia no siempre permite.
Ver además: Géneros informativos y de opinión
Características de la crónica
Podemos definir a la crónica a través de las siguientes características:
- Es un relato. La crónica es fundamentalmente un relato, y, como tal, cuenta historias con una trama, un inicio, un nudo y un desenlace.
- Se vale de recursos literarios. La crónica no está presa en la objetividad del lenguaje periodístico, sino que puede echar mano de recursos literarios, como las figuras retóricas, que enriquecen la elaboración del relato.
- Es un género bicéfalo. Gabriel García Márquez, novelista y periodista, definía a la crónica como “un cuento que es verdad”. La crónica puede combinar el rigor informativo del periodismo con la riqueza expresiva de la literatura.
- Se centra en uno o varios personajes. Tiene un personaje principal, que es el que se ve atravesado por el conflicto que se narra. Este, a su vez, puede estar acompañado por personajes secundarios.
- Tiene tensión y clímax. Como toda buena historia (y una crónica lo es), es un relato que tiene un inicio, nudo y desenlace, para lo cual también se vale de la tensión que cohesiona la narración y el clímax que da paso a su solución.
- Hay un conflicto principal. La narración gira en torno a un conflicto o acontecimiento que atraviesa al personaje principal.
- Comprende un periodo de tiempo específico. Los hechos que son narrados se circunscriben a un arco temporal definido.
- Tiene un título creativo y apelativo. De las libertades de la literatura, la crónica toma la posibilidad de apelar a la creatividad para llamar la atención del lector desde el primer instante, en el propio título.
- Admite la subjetividad de su autor. La mirada de quien escribe también se admite en la crónica. Su forma de ver las cosas, interpretarlas y relacionarlas torna único el relato que trasmite.
Estructura de la crónica
La crónica es un género esencialmente narrativo, donde se cuenta una historia en la que participan personajes y se desarrolla un conflicto en un espacio y tiempo determinados. Por ello, su estructura textual se atiene a los tres principios aristotélicos de inicio, nudo y desenlace.
- Inicio. Presenta la situación inicial de los personajes, el tiempo y lugar donde se ubica la historia, y se introduce el conflicto que los atraviesa.
- Nudo. Es el desarrollo del conflicto y la parte donde se expone en su totalidad la forma en que los personajes lo enfrentan.
- Desenlace. Es la resolución del conflicto planteado por la trama y el punto donde se muestra la transformación de los personajes luego de todo por lo que tuvieron que atravesar.
La crónica periodística, por su parte, debe cumplir con algunos requisitos estructurales, específicos del formato en que se presenta. Debe contener titular, entradilla, cuerpo del texto y conclusión.
- Titular. Es el nombre que describe a la crónica. Idealmente, debe despertar el interés del lector y sugerir el tema que se va a desarrollar.
- Entradilla. Es el primer párrafo de la crónica y aquel que contiene algunos de los elementos clave de la historia (personaje principal, tiempo y lugar), así como de qué se tratará la crónica. Es fundamental para atrapar la atención del lector.
- Cuerpo. Es el grueso del texto, donde se narran propiamente los hechos de una forma más detallada, dando un mayor contexto e informando al lector de todos los datos relevantes para acompañar la historia.
- Conclusión. Es la parte donde se cierra el texto y donde se cuenta la resolución del tema y el acontecimiento que se narró. Puede contener una reflexión final.
Tipos de crónica
Crónica periodística
La crónica periodística es aquel género del periodismo que, sin dejar de lado el carácter informativo y el rigor documental del periodismo, acude a la literatura para tomar en calidad de préstamo las herramientas retóricas para generar un mayor impacto en el lector.
Según su enfoque, el tipo de historias que cubran o la temática que aborden, podemos afirmar que existen los siguientes tipos de crónicas periodísticas:
- Crónica informativa. Se enfoca en el carácter informativo de la historia. Procura profundizar en los datos o informaciones que se manejan. No incluye la opinión o reflexión de su autor. Un ejemplo sería la escalada progresiva de la inflación en un país determinado.
- Crónica interpretativa. El autor juega un papel clave en la interpretación de los hechos, a los que trata de dar sentido y explicar para su audiencia. Por ejemplo, la situación de las familias de bajos recursos frente a la inflación del país y la respuesta gubernamental a la crisis.
- Crónica de opinión. El autor de la crónica es testigo presencial de los hechos que narra, y los cuenta desde su punto de vista, basado en su experiencia. Un ejemplo de esto sería la crónica sobre la situación de familias frente a la inflación de un país, pero esta vez con licencia para incluir la opinión y perspectiva del propio cronista.
- Crónica blanca. Se echa mano de una o varias figuras de autoridad sobre una materia y, con base en su visión, basada en su experiencia y conocimientos, se trata de explicar un acontecimiento. Por ejemplo, se explica, a través de la voz de varios economistas, cómo la inflación escaló a los niveles actuales.
- Crónica policial, negra o de sucesos. Cuenta casos relacionados con el crimen, hechos delictivos, investigaciones en curso. Un ejemplo de ello sería la reconstrucción de un crimen a través de una narración en formato crónica.
- Crónica política. Se enfoca en hechos o acontecimientos dentro del marco del ejercicio de la política y del poder. Por ejemplo, la crónica de la campaña electoral de un candidato a la presidencia.
- Crónica deportiva. Refiere eventos relevantes dentro del mundo del deporte. Por ejemplo, la historia de la recuperación de una lesión de un tenista para ganar uno de los abiertos más importantes del año.
- Crónica social. Se centra en cuestiones que afectan la vida social de un país o comunidad. Contar la génesis de un estallido por los altos precios del combustible debido a la inflación, por ejemplo.
- Crónica de viaje. Cuenta todos los pormenores de un viaje específico. Suelen despertar gran interés turístico. La narración del recorrido en carro a través de Baja California y sus encantos es un ejemplo de este tipo de crónica.
Crónica literaria
La crónica literaria es la narración de eventos reales (o imaginarios, pero enmarcados en contextos reales) empleando recursos propios de la literatura de ficción, como las figuras retóricas, la dilación, la tensión o el clímax, que persiguen un efecto estético.
Dos ejemplos clásicos de este género son: Relato de un náufrago, de Gabriel García Márquez, y A sangre fría, de Truman Capote.
Crónica histórica
La crónica histórica es la relación detallada de los acontecimientos ocurridos en un lugar específico (un país, una región, una localidad). Recoge los acontecimientos de forma cronológica con el objetivo de dar cuenta de cómo se sucedieron los hechos referidos.
Un ejemplo clásico de crónica histórica son las que escribieron los españoles a raíz de su llegada a América. Tenían un objetivo informativo, para poner al tanto a la Corona de lo que había sido descubierto, de las novedades del llamado Nuevo Mundo, y de las características de sus habitantes.
La crónica histórica, además, puede ser escrita por una persona que presenció, ella misma, los hechos (un testigo), o por un cronista, que recopila informaciones (cartas, documentos, testimonios, otras crónicas) para escribir la crónica.
¿Cómo hacer una crónica?
Existen muchas formas de encarar la redacción de una crónica. Aquí te sugerimos los pasos esenciales para escribir una buena crónica, que atrape y cautive al lector.
- Escoge un evento. Lo principal es elegir sobre el acontecimiento que vas a narrar, bien sea que te lo asignen o que lo puedas escoger entre varios.
- Infórmate. Usa fuentes de información confiables y contrástalas con rigor periodístico. Evita incurrir en exageraciones o subestimar hechos. En este sentido, la crónica debe ser tan objetiva como una noticia.
- Aplica las seis preguntas. La información debe ser suministrada en su totalidad. Aunque no en el mismo orden que lo hace la noticia, aquí también se responde a qué, cómo, cuándo, dónde, quién y por qué.
- Da un ángulo. Piensa en el punto de vista desde el que vas a contar la historia. Puede ser el del personaje principal de la historia o el de un personaje que observa los hechos pero no participa en ellos (como un testigo).
- Escribe de forma simple. Usa un lenguaje simple, que sea claro y conciso, adecuado para un público amplio.
- Narra. Desarrolla el principio, el nudo y el desenlace. Una crónica debe ser construida de forma que los elementos del relato estén en tensión entre sí.
- Define el conflicto. En toda historia hay un conflicto que dinamiza toda la narración. Tener definido el conflicto te va a facilitar avanzar en la narración hasta su solución.
- Estructura cronológicamente. A diferencia de la noticia, donde se empieza con la información más reciente sobre el acontecimiento, en la crónica debes presentar la información de forma cronológica, empezando por la información más antigua. En una crónica sobre la llegada de un huracán a una isla, podemos empezar por los preparativos de los días anteriores.
- Engancha. Para atrapar al lector desde la primera línea, genera interés. No entregues toda la información desde el inicio (como lo haría una noticia). Crea expectativa en el desarrollo de la historia.
- Emociona. Evoca las emociones de tus lectores, conecta con ellos, permite que se puedan identificar con los personajes y su historia.
- Edita. Revisa, corrige y poda todo aquello que no sea esencial a la historia que quieres contar.
Ejemplo de crónica
A continuación, una crónica de Gabriel García Márquez, publicada originalmente el 6 de junio de 1958.
CARACAS SIN AGUA
Después de escuchar el boletín radial de las siete de la mañana, Samuel Burkart, un ingeniero alemán que vivía solo en un pent-house de la avenida Caracas, en San Bernardino, fue al abasto de la esquina a comprar una botella de agua mineral para afeitarse. Era el 6 de junio de 1958. Al contrario de lo que ocurría siempre desde cuando Samuel Burkart llegó a Caracas, diez años antes, aquella mañana de lunes parecía mortalmente tranquila. De la cercana avenida Urdaneta no llegaba el ruido de los automóviles ni el estampido de las motonetas. Caracas parecía una ciudad fantasma. El calor abrasante de los últimos días había cedido un poco, pero en el cielo alto, de un azul denso, no se movía una sola nube. En los jardines de las quintas, en el islote de la plaza de la Estrella, los arbustos estaban muertos. Los árboles de las avenidas, de ordinario cubiertos de flores rojas y amarillas en esa época del año, extendían hacia el cielo sus ramazones peladas.
Samuel Burkart tuvo que hacer cola en el abasto para ser atendido por los dos comerciantes portugueses que hablaban con la asustada clientela de un mismo tema, el tema único de los últimos cuarenta días que esa mañana había estallado en la radio y en los periódicos como una explosión dramática: el agua se había agotado en Caracas. La noche anterior se habían anunciado las dramáticas restricciones impuestas por el INOS a los últimos 100 000 metros cúbicos almacenados en el dique de La Mariposa. A partir de esa mañana, como consecuencia del verano más intenso que había padecido Caracas después de setenta y nueve años, había sido suspendido el suministro de agua. Las últimas reservas se destinaron a los servicios estrictamente esenciales. El gobierno estaba tomando desde hacía veinticuatro horas disposiciones de extrema urgencia para evitar que la población pereciera víctima de la sed…
[Extracto de la crónica]Gabriel García Márquez (1999). Caracas sin agua. En: De Europa y América
(1955-1960). Obra periodística 3. Barcelona. Random House.
Crónica amarilla , ¿un tipo de crónica?
La crónica amarilla no es un tipo de crónica, sino una forma de clasificar a cierto tipo de periodismo conocido como amarillismo que apuesta por capturar la atención y el interés del lector a través de todo tipo de exageraciones, opiniones o información sesgada.
Debido a esto, se conocen como “amarillas” todas aquellas crónicas que promueven este tipo de prácticas en el periodismo. Por ello, más que un tipo de crónica, es una postura ética lo que determine que se considere o no como amarillas a ciertas crónicas.
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