Te explicamos qué es el sistema reproductor y en qué consiste la reproducción humana. Además, sus características y patologías.
¿Qué es el Sistema reproductor?
El sistema reproductor humano es el conjunto de órganos y conductos del cuerpo humano destinados a la procreación, es decir, a la generación de nuevos individuos de la especie.
Este sistema es distinto entre seres humanos masculinos y femeninos, dado que cada uno de ellos cumple un rol distinto en las etapas del proceso sexual.
La reproducción es una de las funciones elementales de todos los seres vivos, que permite continuar la especie más allá de la vida de los individuos.
En el caso de los animales superiores, como el ser humano, este proceso se lleva a cabo sexualmente, vale decir, involucrando a dos seres distintos que otorgan en el proceso la mitad de su carga genética para la construcción de uno completamente nuevo.
La reproducción humana
La reproducción de la especie humana es el proceso que va desde la cópula o la unión sexual de dos individuos y el nacimiento de un individuo nuevo, luego de una etapa de gestación que normalmente dura nueve meses.
Se trata de un proceso de intercambio genético en el que los progenitores depositan la mitad de su carga genética y, a través de una combinatoria al azar, generan uno nuevo, heredero de ambos.
Órganos del Sistema reproductor
El sistema reproductor humano está compuesto en primer lugar por los órganos sexuales o gónadas, tanto en el hombre como en la mujer, con los que se lleva a cabo la unión física (coito) de los individuos y en donde se alojará (en el caso de la mujer) el nuevo individuo resultante.
Además, intervienen en el proceso las glándulas sexuales, conocidas como gónadas y ubicadas también en los genitales, encargadas de producir las hormonas que regulan la función sexual y los procesos inconscientes de la misma, así como la segregación del semen y los espermatozoides (hombre) y los óvulos (mujer), células destinadas a la producción conjunta de un nuevo individuo.
Estos órganos todos se ubican en el bajo vientre del cuerpo humano. Tienen una importancia psicológica y cultural en la civilización humana que ha conducido al tabú, es decir, a ser partes corporales “prohibidas” y que deben ocultarse de la vista de los demás.
Aparato reproductor masculino
El aparato reproductor masculino comprende los siguientes órganos y conductos:
- Pene. Órgano con forma tubular que sirve para penetrar dentro del aparato femenino y depositar allí el contenido seminal con las células fecundadoras (espermatozoides).
- Testículos. Órgano doble ubicado en un saco colgante debajo del pene, y se encargan de producir las sustancias y las hormonas necesarias para la reproducción.
- Próstata. Órgano interno, a diferencia de los dos anteriores, a donde envían los testículos los espermatozoides para su preparación antes de ser expulsados por el pene. Se ocupa de generar diversas hormonas también.
- Conductos seminales. La serie de conexiones entre los órganos que generan el semen y los conductos por los que sale.
- Conductos eyaculatorios. Las vías por donde el semen es expulsado fuera del cuerpo.
Aparato reproductor femenino
El aparato reproductor femenino es interno, a diferencia del masculino, y comprende los siguientes órganos y conductos:
- Ovarios. Órganos que producen las hormonas femeninas y en donde se gestan los óvulos, células sexuales femeninas, que luego descenderán al útero a esperar ser fecundados.
- Trompas de Falopio. Son los conductos que conducen de los ovarios al útero, por donde descienden los óvulos.
- Útero. El espacio en donde los óvulos esperan a la llegada de los espermatozoides para ser fecundados y, entonces, adherirse a las paredes del óvulo y convertirse en un cigoto (óvulo fecundado).
- Vagina. El conducto por el cual ingresa el pene al interior del cuerpo femenino durante el coito, y que conduce al útero.
El coito
El coito humano consiste en la excitación sexual de los individuos, que se preparan psicológica, emocional y corporalmente para ello. Para eso son necesarios factores culturales, rituales y psicológicos, además de los corporales, como la erección del pene (a través del llenado de sangre de sus cavidades) y la lubricación del conducto vaginal.
Posteriormente, la unión de los órganos sexuales se produce, permitiendo el ingreso del pene en la vagina y la estimulación recíproca de los nervios involucrados que, eventualmente, conducen al orgasmo: una sensación extática y placentera que desencadena la eyaculación masculina, depositando el semen lleno de espermatozoides en el interior del útero.
La fecundación
La fecundación ocurre cuando existe un óvulo disponible y a la espera, en el útero femenino, y éste último es inundado por el semen masculino que contiene espermatozoides.
Uno de éstos, como mínimo, logra alcanzar y penetrar la barrera celular del óvulo, deslizando hacia adentro su contenido genético y fusionándose con éste. Entonces, ya no habrá dos células sexuales distintas, sino una célula fecundada, que se llamará cigoto.
El embarazo o gestación
El cigoto u óvulo fecundado empezará a multiplicarse aceleradamente a lo largo de los nueve meses de gestación, para ir gradualmente alcanzando el nivel de complejidad necesario para constituir los distintos tejidos de un nuevo cuerpo humano.
Esto requiere miles de millones de células hiper especializadas constituyendo los distintos órganos nuevos del cuerpo joven del que entonces empezará a ser un feto, cada vez con más forma humana definida.
El parto
Una vez transcurrida la gestación, un nuevo individuo ya listo para existir de manera independiente estará alojado en el útero materno, y deberá salir por el canal de parto de la vagina.
A este proceso se le llama parto, y suele empezar en algún momento determinado cercano al cumplimiento de los nueve meses de embarazo.
Importancia del sistema reproductor
El sistema reproductor humano es vital para la existencia de la especie y es el resultado de miles de millones de años de evolución animal.
La capacidad de producir nuevos individuos es clave en la supervivencia de la vida organizada y en la transmisión de los valores genéticos adquiridos a lo largo de los siglos de historia evolutiva.
Patologías del sistema reproductor
Existe la posibilidad de que los órganos del sistema reproductor sufran enfermedades, atrofias o problemas puntuales que impidan su funcionamiento, tales como:
- Infertilidad. Ocurre cuando las células sexuales son defectuosas y no logran fecundar o ser fecundadas, o una vez fecundadas no logren fijarse correctamente en la matriz del útero.
- Impotencia o frigidez. Se llama así a la incapacidad del aparato reproductor masculino o femenino, respectivamente, para alcanzar las condiciones necesarias para el coito: en el caso del hombre, alcanzar la erección o sostenerla el tiempo suficiente para el coito; y en el de la mujer, alcanzar la lubricación necesaria para que el ingreso del pene no sea traumático y doloroso.
- Infecciones de transmisión sexual. Existen diversas infecciones de transmisión sexual que aquejan a los órganos reproductivos y pueden eventualmente impedir su correcto funcionamiento, como son el VPH (Virus del Papiloma Humano), la Sífilis, la Gonorrea, etc.
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